¿Qué tanto más esperará Fitch?
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Fua apenas un par de semanas atrás cuando la agencia calificadora Fitch Ratings confirmó la calificación crediticia de México en BBB-, apenas un escalón arriba de la zona de grado especulativo, así como la perspectiva de la nota en estable.
No obstante, en el mismo informe la agencia de evaluación de riesgos advirtió de manera clara y contundente cómo la iniciativa de reforma al Poder Judicial afectaría negativamente el perfil institucional del país.
El tema es relevante dado que un movimiento a la baja por parte de Fitch a la nota soberana, la estaría colocando en grado especulativo. Aunque ciertamente existen otras dos calificadoras igual de importantes, como Moody’s y Standard & Poor’s con las que todavía contaríamos con el grado de inversión, el precedente ahí quedaría.
Más preocupante es el hecho de que, en el mismo informe, Fitch señala que tanto el déficit fiscal como la deuda pública se han venido incrementando en los últimos años, aunque ciertamente aclara también que dicho porcentaje de deuda con relación al PIB se mantiene aún por debajo de la media de otras naciones con calificaciones similares.
La pegunta que queda en el aire es ¿qué tanto espera Fitch para actuar y proceder a la rebaja de la calificación? Queda claro, según la narrativa de diversos personajes vinculados a esta Administración, que la propuesta de reforma al Poder Judicial y órganos autónomos va porque va. De igual manera, es un hecho que -por más saliva que gasten los funcionarios ante los medios- no se logrará observar una reducción importante en el déficit fiscal, el próximo año.
En suma, las dos condiciones peligrosas que Fitch observa para un potencial deterioro en la calidad crediticia -reforma regresiva al Poder Judicial y la imposibilidad de ajustar la trayectoria de la deuda en el corto plazo- estarán presentes en las próximas semanas.
Cabe recordar que Fitch ha representado un auténtico dolor de cabeza para la presente Administración. En enero del 2019, tras rebajar la nota crediticia a Pemex, el presidente López Obrador se refirió a la agencia calificadora como hipócrita, ya que según su opinión ella permitió el saqueo de país y avaló la reforma energética. Sea lo que sea lo que ello signifique.
Puede ser que sea en septiembre para observar si al inicio del periodo de la nueva legislatura se vaya a abordar la propuesta de reforma. Quizás para octubre y esperar la postura de la nueva administración de Claudia Sheinbaum, o a más tardar para noviembre a fin de esperar el resultado de las elecciones en Estados Unidos, el plazo fatal que Fitch se pondrá para dar el siguiente movimiento en la nota soberana.