‘Apenas me pusieron el maquillaje del Pingüino el cambio fue instantáneo’: Colin Farrel habla sobre su experiencia en el spin-off de The Batman
Una historia que nadie estaba esperando pero que se ha convertido en un éxito dentro de las adaptaciones al cine de Batman tiene a Colin Farrel protagonizando bajo kilos de maquillaje, para convertirse en un capo del mundo criminal
No es fácil reconocerlo en las fotos, ni en el cine, ni en la serie. Ni siquiera es posible imaginarlo como uno de los más famosos villanos, aunque ya lo hayamos visto con el mismo personaje en la versión The Batman de Robert Pattinson. Pero es él. Colin Farrell es quien realmente está detrás de El Pingüino, una vez más, en la nueva miniserie de HBO que solo en Estados Unidos, ya vieron el primer episodio más de 5 millones de personas. Y sin una sola gota de maquillaje y el verdadero acento irlandés, con los superpoderes del periodismo, pudimos entrevistarlo.
¿Es verdad que durante todo el rodaje te comportaste tal cual como tu personaje y ninguno de los otros actores te vio ni te escuchó como el verdadero Colin Farrel?
(Risas) Algunos de ellos se acercaron el último día del rodaje para decirme “Me encantaría conocerte algún día”, porque nunca antes me había visto como hoy (Risas). Y habíamos trabajado juntos durante un año en Nueva York, aunque tuvimos la huelga de actores en el medio. Fueron largos días de trabajo, fue todo increíble.
¿Y cómo reaccionas cuando te ves en HBO, tan diferente, ahora?
Puedo verme un poco más objetivo, porque en general soy una persona con muchas inseguridades, repleto de dudas, en todo. Cuando salí del estreno de ‘The Banshees of Inisherin’ me acuerdo que le dije a mi hermana “¿Cuál es el próximo trabajo que ya acepté? No creo que vuelva a trabajar de nuevo”. Y me terminaron nominado al Oscar... Quiero decir que no tengo la menor referencia. Y está bien, porque no necesito tenerla. Siento que mi presencia en algo, lo arruina todo... para mí. En este caso solo arruiné el 80% (risas). Es por eso que pude aprovechar mucho más, al tomar distancia con mi personaje, por el maquillaje, el cambio físico, hasta los ojos me veo un poco diferente. Veía al mundo de una forma diferente.
¿Cómo fue aquel primer día que te viste con el maquillaje y todo el cambio físico del Pingüino?
Apenas me pusieron el maquillaje de el Pingüino, el cambio fue instantáneo. Ya había analizado bastante el guion que estaba tan bien escrito para el personaje. Ya habíamos tenido conversaciones del aspecto psicológico, sus inseguridades y toda la paranoia con que lo queríamos ver. Alguien que quería tener todo el poder, sin pedir permiso en el mundo criminal de Ciudad Gótica. Y cuando me vi al Espejo fue como ver un video de Youtube de los gatos que se miran al espejo por primera vez y vi ese reflejo que nada tenía que ver con lo que había visto en los últimos 45 años. Fue algo muy poderoso. Y fue igual, para todos los demás que me vieron. Si te cambiaran tanto como a mi, enseguida te sentirías alguien diferente, bastante confuso al principio, pero con algo realmente poderoso y un poco extraño. Ya después, solo tuve que seguir el diálogo del guion, nada más.
¿Qué tan difícil era el proceso la transformación física, con tanto maquillaje?
La primera aplicación había sido seis meses antes de filmar la película The Batman. Y fueron ocho horas, sin que nadie tuviera que esperarme en el estudio para filmar. Se tomaron su tiempo. Ni siquiera fue la versión final, solo tenían algunas piezas terminadas, donde alguien más se ocupó del pelo y otra persona también hizo los dientes. Fue todo un proceso de 11 o 10 artistas, en un estudio de Burbank. Fueron los días más mágicos que tuve en mis 25 años como actor. Estaba muy entusiasmado. Me estaban convirtiendo en El Pingüino. Era una locura, una extraordinaria locura. Para cuando empezó el rodaje, el maquillaje pasó a ser una sesión de cinco horas, después cuatro, hasta que al final tardaban ‘solo’ tres horas. Era un momento mágico para mí, porque tampoco dejaban entrar a nadie que pudiera reconocerme. Teníamos un camarín exclusivo para El Pingüino. Nunca sentí que fueran tres. Me encantaba el proceso. Yo llegaba, tomábamos café, me afeitaba, me sentaba en la silla y yo aprovechaba el tiempo para revisar las escenas que tenía que filmar ese día. El tiempo pasó volando.
¿Es verdad que llegaste a dejarte mensajes en el contestador automático de tu teléfono con la voz de el Pinguino?
Ah, sí... lo hacía cuando estaba aburrido, entre toma y toma, porque me escapaba del estudio y me quedaba sentado en una silla mirando a uno de esos espejos de maquillaje con las luces brillantes que nunca se usan. Y cuando me aburría ahí sentado, dejaba mensajes para mis hijos, en el teléfono.
¿Cómo tomaban tus hijos semejante broma?
A lo mejor el primero... los pude haber impresionado, pero lo hice para salir del aburrimiento. Había trabajado durante dos o tres meses, después de probar diferentes voces y acentos. Pero al momento de tener el maquillaje terminado, surgió automáticamente la que ven ahora.
Hay quienes recordarán El Pingüino de Danny DeVito con el Batman Returns de Michael Keaton o El Pingüino de la TV con un menos conocido actor llamado Burgess Meredith. Pero El Pingüino de Colin Farrell, muy pocos supieron que era Colin, cuando apareció en el cine como el dueño del nightclub Iceberg Lounge. Aquel que había sido capturado por el Batman de Robert Pattinson después de una persecución de autos. En esa época tampoco era ningún mafioso y la idea original, incluso había sido llevar al cine la continuación de la historia, como hicieron con el Joker de Joaquin Phoenix. Pero en Warner prefirieron extenderlo en una miniserie de ocho episodios, que justamente comienza una semana después de la versión del cine, con la clásica forma de caminar, con un paraguas en la mano, para mostrar en TV el ascenso de El Pingüino como el líder de criminales de Ciudad Gótica.
¿Si tuvieras que describir la gran razón por la cual El Pingüino elige el mal camino, cómo lo justificarías?
El problema de haber nacido con una limitación física en la pierna, lo hace sentir que no es para nada grandioso. Se siente juzgado por su propia limitación y es por eso que tampoco soporta las burlas. La madre te diría que fue la mejor influencia en su vida, pero tampoco se crió con demasiado amor. Y es algo que surge más tarde en la historia. Tampoco lo justifico porque conozco gente que viene de hogares violentos y terminaron siendo las personas más extraordinarias, mientras que otras personas muy privlegiadas que terminaron hiriendo mucha gente. Pero mi personaje tiene un gran catálogo de dolor en su pasado. Y lo mejor de la serie es poder mostrar las razones por como es como es. Sin querer contar el final, creo que El Pingüino también va demasiado lejos y... ya no puede volver.
¿Sabes si Danny DeVito llegó a ver en en el cine la versión del mismo personaje que él ya había interpretado como El Pingüino en el cine?
Con Danny DeVito intercambiamos mensajes de texto, pero solo fueron bromas entre nosotros, para decir cual era el mejor Pingüino. No intercambiamos fotos ni nada parecido, solo opiniones. Nada serio. Yo también había crecido como un fanático del Pingüino de la TV de Burgess Meredith, cuando tenía seis o siete años, hasta que Danny DeVito filmó la versión de Batman con Tim Bruton.
¿La evolución de la clásica forma en que camina El Pingüino también fue programada?
Lo tomé como si él estuviera parado todo el día, sabiendo que podía caminar mejor si había dormido bien la noche anterior o cuando no quería ser juzgado por otros. Pero quise recordar que fuera algo que no era para nada gracioso, algo también doloroso. Son temas que uno trata de responder sobre un personaje, detalles divertidos que ayudan a la experiencia de la actuación.
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¿Te inspiraste en alguien particular para interpretar tu versión de El Pingüino ?
Alguien señaló un parecido con Dustin Hoffman en Midnight Cowboy, aunque nunca pasó por mi cabeza. Seguramente, entre todo el cine que vi en mi vida, pudo haberme influenciado en alguien. Alguien también me dijo que el primer episodio les recordó a Robert De Niro como Al Capone en Los Intocables. Otro dijo James Galdolfini en Los Sopranos. No es ninguna actuación original, te diría que todos están ahí, porque vi Los Intocables dos veces, Midgnight Cowboy la debo haber visto cuatro veces. Y como actor, todo lo que veas o escuches termina penetrando un lugar que se filtra en cada uno de los personajes que interpretes.
¿Te resultó fácil despedirte del personaje?
¿Del mundo oscuro del pingüino? Para cuando terminamos de filmar la serie, yo ya estaba listo. Fue realmente un honor. Pero quitarme el maquillaje al final del último día ayudó tanto como el proceso del primer día que me lo pusieron. Las dos horas y 57 minutos que tardaban en maquillarme, tomaban otros 45 minutos para quitármelo. Y aquel último día sentí un alivio, después de haber estado así durante 15 horas. Fue genial (Risas). Tampoco lo tomes a mal, no estoy arrepentido, pero el alivio de quitarme esa ‘mierda’ fue como nacer de nuevo. Volví a nacer. Ya había hecho suficiente. Volví a mi habitación del hotel y me puse a mirar dibujos animados de Pixar: Buscando a Nemo. Tenía que ver algo liviano. Ni me atrevía a ver más historias oscuras o dramáticas. Y Buscando a Nemo terminó siendo la respuesta más rápida, para buscar a Colin Farrel. Y lo encontré.
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