Y seguimos caminando

Politicón
/ 29 mayo 2021

Y seguimos caminando…

Pasan los días, las semanas, los meses con un ritmo inapelable. El sol nace todos los días y muere en las tardes. Y nosotros, cada uno a su manera, caminamos sin poder detener el tiempo de cada día. Aparentemente caminamos al ritmo que nos marcan las primaveras y otoños del vivir como si fuéramos hormigas condicionadas por las leyes de la naturaleza.

Sin embargo cada paso de cada jornada esconde una decisión. Muchas veces predeterminada por la rutina -laboral o escolar, familiar o conyugal- que tiene su propia programación. Otras veces esconde su propia trascendencia como elegir casarse, trabajar, emigrar o simplemente ´no elegir’ y dejar que otro se haga cargo de la propia trascendencia.

Podría pensarse que esta “propia trascendencia” repercutirá solamente en mi persona. Sus suerte y sus consecuencias las disfrutaré o sufriré solamente yo. Y la realidad no es exclusivamente individual. Esa es una miopía que a veces es crónica y a veces se quita con la edad o los golpes de la vida.

“Cada quien se forja su propio destino” es una frase que tiene parte de verdad y oculta la dimensión social imposible de diluir. Cada quien forja el destino conyugal, familiar, comunitario, económico, ecológico y político de la sociedad en que vivimos.  Es verdadera en la medida en que hace responsable a cada quien (y no al horóscopo, o los demás) de las decisiones que elije diariamente. Al asumir una responsabilidad no siempre se tiene el escenario de la trascendencia social, humana y muchas veces global. La humanidad tardó en darse cuenta de la trascendencia del ‘cubre bocas’ para evitar el contagio del coronavirus, de la contaminación ambiental y sus consecuencias que amenazan la vida de “la madre tierra”: la miseria humana –económica, cultural y moral- que estamos produciendo.

Y en nuestro irrefrenable caminar nos encontraremos dentro de 8 días con el reto de elegir (vulgarmente se le llama votar) a los que van a administrar nuestro esfuerzo cotidiano, familiar, laboral. A los que no solamente van a ser responsables del presupuesto que construimos con nuestros impuestos, sino que tienen la responsabilidad de integrarnos, colectivamente para trascender y lograr el mejor bien común.

¿Es posible que realmente seamos LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS? ¿Podremos superar la DESUNIÓN tan creciente y dolorosa que padecemos al dejarnos contagiar del virus del odio y la hostilidad política? ¿Podremos aceptar el poder que tienen las diferencias democráticas para la evolución del bien común y no solamente contentarnos con el bien individual, miope y suicida?

Creo en el poder innato de la libertad, la energía vital y la sabiduría escondidas en cada ser humano que aflora cuando hay que sobrevivir y trascender. Estos momentos críticos que padecemos estos poderes nuestros fortalecen la voluntad de trascender y elegir el mejor futuro para todos.

Dentro de 8 días nuestros conciudadanos votarán por una democracia trascendente, por unos ESTADOS UNIDOS MEXICANOS al servicio del bien común, forjarán su destino humano institucional.

Egresado de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Director del Centro de Psicología y Psicoterapia S. A. DE C.V.

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