El legado de Pancho Villa: Jorge A. Jiménez, actor coahuilense, le da vida en ‘El Centauro del Norte’

Este actor, procedente de Zaragoza y quien tiene una nominación al Ariel, nos habla en exclusiva de una serie que se estrena este miércoles donde personificará a una de las figuras más emblemáticas de la historia de México

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/ 19 julio 2023
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El 28 de julio de 1920 Pancho Villa arribó a la ciudad de Sabinas, Coahuila y desde ahí anunciaría que depondría las armas y también que su retiro lo haría en la Hacienda de Canutillo, la cual le fue regalada por el gobierno mexicano por sus servicios prestados a la Revolución. Tres años después fue emboscado y acribillado a balazos y era tanto el miedo que le tenían, que para no verlo levantarse luego de tantos disparos, le cortaron la cabeza.

A 88 kilómetros al norte de Sabinas se encuentra Zaragoza, el poblado en donde vería la luz Jorge A. Jiménez 58 años después de la visita a Coahuila del mítico revolucionario que se convertiría casi en santo y en una figura emblemática de la historia de este país y a la que el actor coahuilense le pondrá rostro en la serie “Pancho Villa: El Centauro del Norte” que hoy se estrena por Star+.

$!Jorge A. Jiménez le da vida a Pancho Villa, un militar mexicano que se destacó como uno de los principales jefes de la Revolución Mexicana.

Una empresa nada sencilla para el actor coahuilense, si estamos de acuerdo en que no se trataba de un simple mortal, sino una leyenda cuyo mote de Centauro lo convierte en una criatura con la cabeza, los brazos y el torso de un hombre y el cuerpo y las patas de un caballo. Esta figura mitológica nació a unos pasos de Coahuila y ahora es otro norteño el que lo encarna y le pone todo ese orgullo, toda su bravura, su mente maestra para hacer la guerra y acribillar a sus enemigos. También retratará la parte humana de un hombre mujeriego y macho bragado que ha sido pintado como un desalmado, pero que se cuenta era de lágrima fácil y solidario con los desposeídos y la causa revolucionaria.

Y es que, luego de un siglo de que este país se levantó en armas para luchar por un futuro mejor para todos y ya con el camino pavimentado, Jorge A. Jiménez empezó una lucha que no es poca cosa: Decidió dedicarse a la actuación en una pequeña población minera de 12 mil habitantes enclavadas en el norte de Coahuila.

Pero, así como Pancho Villa decidió dejar las armas en este bravo territorio, Jiménez decidió hacerse de valor y tomar las suyas: Su cuerpo, su voz, su rostro aguerrido de alguien que nació en el desierto, su personalidad camaleónica y su habilidad para desdoblarse y convertirse en otra persona, en este caso el reto es mayúsculo al personificar a una figura histórica que tiene una horda de fans y a quien aún, le prenden veladoras: José Doroteo Arango Arámbula,

“Imagínate lo que sentí cuando me dijeron que le tenía que dar vida a Pancho Villa. Me insistieron que este personaje era para mí, que no lo podía hacer nadie más. Y es que, si le preguntas a alguien fuera de México que te mencione un personaje de la historia de este país, por supuesto que lo van a mencionar a él, es un ícono. Y claro, hay muchos más, pero Pancho Villa está hasta arriba y a mí me tocó darle vida a esa leyenda. Hay quienes lo ven como santo y hasta le prenden veladoras y también hay gente que está en contra de lo que hizo, que no lo quiere, pero sin duda es un personaje fuerte que marcó la historia de este país. Uno como actor es lo que busca, darle vida a ese tipo de personajes fuertes, que marcaron la historia. Y aunque sea todo un reto ponerle rostro a un personaje verídico, para mí fue un gusto, un placer y una bendición haber hecho este personaje”.

Quien habla es el actor coahuilense Jorge A. Jiménez y en su voz se siente esa energía y esa emoción de alguien que picó piedra, fue terco y no claudicó jamás al decidir convertirse en actor en una zona minera donde ni siquiera un pequeño teatro existía. Pero al niño soñador que era Jorge lo enamoró el cine, las series y la televisión que llegaba hasta la comodidad de su casa. Pero lo más cercano a esta profesión, no lo iba a encontrar viajando hacia el sur, en la Ciudad de México, donde sucedía la magia, sino que sus botas vaqueras apuntaron hacia el norte, cruzando la frontera, a un país con otro idioma, con una industria pujante y poderosa, pero de puertas cerradas para los latinos.

Para donde volteara Jorge se respiraba dificultad, pero el norteño tiene la entereza de una cactácea que jamás se seca, ni se derrumba con todo y que a su alrededor solo haya sequía y tolvaneras: “Imagínate que decidí ser actor viviendo en un pueblito que se termina en dos cuadras, que se acaba si caminas un kilómetro, que no tenemos semáforos, no tenemos cines. Pero la verdad yo estoy orgulloso de haber empezado desde abajo. No tenía ni amigos, ni parientes, ni vecinos que fueran o al menos conocieran a un actor. Ahora sí que me tocó abrir camino, tocar puertas, no todas se abrieron, pero recorriendo el camino he abierto brecha y he logrado conseguir mi sueño, acariciar mis metas. Y poco a poco he ido consiguiendo papeles que te marcan, que además le dejan algo al espectador. A mí me gusta cuando vas al cine, o ves alguna serie y los personajes ó la historia te dejan pensando, te tocan por dentro y aunque salgas triste, algo te aportó, te dieron tema de debate”.

Y aunque Jorge empezó en el teatro y poco a poco se fue abriendo camino con papeles de latino en proyectos independientes en Estados Unidos, donde incluso llegó estar bajo las órdenes el director Robert Rodríguez, hoy confiesa que lo buscan porque le ponen su cara a personajes que se da el lujo de aceptar o rechazar porque más allá del presupuesto, apuesta por los proyectos de calidad y los personajes redondos con los que se enganchan los espectadores: “Para hacer a Pancho Villa me buscó el director y me planteó el proyecto. Ese fue el primer acercamiento y no me dijo gran cosa, yo no quise emocionarme porque muchas de esas aproximaciones quedan en el aire. Cuando me puse a investigar quién era él, el nombre de Rafa Lara me sonaba mucho, me percaté que fue el primer director que me dió trabajo. Yo hice con él ‘Al Filo de la Ley’, una serie de Univisión en Estados Unidos y yo fui el protagonista de un episodio. Habían pasado 18 años y cuando se lo recordé me dijo ‘ya me acordé de ti, pero es que eras un niño’. Cuando empezamos a hablar del proyecto, me dice ‘yo estoy seguro que tú eres Pancho Villa, pero hay que hacerte un casting porque Disney va a querer verlo, pero tú tienes mi apoyo total’, me dijo Rafa muy convencido”.

Y es que esa confianza que le tienen a Jorge los directores, se la ganó a pulso, pues aquél pequeño soñador que salió de Zaragoza para hacer carrera en la actuación, traía ya bajo la manga un curriculum y una firme trayectoria que lo avala y da fe de cómo su nombre se fue construyendo a base de picar piedra y de elegir proyectos que lo hicieran sentir orgulloso: Jorge estudió dirección de teatro en San Marcos, Texas y más adelante se fue a Miami para probar fortuna e intentar entrar a la televisión. Sin embargo, optó por regresar a San Antonio, Texas, para comenzar a realizar cine independiente. En 2006 debutó como actor en la cinta “I Love Miami” y al año siguiente protagonizó el video “Clemente” (2007). En 2009 protagonizó la cinta “Desdemona: A Love Story”, donde actuó junto a Uma Thurman. Participó en cintas como “Hermoso Silencio” (2010), con la que ganó diferentes premios en festivales y en exitosas series como “Narcos” y “Narcos: México” (2018) de Netflix. Luego interpreta a Luis Donaldo Colosio, el candidato del PRI a la Presidencia de México asesinado en 1994 para la serie original de Netflix “Historia de un Crimen: Colosio” (2019). Entre sus proyectos más recientes se encuentran las cintas “Alita: Ángel de combate” (2019) y “Destierro” (2019), “Soldados o Zombis”, “Borrego”, “Nadie sabrá nunca”, “Territorio”, “Gringa”, “The Black Demon” y “La Civil”, por la que recibió una nominación al Ariel como Mejor Coactuación Masculina.

Con todo este precedente y una carrera en continuo ascenso, Jorge confiesa que le temblaron las piernas cuando le dijeron que él era el indicado para hacer a Villa, pero además, el viejo lobo de mar se tomó las cosas con calma y guardó la emoción para creérsela, hasta que soltaran el primer grito de acción: “Me dio mucho gusto cuando el director me dijo que me veía como El Centauro del Norte, pero no dejo de ser un actor acostumbrado a recibir muchos “no”, así que me lo tomé con calma, porque me sigue pasando que luego de hacer un casting, te digan que la producción dijo que ‘siempre no’, o de repente se cae el proyecto o no pasaste el último filtro. Entonces son tantos los tropezones, las desilusiones y falsas promesas, que aprendí a decir ‘ojalá se dé, pero yo no me la creo hasta que escuche el grito de ‘acción’ y esté caracterizado de Pancho Villa”.

Y es que Jorge, como muchos actores que no cuentan con ningún padrinazgo o forman parte de alguna dinastía en el mundo de la actuación, tuvo que hacerse camino andando y en una época aceptaba proyectos para ir agarrando nombre, pero no todo los hacía con el gusto que hoy se da al aceptar proyectos que le llenen el ojo: “Siempre estoy en la búsqueda de nuevos proyectos, antes lo hacía porque tenía que trabajar, pero hoy, si me dan a elegir entre una historia palomera, aunque vaya a ser muy exitosa, yo prefiero más el cine o los proyectos de autor. Algo menos comercial, pero que le va a dejar al espectador una vivencia, que lo va a hacer llorar, pensar o valorar muchas cosas de su vida cotidiana. Yo me voy por ese tipo de proyectos y por personajes que son fuertes, redondos, más reales, que como actor te den más tela de donde cortar. Por ejemplo, mi personaje de ‘La Civil’ es mucho más que un soldado, es mucho más que el mero mero del pueblo, hay un trasfondo que habla de corrupción, de inseguridad, del narcotráfico y la barbarie que México ha vivido y mucho se resume en ese personaje”.

Y justo fue una serie que retrataba la crudeza del narco en Latinoamérica la que le daría visibilidad y la que lo pondría en los cuernos de la luna, ahí se codeó con grandes personajes de la actuación, entre ellos Pedro Pascal y Ana de la Reguera, a quienes confiesa, se emocionó al verlos en el lobby del hotel donde hospedaban a todo el elenco y a quienes en un inicio veía como un fanático más, pero que con el paso de los días, confiesa Jiménez, se convirtieron en su familia: “Nunca voy a olvidar el día en que Pedro se me acercó para decirme, ‘oye Jorge no te veo emocionado, siempre estás muy tranquilo, muy serio y pensativo, yo sé que eres callado pero no te noto emoción, siento que no te ha caído el veinte de lo grande que es este proyecto, de lo que va a significar en tu carrera’. Yo le respondí que sí estaba emocionado, que era el proyecto más grande que había hecho, pero no podía predecir el futuro, le dije que me encantaría que la serie fuera un éxito, pero que eso no se podía saber hasta que saliera. Y Pedro lo tenía muy claro, me dijo ‘es que esto va a ser un éxito, tu carrera se va a transformar, además tú tienes algo muy especial, tu mirada transmite muchas cosas, además eres una persona muy dedicada y profesional y eso no se ve todos los días’. Esas palabras que venían de alguien del tamaño de Pedro jamás las voy a olvidar. Aunque fue curioso porque luego del éxito de ‘Narcos’ duré un año sin trabajar y la carrera de Pedro se disparó y de pronto estaba en Hollywood, imagínate lo que sentí al verlo en series como ‘Game of Thrones’. Pero finalmente sus palabras fueron de profeta, yo fui más lento, pero ‘Narcos’ fue un trampolín en mi carrera”.

La sonrisa no se le borra del rostro a Jorge, hay una cierta electricidad en el aire y no es otra cosa que el orgullo que emana de este Coahuilense que trae bajo el brazo a un personaje al que cualquier actor mataría por darle vida y que a partir de hoy se pondrá a disposición de todos aquellos que buscan contenido de calidad y de historias que te atrapan y no dejan indiferente a nadie.

Jorge es el protagonista de una serie de 10 episodios que es narrada por él mismo y que está bajo la batuta de un reconocido director que ama adentrarse en la historia de México y que además tiene valores de producción que le dan dignidad a una serie de época que tiene batallas, grandes escenarios, miles de extras, un trabajo minucioso de arte, vestuario, fotografía, casting y un equipo que le puso no sólo todo su empeño, sino todo su talento para cortarle la respiración al espectador que se topará con la vida y milagros de un personaje con luces y sombras: “La serie tiene escenas muy fuertes donde vemos que Villa no se tentaba el corazón para disparar su arma. Era un hombre de corazón frío que no le perdonaba la vida a nadie, mucho menos la traición y todo lo que se le interpusiera a la causa revolucionaria. Pero también mostraremos la otra parte, esa donde vemos como amaba a los niños y apostaba por la educación. Cuando estuvo un tiempo de gobernador en Chihuahua, fundó 50 escuelas. Y luego volvemos a cosas injustificables como cuando dio la orden de que violaran a un grupo de mujeres y luego pidió que no las mataran para que fueran a contarlo todo. Y después volvemos a hechos como el que era de lágrima fácil y creía que los niños eran el futuro de México y apostaba por darles una vida justa a todos los pobres, a la base de este país por los que se levantó en armas”.

Ese es el Villa que veremos en la piel de Jorge A. Jiménez, un actor que además pertenece a una agencia de management de otro coahuilense, Mel Mendoza. Ambos llevan en las venas el cariño por el terruño y Jorge me dice que jamás se olvidará de sus raíces, ni tampoco lo difícil que fue su camino, pero me corrige, el no habla en pasado, sino en presente: “La actuación ha sido y sigue siendo una carrera difícil, es una lucha constante”. Cuando le pido que les hable a todos los coahuilenses que viven en lugares apartados, no lo piensa dos veces y me aclara que vivir en lugares pequeños, jamás debe ser impedimento para soñar a los grande: “Me encantaría servir un poco de ejemplo para que los jóvenes se den cuenta que sí se puede, que es cuestión de no quitar el dedo del renglón, de amarrarse a sus sueños, de luchar todos los días y claro que van a batallar, pero los sueños se cumplen cuando te preparas y eres entregado y además hay algo que nunca debe faltar cuando por fin logras las cosas, ser agradecido. Yo he pataleado, he llorado, he querido tirar la toalla y siempre me gana el amor al oficio y las ganas de seguir soñando en grande”.

¿DE QUÉ VA LA SERIE?

Grabada en emblemáticas locaciones del Estado de Jalisco, “Pancho Villa” se remonta a los orígenes de Pancho Villa en un pequeño poblado del estado de Durango para ser testigo de su formación como caudillo revolucionario y figura mítica de la historia de México. Entre otros hitos de la vida política de Villa, el relato repasa su participación en batallas fundamentales para el triunfo de la Revolución Mexicana, como la toma de Ciudad Juárez, Torreón y Zacatecas, así como la derrota del dictador Porfirio Díaz, su alianza con el presidente Venustiano Carranza y su paso breve pero sustancioso por la gubernatura de Chihuahua.

REPARTO

Esta producción original de la plataforma de streaming cuenta con grandes talentos, empezando por el protagonista Jorge A. Jiménez, quien da vida a Pancho Villa.

También están Juan Luis Medina (Carlos Jáuregui), Armando Hernández (Tomás Urbina), Gabriela Cartol (Luz Corral), Marco Treviño (Venustiano Carranza), Dagoberto Gama (Victoriano Huerta), Leonardo Alonso (Rodolfo Fierro) y Pablo Abitia (Raúl Madero).

“Pancho Villa: El Centauro del Norte’ estará disponible en Star+ a partir del 19 de julio y se conforma de 10 capítulos.

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¿QUIÉN ES JORGE A. JIMÉNEZ?

Es originario de Zaragoza, Coahuila. Sus estudios universitarios fueron de actuación y dirección en Texas State University (San Marcos, TX).

En su trayectoria cuenta con más de 50 proyectos de cine y series de televisión, los cuales ha realizado en 8 países diferentes. En algunos de esos proyectos, ha sido premiado como mejor actor en festivales de USA.

Recientemente fue nominado al Premio al Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en la categoría de Mejor Coactuación Masculina por la película, “La Civil”.

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