Tatiana Clouthier, la figura crítica que después se calló
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Tatiana irrumpió en la escena política como coordinadora de campaña de López Obrador, el 15 de enero de 2018. Fue el entonces candidato quien en una visita a Monterrey anunció la integración de Alfonso Romo y Tatiana Clouthier a su campaña: “se han caracterizado por defender los derechos ciudadanos de la sociedad civil”, “han participado en busca de la democracia”.
Romo y Tatiana “van a ayudarnos siempre buscando enlaces, tender puentes con todos los sectores, buscar la unidad de todos los mexicanos; necesitamos unirnos todos para sacar adelante a nuestro querido México”, concluyó un López Obrador con talante de un hombre centrado e incluyente que promovía la unidad de los mexicanos.
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Tatiana se convirtió en un personaje clave del triunfo ya que aportó frescura a un viejo anquilosado, claridad a un mensaje contradictorio, credibilidad a un político de izquierda, capacidad de debate a quien no habla de corrido, disposición de diálogo a un hombre que no escucha a nadie, valentía por dar la cara a un proyecto ajeno a su herencia. También Tatiana contribuyó con la cara femenil carismática que no pudo presentar Beatriz, la esposa del candidato.
La participación de la “Tía Tatis” en la campaña de 2018 atrajo jóvenes, mujeres y ciudadanos molestos con el PRIAN, que no se atrevían a votar por la izquierda por tener miedo que una izquierda radical fuera un peligro para México; y la invitación a Tatiana y a Romo ofreció el mensaje de que López Obrador se movía hacia el centro, se moderaba dejando atrás su radicalismo y rencor social.
El giro ideológico de Tatiana hacia la izquierda, habiendo participado en las campañas de su padre de 1986 y 1988, y después de una militancia panista de 15 años y de renunciar a Acción Nacional por “haberse alejado de los principios que le dieron vida y asemejarse al PRI”, también por la corrupción de los hijos de Martha Sahagún en el Infonavit y porque como diputados panistas los trataban “como si fuéramos pendejos”. No es sorpresa si se revisa su historia cuando fue testigo de la gran vocación social de su padre como agricultor y líder agrícola en el valle de Culiacán.
La derecha de manera histórica ha generado desarrollo económico mientras la izquierda moderada ha promovido el desarrollo social. Izquierda y derecha no son excluyentes ni antagónicos sino complementarios, por eso no es raro ver empresarios con vocación social.
Tatiana en sus inicios políticos siendo panista mantuvo diálogo con personajes de la izquierda con quienes hizo buena amistad ya que, a pesar de las diferencias ideológicas, los unía la lucha por la democracia y contra el autoritario régimen priista que se distinguía por la corrupción, el fraude electoral, el abuso del poder y la represión contra los disidentes.
Tatiana fue parte de este gobierno populista, demagogo e irresponsable como vicecoordinadora de diputados morenistas y como secretaria de Economía; empezó siendo crítica, luego se calló y se alineó. Hoy es vocera de la campaña de Claudia, buscando defender “los logros” de AMLO y promoviendo la continuidad; el problema es que Tatiana Clouthier ya no aporta frescura, mucho menos credibilidad o diálogo con quienes piensan diferente, en su nueva participación política ya no hay valentía ni convicción, únicamente intereses, solo repite el guion de su mesías tropical, ya no promueve esperanza porque ya los conocimos y AMLO resultó ser mentiroso, corrupto y traidor. Estoy convencido que la calidad de las personas se conoce en el poder, hoy hay soberbia cuando tan fácil que era decir “me equivoqué”.