¿American Horror Story 11 es un llamado de advertencia?; El terror y enemigo a vencer es... el VIH

La historia producida por Ryan Murphy pone en mesa la epidemia que en los 80s no sólo aterrorizó EU sino que en México también dejó estela de contagios; la serie se encuentra en la plataforma Star+ y el protagonista no es algo paranormal

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/ 18 noviembre 2022
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Esta semana concluyó sus transmisiones la onceava temporada de American Horror Story, serie antológica que relata el terror y miedo principalmente como lo dice su nombre en Estados Unidos. Pero el tema de este año terminó siendo una revelación y un momento de reflexión, lo que atormentaba y perseguía a los protagonistas no era un fantasma, una bruja o una leyenda urbana sino algo peor según los productores y guionistas: el VIH.

Pareciera que desde los primeros episodios del drama producido por uno de los creativos favoritos de la industria, Ryan Murphy, nos presenta dos asesinos seriales en Nueva York.

Sin embargo esos giros en los episodios y esas sorpresas narrativas o en personajes hacen dudar al auditorio más sobre quién estaba detrás de la máscara del ‘Big Daddy’ presunto asesino quien tiene el físico y la fuerza de una persona ejercitada y atlética pero que usa una máscara de látex para imponerse más.

POCA PROMOCIÓN, PERO CLAVE EN LA TRAMA

Los fanáticos de la serie cuestionaban conforme se acercaba la fecha de estreno sobre el tráiler, los avances o conocer al menos quienes podrían ser las nuevas víctimas del terror en ausencia de sus más conocidos rostros Sarah Paulson y Evan Peters.

Sin embargo la producción a cargo de Ryan y Brad Falchuk mantenían bajo llave la trama sólo debelaron poco a poco algunos de los personajes, unas caras conocidas en la serie y otras en algunos otros proyectos de Murphy para otros canales o plataformas de streaming.

Cuando se dijo que sería AHS: New York City, en foros de fanáticos se especulaba sobre una historia con un asesino serial de homosexuales en la década de los ochentas teniendo como escenario precisamente la ciudad de Nueva York.

EL ENEMIGO...

Durante los 10 episodios de la trama se hablaba de dos asesinos, la audiencia descubre para el tercer episodio de la existencia de un hombre de carne y hueso que asesina a homosexuales. Primero los secuestra, los tortura y finalmente da el golpe final.

Los protagonistas principales interpretados por Joe Mantello, Russell Tovey, Charlie Carver acuden por ayuda a la doctora interpretada por Billie Lourd. Esta última es pieza clave al descubrir un extraño virus que se contagia y proveniente según sus primeras teorías de los venados y sus crías.

Ella es la única médica interesada en descubrir qué está pasando con ese “virus” y porqué hay cada vez más hombres que tienen sus síntomas similares. El factor común es que todos estuvieron en un lugar llamado Fire Island no muy lejos de la ciudad de Nueva York, por lo que ella tiene la teoría que “enfermedad” se transmite por garrapatas.

Tras episodios donde se relatan de manera cruda las relaciones físicas e interpersonales entre los protagonistas y el mundo homosexual, el cual es indiferente ante las autoridades de salud y policial se devela al verdadero enemigo.

Aquella figura masculina llena de músculos y fuerte no es más que la representación del virus. Como público lo vemos, pero los personajes que se enfrentan a él no lo pueden herir o dañar, simplemente lo noquean o lo esquivan. Hasta que el tiempo llega y no pueden escapar de él más.

LA AMENAZA EN MÉXICO

Fanáticos corrieron a redes sociales para reclamar la “poca” imaginación y la tan desabrida historia... para muchos es la peor temporada de la exitosa antología, mientras para otros más el mensaje llegó directo a la reflexión.

Ninguno de los protagonistas escapó al VIH, en una época en donde la crisis de contagios estuvo desatada, sin medicamentos, sin autoridades que se interesaran o dieran voz a las víctimas.

La historia se desarrolla en los Estados Unidos, pero en México se vivían cosas similares.

En 1983 comenzaron a notificarse los primeros casos de SIDA en México, mismos que se habían iniciado en 1981, año que se considera como el principio de la epidemia, de acuerdo a la información de salud pública del gobierno.

Según el registro de Vigilancia Epidemiológica de Casos de VIH en México el primer año en que se reportaron los casos se tuvieron conocimiento de 67 enfermos. Lo cual peligró cuando en 1989 la cifra aumentó a 2 mil 930 casos en sólo 6 años.

La trama de la serie se va en este contexto, cuando en los episodios finales hacen una perturbadora pero cruda analogía a la muerte por VIH.

Para finales de los años 90 las autoridades reportaron 9 mil 446 casos diagnosticados de sida en México.

¿SE VENCIÓ EL ENEMIGO?

En los minutos finales de la trama se puede ver a los sobrevivientes de la historia marchar, reclamar y pedir ayuda del gobierno tanto en salud como en prevención, para un grupo social que denunciaba ser abandonado.

A más de 30 años de esa epidemia real en Estados Unidos y en México los esfuerzos han dado resultados en algunos objetivos.

Sí, se sigue estigmatizando sobre los contagios ya que no sólo personas homosexuales lo padecen sino heterosexuales. Sin embargo, se ha convertido en un tema que sigue sin ser tomado con seriedad.

Hasta la primera mitad del 2022 Coahuila tenía el registro de 3 mil 225 casos notificados de VIH, de acuerdo a la Secretaría de Salud Federal.

Existen medicamentos y tratamientos que ayudan a mantener una mejor calidad de vida. Pero tan cruel que parezca a más de 30 años de la historia de horror no existe una cura.

Según el portal del gobierno federal las personas detectadas o que sepan que padecen VIH deben acudir al médico para ser valoradas y puedan someterse al tratamiento de retrovirales.

Semanario de Vanguardia MX reportó en mayo de 2022 que 3 mil 190 personas que viven con VIH en Coahuila, según el último corte del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida, podrían estar en riesgo, ante la interrupción de abasto de suministros y atención adecuada por parte de las distintas instituciones de salud.

En Coahuila hay mil 485 pacientes están en tratamiento antirretroviral.

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En redes sociales pacientes con VIH positivo se dicen orgullosos de sobrevivir con tratamientos, mientras que una parte pide que se le tema y se insista en mostrar la gravedad de una historia de horror que es real para miles de mexicanos y otros miles más coahuilenses.

En la vida real esta historia no ha llegado a su fin y lleva a cuestionarse ¿Cómo se puede vencer del monstro de VIH? O mejor aún saber cómo escapar de esa pesadilla que lleva años cobrando vidas.

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