La Libertad de Coahuila

Opinión
/ 27 noviembre 2022
true

No es suficiente que la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes haya disminuido. Es lo mínimo. No es suficiente que las balaceras, las persecuciones, los cadáveres y los secuestros hayan dejado de ser parte del escenario público. Es lo mínimo. No es suficiente que los retenes militares, las caravanas de tanques y camionetas y la ocupación por meses de hoteles por parte de fuerzas federales haya terminado y no se vean más. Es lo mínimo.

El más grande cínico, hipócrita e impostor gobernante que ha tenido Coahuila, Ruben Moreira Valdez, ahora pregona que “su” modelo de seguridad es digno de presumirse como un caso de éxito. Como comparsa, Ruben Aguilar (ex vocero de la presidencia de Vicente Fox) y Jorge Castañeda (el ex canciller del mismo presidente) comparten autoría y presentan el prólogo de este lucro desvergonzado de la tragedia que significa ser gobernado por el PRI de Coahuila. El bravucón de cantina, altanero y presumido de Miguel Ángel Riquelme Solís desdeña a la Guardia Nacional y presume ser el encargado de haber logrado lo que en realidad es una mediocre concepción de lo que significa “vivir en paz”. La elección del año que entra debe reivindicar una concepción mucho más ambiciosa de lo que significa vivir en paz.

La paz no es sólo ausencia de conflicto, sino la garantía efectiva de la posibilidad de vivir la vida que uno quiera en libertad, sin que importe el código postal donde naciste, el apellido que cargas o el material de la cuna en la que te criaste. Por eso pensar que haber eliminado de la vida pública la violencia homicida y el despliegue militar de fuerza es un logro, en realidad es lo mínimo necesario para poder vivir, siquiera.

Recibir educación gratuita, laica, pública sigue siendo un sueño. Poder trasladarte de un punto de nuestras ciudades a otro de manera barata, sencilla y rápida es casi imposible. Que hombres y mujeres puedan sentirse seguros y no valientes al enfrentar por su cuenta a la autoridad municipal o estatal es tomado casi como un chiste. Dejar de vivir en la ley de la selva y pasar a convivir unos con otros pensando en el bienestar y en la solidaridad del prójimo es la libertad que nos han negado. Es por lo que vamos a luchar en 2023.

COMENTARIOS

TEMAS
NUESTRO CONTENIDO PREMIUM