Populismo, mito y ficción

Los objetivos de toda sociedad democrática son el bienestar integral de su población, en libertad permanente, con leyes justas y sistema judicial efectivo, así mismo, transparencia, combate a la corrupción, cumplimiento de derechos humanos, más democracia participativa y en paz permanente.

En más de tres décadas una de las principales ventajas comparativas de México en la globalización económica fueron salarios reducidos, cuyo incremento anual se ancló a las proyecciones de inflación también anuales, así, durante seis gobiernos federales se perdió más de 60 por ciento del poder adquisitivo salarial.

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Normalmente, el capitalismo genera dos distorsiones: desigualdad, que se refiere a la manera en que está distribuida el ingreso económico de un país; pobreza, que es la condición social y económica de las personas, de las familias y de las comunidades, es decir, el reducido nivel de satisfacción de necesidades de vida, como salud, vivienda, alimentación, educación y capacitación, servicios básicos y recreación.

La desigual distribución del ingreso nacional resulta en aumento de pobreza, desnutrición y precaria salud, con informalidad laboral, reducida productividad personal, migración, además altos índices de violencia e inseguridad. Modificar esta realidad comúnmente se denomina populismo irresponsable de corto plazo, que compromete el futuro económico de los países.

El pasado 26 de julio, el Inegi informó el resultado de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares 2022, lo que expresa en sí mismo el cambio de modelo económico del Estado gerencial de libre mercado al Estado de bienestar con responsabilidad social.

De 2018 a 2022, los ingresos de la población más pobre aumentaron 19.9 por ciento, mientras que los ingresos de los más acaudalados se redujeron 2.2 por ciento, así, según el indicador matemático Gini, la desigualdad disminuyó de 0.426 a 0.402 (1 máxima desigualdad, 0 mínima desigualdad); de 2020 a 2022 la pobreza total disminuyó de 52.8 a 43.5 por ciento y la pobreza extrema de 17.2 a 12.1 por ciento; los adultos mayores en promedio aumentaron su ingreso mensual de 6 mil 774 a 7 mil 912 pesos. Esto no es resultado del libre mercado.

Aparte de remesas para 4.9 millones de hogares (30 mil 238 millones de dólares enero-junio), los nueve programas sociales por 414.6 mil millones de pesos, el aumento al salario mínimo de más de 60 por ciento en cuatro años y la reglamentación de subcontratación (que otorga prestaciones sociales, participación de utilidades y antigüedad laboral a casi tres millones de trabajadores y trabajadoras), son aspectos que benefician a la población más vulnerable de la sociedad mexicana, pero esto se deriva de decisiones de justicia social y de política económica, para redistribuir riqueza e impulsar la economía a través del mercado interno.

Aún falta corregir desigualdad, porque las personas más pobres sobreviven con mil 314 pesos mensuales, mientras las de más ingreso reciben 19 mil 676 mil pesos al mes. Además, es necesario: reducir desigualdades regionales; mejorar servicios públicos de salud, porque las familias destinan 30.9 por ciento del gasto en este rubro; contener inseguridad; promover generación energética limpia; estrategias para autosuficiencia alimentaria; educación humanista, científico-técnica e inclusiva; reforma del poder judicial para certidumbre jurídica.

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Hasta ahora resultados económicos positivos: déficit fiscal reducido y manejable; recaudación contributiva subió 3.9 por ciento en primer trimestre respecto al mismo periodo de 2022; inflación a la baja con 5.06 por ciento anual en junio; inversión extranjera en ascenso, más reinversiones y menos nuevas inversiones (18 mil 636 millones de dólares a marzo de este año); desempleo en 2.7 por ciento; balanza comercial estable; confianza expresada en apreciación del peso; crecimiento económico anual proyectado en rango de 2.6 a 3.2 por ciento; la economía mexicana es la número 14 del mundo.

Cinco millones de personas superan pobreza en México, es decir, correlación crecimiento y desarrollo ¿populismo o cambio de modelo económico? Por lo pronto, se derrumba el mito de sacrificar bienestar social por productividad, asimismo, se desvanece la ficción neoliberal de que el mercado es la única manera de asignar óptimamente los recursos. La transformación avanza.