Transformación es igual a reflexión y acción
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¡Larga vida a la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro!
¡Bravo! La oposición ya sabe cómo organizarse. El pasado domingo 26 de febrero, fuimos testigos de un abarrotamiento del Zócalo capitalino. Y entre las consignas de “No somos élite, somos pueblo” y “el INE no se toca”, lo que más debería importarnos a nosotros es que con esto nos han demostrado que ya tienen la capacidad de movilización y eso es debido a la creciente campaña de desinformación en los medios corporativos de comunicación. Si a eso le sumamos que la comentocracia e intelectuales dorados del régimen neoliberal ha abonado bastante a dicha campaña y se ha encargado de llenar los espacios de opinión con críticas escasas e infundadas hacia el proyecto de nación del compañero Presidente, lo que ha llevado a ciertos sectores poblacionales -clase media- a repudiar algo que no conocen y solamente saben de ello por sus interpretaciones, nos enfrentamos a algo muy grave.
Por el otro lado, lo que está pasando con el movimiento de transformación es que estamos tan enfocados y tan inmersos en la disputa de quién será la corcholata que vaya a encabezar el relevo presidencial, que no hacemos nuestra tarea de mayor relevancia que es seguir concientizando al pueblo, cosa de suma importancia debido a que nos encontramos en la marcha de ganar más simpatizantes y militantes para sustentar la transformación permanente en la que nos encontramos; recorremos un camino sin carriles de descanso. No podemos dejarle toda la carga al compañero Presidente para que sea el único quien lleve el mensaje del movimiento, de la información importante, de los datos reales y los verdaderos motivos para éste desde su aparato comunicacional que es la mañanera.
La derecha está poniendo cimientos, y eso es preocupante. Nos están comunicando que, en el 2024, cuando gane Morena las elecciones presidenciales, se tratará de un fraude electoral propiciado por “el plan B” de la reforma al INE, y será la oportunidad perfecta para difundir la idea de que es necesario acabar con los logros de la cuarta transformación con la excusa que han sido las causantes de una polarización de las clases sociales en México. Sabemos que existe un sesgo ideológico que ha puesto en contra a ricos y a pobres, a privilegiados y asalariados, y también sabemos que ha existido de manera constante en la historia de la humanidad. Sin embargo, lo que pregona la derecha desde ahora es que este sesgo se debe únicamente al trabajo de atención y beneficio que hace la cuarta transformación en pro de los más necesitados. Y si permitimos que esos cimientos se fortalezcan, terminarán por adquirir una voz más fuerte, por llenar la cabeza de ideas erróneas a miles de personas.
La vocación de izquierda y revolucionaria nos inspira a aceptar la libre y pacífica manifestación de las ideas, la convocatoria y organización de las expresiones. Sin embargo, la marcha del pasado domingo nos demostró dos cosas: que la campaña de desinformación en contra del Presidente es inmensa y que la comentocracia dorada del antiguo régimen ha permeado en la ciudadanía utilizando los medios corporativos de información. Lo que debemos sostener a toda costa desde nuestra trinchera, es que el pueblo mexicano merece una transformación real y cada vez más profunda, como la que estamos consolidando y en ese tenor un aparato electoral que sea imparcial, eficiente y austero, y que dé la certeza y la seguridad de la democracia en este país.
Cuando un gobierno está privilegiando a los pobres, los peones dorados del neoliberalismo, los mismos que fueron favorecidos por más de 40 años y jamás cuestionaron ninguna acción del régimen neoliberal, ya que no sintieron amenazados sus privilegios, salen a señalar que se beneficia solo a un sector poblacional injustamente, cuando éste es el más abusado y humillado históricamente, cuando ellos mismos han tenido que ver en esta historia de perjuicio.
Ya nos demostraron su capacidad de convocatoria. Y aunque pueda ser claro que una parte de la asistencia está conformada por gente a la que acarrearon o que de alguna manera obligaron a que fuera a la manifestación, cabe mencionar que existe otra parte que asiste porque siente una convicción de que el gobierno está haciendo mal lo que le toca, aun y cuando no han desarrollado una labor de convencimiento desde abajo, de casa por casa, como nos lo enseñó el Presidente. Lo que nos toca a nosotros es regresar a la esencia de nuestro movimiento y tener claro que lo más importante es concientizar alrededor del proyecto de transformación, continuar consolidándolo a nivel nacional como se está logrando, y no quien vaya a encabezar los esfuerzos en el relevo del compañero Presidente. Claro, quien vaya a hacerlo debe contar con los principios éticos y morales que se necesitan para continuar con la transformación y el proyecto de nación, que es el ente superior del actual gobierno de México, pero eso ya será tarea posterior.
No podemos parar; no se ha detenido el avance la derecha nacional y ahora más que nunca tenemos que concientizar, dejar claro que todos los beneficios que ha puesto sobre la mesa el gobierno de la 4T se han logrado por desprender los intereses de unos cuantos, de los intereses de la mayoría, como lo ocurrido con los programas sociales, que tanto han ayudado a la población y que conforman un derecho constitucional que nunca había sido atendido.
Este es un llamado a todos los simpatizantes y militantes del movimiento: no nos enfrasquemos únicamente en los esfuerzos de definir quién continuará con el proceso de transformación en las elecciones presidenciales de 2024 porque nuestra lucha no es solamente electorera, es política. No podemos quedarnos sentados cómodamente en nuestras casas y esperar pasar el cadáver del neoliberalismo y no olvidar lo más trascendente, que es continuar tocando las puertas, recorriendo los caminos y tocando los corazones de la ciudadanía con lo que es la esencia del movimiento de la cuarta transformación, un proyecto que en su conjunto es necesario para lograr un verdadero cambio. No debemos quedarnos dormidos en nuestros laureles; hace falta priorizar, por encima de quién encabece el proyecto, ya que este mismo será quien nos dé un futuro justo, es lo que nos dará historia de cambio. Entendamos, observemos, analicemos y tengamos presente que la derecha ya sabe organizarse. El verdadero objetivo está allá afuera, en la conciencia de las personas, y el verdadero enemigo es la desinformación, en la propagación de ideas tergiversadas para beneficio de pocos.
Nos vemos el 18 de marzo en el Zócalo capitalino para defender la patria.
Facebook: Antonio Castro
Twitter: @AntoniolCastroV
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