Decía que cuando se detuviera la marcha de aquel reloj moriría él. Todos cuidaban de darle cuerda –al reloj, no a Manolín– para que no cesara nunca el ritmo acompasado de su péndulo. Cierto día a alguien se le olvidó hacerlo
- 22 jul 24 21:51
- LO ÚLTIMO