Les platico:
No se acostumbra uno nunca, ¿verdad?
En el norte somos más golpeado para hablar y escribir que en el centro, en las costas y en el sur.
Hace días compartí aquí la historia de una chica que al incursionar en el mundo de la información de la CDMX, fue señalada por su acento anorteñado y al comenzar a domesticarlo por motivos laborales, sintió que le era infiel al Cerro de La Silla.
Deteriora el ánimo hacer contacto con las plagas que -con un méndigo celular y cuando mucho una tablet- se creen periodistas y se pasan media vida copiando cuanta noticia pescan en la red, para darlas... luego en los chats donde se pasan la otra mitad de sus deplorables y decadentes vidas.
Atacan más al mensajero que al mensaje y se auto nombran “críticos”. Son de pacotilla y deshonran la cultura Cachanilla.
Ofenden a los medios formales que crean empleos y pagan impuestos, cuando ellos no hacen lo uno ni lo otro.
Se ostentan con un oficio que no tienen, pues creen que dan las noticias cuando lo que dan son otras piezas de sus degradados y mórbidamente obesos cuerpos.
De ellos brotan las fake news y las reproducen como gremlins en aguacero.
Se definen izquierdistas y atacan a todo aquello que sus legañosos ojos consideran de derecha.
No saben distinguir entre lo que es Morena y lo que es la 4T.
Le llaman partido político a algo que no llega siquiera a movimiento, pues apenas es un estado de ánimo, que convulsiona epilépticamente en los estertores del más incapaz de los sexenios presidenciales en México.
Mutación del periodismo
Las escuelas de periodismo han tenido que ir mutando a enfoques que tiran hacia otras especialidades.
Morirían si se quedan solo como escuelas de periodismo.
Son pocos los alumnos que aspiran a ejercer tal oficio porque éste es usurpado por influencers, youtubers, feisbuqueros, tiktokeros, chateros y chaleros.
La plaga centavera se disemina por la Tierra.
Se extingue una especie.
Aparece otra, no como producto de la evolución, sino de la destrucción.
Las masas se alimentan de chatarra informativa y cuando la esparcen cual heces en las redes, magnifican la ignorancia colectiva.
Por eso los populistas ganan elecciones.
Por eso la lealtad sustituye a la capacidad en los puestos públicos.
Por eso el que nace a la vida política como independiente o con un color, se vende a otros... colores.
Por eso las convicciones se prostituyen al mejor postor.
Por eso los partidos lacras se vuelven rémoras de otros para salvar el registro y seguir comiendo leche en polvo.
Colofón:
Mensajes estúpidos tratando de desalentar al votante, son excretados por los coros de loros que siguen ciegamente los mandatos del púlpito del Palacio Nacional.
Detrás del estribillo goebbeliano de “este arroz ya se coció” se esconde un miedo atroz a que las urnas se inunden de votos el próximo 2 de junio.
No hay que pedirles a los ciudadanos que voten por la oposición.
Solo que vayan a votar porque si lo hacen masivamente, el abstencionismo será vencido y cuando esto ocurre, la historia dice que SIEMPRE triunfa la oposición.
El mismo Andrés es presidente porque en 2018 se elevaron los números de electores que fueron a las urnas.
Ahora se le olvida eso porque quiere conservar el poder a toda costa y por eso ordena a sus criados dentro y fuera del gobierno que salgan con la chupaleta del arroz cocido.
Cajón de sastre:
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván; la Infame e Infumable Ramle y los desabridos gansitos rellenos de nada: la Ardiente, Ardorosa y Metiche Lady Rabietas Cochinilla -perdón- Cuachanilla- perdón- Cachanilla, con su inigualable, infaltable e inflable patiño, el Inquisidor Beto Hogueras Fogatitas; el estrógeno Jesús David, retoño de probeta y Lady; más la Sinsostenible Irene, nuevas adquisiciones de ese clan de chaleros -perdón- chateros regios.