Gilberto Duque, ‘un cervantista, andariego, taurino y amigo’, ofrecen homenaje al profesor en el CECUVAR
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El profesor fue una figura central de la educación, las letras y la cultura saltillense
“Un ícono de la cultura y la educación en Coahuila,” así es como se puede definir la figura del maestro universitario y escritor, Gilberto Duque Medina, quien falleció en octubre pasado a los 90 años. Sin embargo, su legado sigue estando vivo en todos aquellos amigos, alumnos y lectores. El profesor Duque, como era conocido, fue un apasionado a la historia y a la literatura, es especial de la obra cumbre de Miguel de Cervantes, “Don Quijote de la Mancha”.
El jueves 19 de mayo, el Centro Cultural Vito Alessio Robles le dedicó al maestro Duque un homenaje por todo lo que significó para la cultura de Coahuila. De hecho, en en la década de los ochentas el docente publicó sus artículos en diversas ocasiones en Semanario, el entonces suplemento cultural de VANGUARDIA.
El evento que reunió a familiares y amigos, así como a los hijos del fallecido escritor, se caracterizó por celebrar la vida del maestro, así lo expresó Esperanza Dávila, directora del Cecuvar. “Vamos a celebrar la vida de Gilberto Duque, que hace unos meses partió, pero estoy segura que lo hizo con las alforjas bien llenas de alimento para su espíritu, para el camino al que tendrá que llegar, por eso, es un enorme placer recibirlos y compartir los sentimientos, las anécdotas y los recuerdos que tengamos de él”, comentó.
El homenaje fue a manera de tertulia donde los asistentes tomaron el micrófono y compartieron algunas anécdotas que tuvieron con el homenajeado, iniciando con la intervención de la directora del mencionado recinto, quien compartió las razones por las que Gilberto Duque se convirtió en librero.
“Al término de su jubilación magisterial, el profesor Duque se convirtió en librero, pero ¿por qué? Siempre pensé que lo hizo para extender su cátedra y finalmente cuando hubo de irse, sobre todo los amigos y las personas que andamos aquí por el centro, extrañamos su figura tan particular, que caminaba del estacionamiento a la librería, a su feudo más amado: la Librería Zaragoza. Como escritor fue autor de una obra que fue expresión y recuerdo de sus experiencias más vitales y resumen de las huellas que le dejaron sus viajes y lecturas. Sus grandes temas son indudablemente la suma de sus gustos, sus preferencias, amores y preocupaciones, por ejemplo, Saltillo, la ciudad que hizo tan suya y que vivió tan auténticamente”, relató la gestora cultural.
“El profesor Duque era un hombre polifacético, lo mismo hablaba de Cervantes, daba sus clases de inglés, pero también tomaba fotografías y en la cuestión social hacia mucho énfasis. Desde su casa escribíamos periódicos estudiantiles para el Tecnológico o para la escuela de leyes. Fue una persona muy amable con una sonrisa a flor de labio.
“Él dejo un legado en la cuestión educativa, ya que, estuvo al lado del doctor Mariano Narváez, fundador de muchas escuelas de Saltillo. Era un hombre que siempre nos ayudaba, aprendimos muchas materias con Gilberto, filosofía, ética, cosas que no nos daban en el Tecnológico de Saltillo”, compartió por su parte Rufino Rodríguez, librero y amigo de Gilberto Duque.
El evento, que duró aproximadamente una hora y media, poco a poco se convirtió en una charla amena donde varios asistentes más compartieron sus recuerdos con el maestro Duque. La tertulia fue una celebración a la vida de este importante personaje de la ciudad, quien vivirá en la memoria de la cultura saltillense por muchos años más. Él es una figura digna de recordar.