Vociferación sin diálogo
Salir a gritar y a pancartear.
Es opción virulenta que contagia fácilmente a multitudes. Si hay algo que reclamar. Si hay pérdidas, obstáculos o discordancias, se busca la imagen, el video. Hay que estar ante las cámaras para estar en todos los teléfonos y en las pantallas de televisión.
Aunque las calles no tengan graderíos,
ni espectadores, ni peatones transeúntes,
lo importante es que haya lentes. Se quiere presentar un ambiente de afectados en
protesta.
El cauce legal está en sequía. La interlocución para debate coloquial, que examine puntos de vista en pugna y se encamine hacia acuerdos de mutuo beneficio, queda menospreciada, aplazada, precipitada y muchas veces inutilizada.
Se presenta la cantidad, el ruido, los carteles y banderines, los constantes canturreos, porras y clamores unánimes hasta un lugar de mitin unilateral. Si hay escudos de contención surgen los empujones de avance y retroceso.
El contagio es cibernético y corre de nación en nación como una moda de expresión que, no pocas veces, se vuelve violenta y destructiva.
El diálogo es señal clara de civilización, de inteligencia, de oportunidad y de mutuo respeto. No hay maniqueísmos descalificadores que afirman condenando sino mutua escucha, serena y madura, superando cada parte su tendencia a ver sólo su interés y su conveniencia.
Así se evitan guerras, huelgas, paros, tomas, bloqueos, plantones que son como una parafernalia o un aspaviento de supuesto poder excluyente.
¿PAJAR SIN AGUJAS?
Años de búsqueda aquí y allá, después de la tragedia de Ayotzinapa. Buscando agujas en un pajar. En los escondrijos de la muerte y en los laberintos de la vida.
Se cataloga como expresión del amor familiar. Encontrar un cadáver o anhelar el cumplimiento de un sueño al intentar encontrar −todavía vivos− a los que aquella desechada “verdad histórica” señaló como quemados y hundidos.
Así pasó en Argentina con la decepción de innumerables buscadoras que jamás encontraron a sus desaparecidos. En nuestro estado hay muchas familias con ausencias y se respeta su amorosa esperanza, incomprensible para muchos.
TREN RÁPIDO A MONTERREY
La idea va concretándose, planeándose, tomando forma. Es un desafío tan fuerte como lo fue, en años pasados, en otro rumbo, la carretera a Mazatlán sin “espinazo del diablo”. Se hizo acá carretera sin “cuesta de los muertos”; pero ahora el reto son los túneles que lleven −casi en línea recta y sobre rieles− hacia los límites regios en pocos minutos. Si no lo hacen empresas de la nación del norte, cerrarán el ojo rasgado los ingenieros chinos o japoneses con su valiosa experiencia y su tecnología de última ola.
FAMILIAS SIN ASPEREZAS
Se han publicado estadísticas de homicidios crecientes y de llamadas de urgencia por violencia familiar en nuestro estado.
Es conveniente una campaña en los centros educativos, en los medios de comunicación y en orientaciones en colonias populares acerca de hacer en las familias un clima de convivencia sin asperezas en la comunicación.
Alcoholismo y drogas son pésimas raíces generadoras de violencia. Fomentar una forma de hablar que reviva delicadeza, cortesía y buen afecto. Los negativos modelos presentados en novelas televisivas, llenas de conflictos y agresiones de todo tipo, parecen programar a quienes las devoran y acaban imitando sus reacciones y sus irritaciones.
No gritar, no insultar, no empujar ni
golpear, no amenazar ni tampoco despreciar con silencio acusador, sino practicar
la reconciliación y conservar entre todos
la paz...