¿Y si Morena retiene el poder en 2024?
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Les platico que tengo una hija viviendo en Viena desde hace varios años y cuando estaba terminando allá sus estudios, de pronto ya no le alcanzaba con la mesada que recibía desde acá.
Me vine dando cuenta de eso al cambiarse del lugar donde vivía y así de repente me enteré de que por su cuenta estaba sosteniéndose allá.
Bueno, no precisamente por su cuenta, como leerán en seguida.
Debido a que no trabajaba todavía -pues para hacerlo tenía primero que cumplir con un cuete de requisitos de equiparación de sus oficios médicos, adquiridos mayormente en México- su hospedaje y manutención dejó de depender de éste su irreverente servidor.
A cambio de sostener un puntaje mínimo de calificaciones y un récord limpio de lo que allá llaman “comportamiento social”, consiguió “ayuda” del gobierno austriaco.
Pero no le dieron los euros para sostenerse allá.
Recibía bonos o cupones para canjearse en tiendas por alimentos y artículos personales de subsistencia, comida, vestido y transporte.
Si ahorraba le alcanzaba para uno que otro lujito, como entradas para el cine y otras diversiones menores.
Y la renta de su nuevo departamento no la pagaba ella, sino que el mismo gobierno se la depositaba cada mes a un matrimonio de jubilados mayor de 65 años que la tenía en su casa como huésped.
Si había quejas fundadas de “mal trato” por parte de sus anfitriones, éstos eran sacados de la lista de “matrimonios proveedores” y enviaban a su huésped con otros de mejor récord al respecto.
El día que mi hija terminó sus estudios y consiguió trabajo, religiosamente separaba cada mes el 35% del sueldo que le pagaban.
Con el resto se sostenía en Austria, pero ese 35% era lo primera que separaba de su cuenta bancaria, porque lo depositaba a una cuenta del gobierno.
No se lo retenía alguna instancia oficial, ella lo hacia de motu proprio, o sea, por propia iniciativa.
ERA UN PRÉSTAMO, NO UNA DÁDIVA
Es que lo que ella había recibido no era un dádiva. Era un préstamo y tenía que pagarlo. Y lo hizo puntualmente hasta que saldó su cuenta con el gobierno.
Platicando antier con mi amigo Irving Gatell supe que lo mismo sucede en Holanda, pues su hija vive actualmente allá y está en una situación igualita a la de mi Pita.
También en Noruega y en otros países nórdicos.
MIENTRAS TANTO EN CIUDAD GÓTICA. PÉRDÓN, EN MÉXICO...
La 4T regala cada dos meses poco más de $3,000 a personas mayores de 65 años y mensualmente $5,258 a jóvenes entre 18 y 29 años.
La palabra es, “regalo”, puesto que es solo propaganda oficial eso de que los $3,000 a los adultos mayores es para los pobres y la de los $5,258 es para “jóvenes que construyen el futuro”.
La esposa de un ex gobernador panista de Nuevo León dijo cuando fue descubierta dentro del programa de adultos mayores, que el dinero que recibía se lo daba a una de las personas que trabaja en su casa como jardinero y multi usos.
El hijo de una familia aspiracionista del segmento socio económico medio alto, no supo qué decir cuando fue descubierto por mi BigData recibiendo los $5,258 mensuales.
LA BOMBA QUE VIENE...
Si cualquier partido opositor gana las elecciones en 2024, lo primero que va a hacer el nuevo presidente será eliminar semejantes dádivas, por tres razones:
1.- Esos programas están a punto de costarle al gobierno mexicano -léase, a nuestros impuestos- un billón de pesos en lo que va del sexenio de don Andrés Manuel.
2.- Darles $3,000 bimestralmente a los adultos mayores vuelve inútiles a los que todavía están en edad útil. El mismo IMSS sostiene que una persona arriba de 60 años dispone por lo menos de 7 años de vida laborable sin padecimientos incapacitantes.
3.- Darles $5,258 mensuales a chavos de entre 18 y 29 años, sin controles formales de su empleabilidad, fomenta en ellos la huevonería, la holganza, la vagancia y la conformista mediocridad.
Pero al eliminar esos programas, millones de mexicanos dejarían de recibir de la noche a la mañana buena parte del dinero con el que sostienen sus vidas.
Esto crearía las condiciones suficientes para que se produjera un estallido social de magnitudes inimaginables.
Ese sería un escenario.
El otro es peor: hordas de “despojados” de sus únicos ingresos, volcados a las calles para protestar por “otro” robo electoral en contra del candidato de Morena.
TOMA DE REFORMA
Aquí sucederían cosas peores que la toma de Reforma provocada por don Andrés Manuel el 30 de julio del 2006, que durante 47 días causó pérdidas superiores a $3,000 millones, el despido de casi mil empleados que estaban registrados en el IMSS, más el cierre de 900 negocios de las Delegaciones -hoy alcaldías- Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.
En mayo del 2013, la SCJN ratificó la sentencia de un Tribunal Colegiado que obligaba al casi extinto PRD, a pagar $25 millones 314 mil 634 por concepto de facturas de insumos y logística por el bloqueo del 2006.
Doce años después de esa fecha, López Obrador asumió la presidencia de México.
Él mismo se lamentó más tarde del alto costo que representó su idea del plantón de Reforma, pero el mentado costo lo focalizó muy a su estilo, al decir que sus adversarios lo habían utilizado para atacarlo con “...una campaña terrible de desprestigio”.
Así las cosas, ¿qué le convendrá más a México?
¿Un partido opositor en el gobierno u otro de Morena por seis años más?
CAJÓN DE SASTRE
“No jodas con esa pregunta”, remata y me reclama la irreverente de mi Gaby.