Nada de esto fue un error

No todo el mundo está de cabeza
Solo Inglaterra y México obedecen a ciegas. Como el señor ordene. Cumpla cada uno de los mandatos. No todo el mundo está de cabeza.
En San Antonio de las Alazanas Coahuila, la gente de la tercera edad se levanta a la misma hora de siempre.
Observa las montañas. Los árboles de manzanas. El aire fresco intermedio. Los fines de semana lleno de paseantes.
Xilitla en San Luis Potosí está a punto del reconocimiento internacional. Las edificaciones de Sir Edward, las cascadas de agua helada, el café tostado de la zona. El desayuno caliente de blanquillos del corral.
Los cañeros de Zacatepec Morelos casi han concluido el tiempo de la zafra. En semanas llega la sufra. Administrar los exiguos emolumentos financieros. Mirar para el Agustín “Coruco” Díaz. La nueva casa del trotamundos equipo de futbol Atlante.
Por la calle de Emperadores Aztecas, en la zona de Iztapalapa, en la ciudad de México, continúan en resistencia, como le hacen llamar, al movimiento punk capitalino. Autogestores, todos los jueves usan la carretera de la información. Transmiten en punto de las 20 horas música, literatura y arte.
Monterrey no es tan insignificante. A pesar de sus autoridades gubernamentales. La UANL confirma el compromiso con el humanismo norestense. Su feria de presentaciones de libros en el antiguo Colegio Civil, de la calle Juárez entre Washington y 5 de mayo.
Mérida, en la hermosa republica de Yucatán, ofrece el mejor platillo de cochinita pibil, sopa de lima y una edición de Feria de Libros. Con autores de primera línea.
Tenemos motivos para estar contentos. Sin duda. Aún Inglaterra y México, sus autoridades, se doblen a la insolencia del peor ciudadano del mundo.
Nada en este tiempo es un error. Sino una consecuencia de la desmemoria. Cuando hay para carne, es viernes de cuaresma.