Mirador 19/11/16
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Por las sombras de la casa va una sombra.
Yo la veo sin que me vea a mí. La miro ir y venir como si buscara algo. Se detiene de pronto y luego sigue su caminar, inquieta. No habla. No hace ruido. La sombra es más sombría aún por su silencio.
Me pregunto si es la sombra de alguna antigua sombra, de otra sombra que fue en pasados tiempos. Parece conocer la casa, pues se mueve con naturalidad en ella. Va de uno a otro cuarto. A pesar de las sombras no tropieza con los viejos muebles: el baúl que alguna vez guardó las sábanas nupciales de la abuela; el escritorio en que el abuelo hacía sus cuentas.
Ahora se ha detenido frente al espejo de seis lunas del ropero. Veo su imagen reflejada en él.
¿Qué hace la sombra? ¿Se mira en el espejo, o mira en el espejo a otra sombra?
Me acerco. Voy a preguntarle:
—¿Quién eres, sombra?
La sombra se vuelve y me pregunta:
—¿Quién eres, sombra?
¡Hasta mañana!...