Mirador 26/08/2024
Me habría gustado conocer a Pita Amor.
Hermosa mujer, bella de rostro y cuerpo, fue poeta excelente, de fina sensibilidad. Escribió acerca de Dios, de la soledad y de la muerte. Cada poema suyo era una autobiografía. Cito de memoria: “En el fondo de un pozo, / refugio de lo negro y de lo inmundo, / un estéril sollozo / pasea vagabundo. / Adentro de ese pozo está mi mundo”.
No incurro en ligereza si narro una anécdota atribuida a Pita Amor. Posó desnuda para Diego Rivera, quien le hizo un precioso retrato. Ella orgullosa, le mostró el cuadro a Miguel Alemán. El Presidente elogió la obra, pero dijo que tenía un defecto: el pintor no le había puesto a la modelo el vello púbico.
-Señor Presidente –se molestó la poeta–. Diego no pintó mi cuerpo. Pintó mi alma.
Ripostó Alemán:
-Pos que alma tan lampiña.
Me habría gustado conocer a Pita Amor. Vivió apasionadamente. Y en la vida todo lo que no es pasión es desperdicio.
¡Hasta mañana!...