De Brandon Lee a Alec Baldwin: ¿Qué tan segura es la industria del cine?

“El Cuervo” era la película en que Brandon Lee se encontraba trabajando cuando murió. Todo sucedió en 1993, Lee estaba rodando la primera escena de la película, una en la que su personaje, Eric Draven, entraba a su departamento y recibía un disparo del líder de una pandilla, pero cuando el director gritó ‘corte’, Lee no se levantó... 12 horas después falleció de una hemorragia interna. Aunque son raros, los accidentes dentro de los sets de filmación no son imposibles, y el reciente caso de Alec Baldwin nos lo recuerda. ¿Qué salió mal? Esa es la pregunta que todos se hacen.

Al parecer, Baldwin se encontraba trabajando en el rodaje de la película independiente “Rust”, un western del que él era productor y que se encontraba en producción en Nuevo México. Tras filmar una escena de acción, la directora de fotografía Halyna Hutchins, de 42 años, murió al recibir un disparo del actor con un arma de supuestamente cargada con cartuchos de fogueo, mientras que el director del filme, Joel Souza, salió gravemente herido.

Otro caso similar al de Baldwin fue el de Flavio Peniche, el hermano menor de Arturo Peniche, quien en 2003, terminó envuelto en un terrible accidente, al punto de ser acusado de homicidio imprudencial. Cuando grababa una escena de acción, Flavio Peniche asesinó de un disparo a un extra de la cinta. Las balas que se habían usado en el rodaje eran reales, y él no lo sabía.

Las armas de utilería están diseñadas con el propósito expreso de parecer armas de fuego reales, pero no funcionan como tal. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que estos dispositivos fallen, o que la producción decida no utilizarlas. En 2019, el experto en armas Dave Brown, aseguró para la Revista American Cinematographer, que las armas de fuego reales agregaban autenticidad a los primeros planos en particular, esa verosimilitud que buscan los amantes del cine. Pero, señaló que también requieren expertos en el set para asegurarse de que se manejen adecuadamente en todo momento.

‘NO A LAS BALAS’

Y sí, un arma seguirá siendo un arma independientemente de lo que contenga. José Ángel Cordero, especialista en efectos especiales y nominado al Ariel este 2021 por su trabajo en “Sin Señas Particulares”, aseguró en entrevista con VANGUARDIA que las armas cargadas con cartuchos de fogueo no son cien por ciento seguras, por lo que él ha optado por diseñar armas con plástico firme o rígido que lucen idénticas y que hacen de las filmaciones un lugar seguro.

“Las armas con cartuchos de fogueo o de salvas, son aquellas que solo cuentan con el detonador o disparador, los cartuchos son fabricados sin el plomo, él cual es el que lanza la bala para que haga daño. Los armeros o utileros son los únicos que pueden enseñarles a los actores cómo utilizarlas, sin embargo, siempre hay riesgos con este tipo de armas”, comentó el hijo de “El Chovy”, uno de los mexicanos más destacados de la cinematografía nacional y que gracias a su creatividad, fue el pionero de los efectos especiales tanto en México como Estados Unidos.

José Ángel afirma que siempre hay otras opciones, una lección que la industria del cine en México aprendió tras el incidente de Flavio Peniche. “No hay necesidad de utilizar armas reales o con cartuchos de fogueo, las armas que he duplicado y que he hecho nos funcionan exactamente igual, y con eso estamos evitando este tipo de situaciones. A raíz de aquel accidente en México, idee esta forma de hacer y utilizar armas, las cuales estuvieran completamente selladas del cañón. Es realmente triste esto que pasó y preocupante porque hay otras opciones”, comentó Cordero.

Sobre su verosimilitud, José Ángel asegura que varios directores y productores han optado por dejar atrás las armas reales o con cartuchos de fogueo para utilizar este tipo de duplicados. “A los productores les ha gustado mucho por la seguridad que les da, porque nunca van a tener un accidente. Álvaro González, un productor con el que he trabajado por mucho tiempo, fue uno de los primeros con los que he utilizado este sistema de no balas, ni siquiera de salva, y le ha gustado mucho”, señaló el especialista.

ERRORES DE CÁLCULO

En 1984, Jon-Erik Hexum estaba en el set del programa de televisión de CBS “Cover Up”, cuando se aburrió durante un largo retraso en la filmación, cargó su revólver con un cartucho de fogueo, hizo girar el cilindro como si estuviera jugando a la ruleta rusa y se puso la pistola en la cabeza. Apretó el gatillo, sin darse cuenta de que esto era extremadamente peligroso, y aunque la bala no era lo suficientemente fuerte como para penetrar su cuerpo, el impacto le fracturó el cráneo y envió fragmentos de hueso a su cerebro. Murió seis días después.

La tragedia también puede ocurrir si la pistola de utilería está cargada incorrectamente, que es lo que le sucedió a Brandon Lee. En cuanto a la cuestión de la responsabilidad, es solo tarea de las fuerzas del orden investigar, y definitivamente pasará algún tiempo antes de que sepamos algo sobre la tragedia de “Rust”. Pero debe tenerse en cuenta que en la gran mayoría de los casos, la persona que apretó el gatillo no tuvo la culpa. Se les entregó un artículo y se les aseguró que funcionaría normalmente, y no fue así.

Los errores no tienen por qué suceder por incompetencia o malicia. Incluso pequeños errores de cálculo pueden resultar en una situación potencialmente peligrosa. Por eso es importante que las producciones cuenten con expertos competentes que supervisen todos los aspectos del uso de armas de fuego en películas y series de televisión.