HB-SIA, un avión impulsado con energía solar

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/ 3 marzo 2016

    La aeronave, con capacidad para dos pasajeros, será piloteada por Bertrand Piccard y André Borschberg, expertos en aeronáutica, exploradores y fundadores de Solar Impulse, empresa que desarrolló el HB-SIA.

    México, D.F..- El HB-SIA es la primera aeronave del mundo impulsada por los rayos del Sol, aseguró Phil Mundwiller, jefe de comunicación externa de Solar Impulse.

    "Nuestro objetivo es volar por el mundo con la energía del Sol en un avión ultraligero. Su alerón es del mismo tamaño que el de un Boeing 747, 63.40 metros, lleno de paneles solares, que nos permitirán demostrar que existe la posibilidad de volar con esta fuente alternativa durante el día y la noche, sin tener que hacer paradas", dijo Mundwiller en conferencia telefónica con Excélsior desde Suiza.

    Iniciado en 2003, el proyecto del HB-SIA cuenta con una inversión de 70 millones de euros (unos mil 300 millones de pesos), de los cuales 43 millones ya han sido utilizados. Además, tiene el apoyo y tecnología de firmas como Omega, Solvay y Altran.

    La aeronave fue construida por un equipo de 70 ingenieros e investigadores, a lo largo de seis años de simulaciones por computadora, pruebas de resistencia y desarrollo de prototipos. El resultado, el primer avión solar, con un peso de 1.6 toneladas, baterías de litio de 400 kilogramos y más de 12 mil paneles solares.

    "El proyecto de Solar Impulse busca demostrar el potencial que tienen las energía renovables. Lo vemos como un símbolo de lo que se puede alcanzar con el uso de nuevas tecnologías, porque creemos que si ayudaron al hombre a conquistar el espacio en el siglo XX, hoy deben ser utilizadas para encontrar soluciones para reducir nuestra dependencia del petróleo", apuntó Mundwiller.

    En los próximos meses, dijo Mundwiller, el HB-SIA entrará en su última fase de pruebas, y para finales de 2009 estará listo para realizar su primer vuelo real, del aeropuerto de Dübendorfen, en Zurich, a la base área de Payerne, en la provincia de Vaud, un viaje un par de cientos de kilómetros.

    La aeronave, con capacidad para dos pasajeros, será piloteada por Bertrand Piccard y André Borschberg, expertos en aeronáutica, exploradores y fundadores de Solar Impulse, empresa que desarrolló el HB-SIA.

    El padre de Piccard, Jaccques, fue reconocido como el hombre que más lejos ha llegado en las profundidades del océano; mientras que su abuelo, Augusto, también grabó su nombre en los anales de la historia al ser el primer explorador en alcanzar la estratosfera terrestre en un globo aerostático.

    "Hace unos años era un sueño, ciencia ficción, pensar en un avión como este. Mañana, el HB-SIA será el embajador de las energías renovables en todo el mundo", comentó Piccard durante la presentación de la aeronave.

    Pero la verdadera prueba para el HB-SIA no será sino hasta mediados de 2010, cuando se probará el avión en un ciclo completo de vuelo. Es decir, a lo largo de 36 horas, el transporte solar surcará los cielos durante el día y la noche.

    "Si logramos mantenernos en el aire durante 36 horas, tendremos información suficiente para que nuestro equipo de investigadores construya el HB-SIB, un avión solar quetiene el objetivo de dar la vuelta al mundo en 2012, haciendo cinco paradas", dijo.

    Una proeza nada sencilla, pues el mismo tamaño del avión y su motor de impulso le impiden al HB-SIA alcanzar altas velocidades, así como resistir los embates y turbulencias generados por las tormentas y los fuertes vientos.

    Con un poder de apenas 40 caballos de fuerza, similar a la de los scooter motorizados, despegará a una velocidad de 35 kilómetros por hora.

    Su aceleración en vuelo es de hasta 70 kilómetros por ahora. En comparación, un Boeing 727, aeronave común en vuelos comerciales, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de mil 17 kilómetros por hora.

    "La parte más complicada para los pilotos es que, de las 24 horas del día, no contamos con más de ocho horas de luz solar útil para recargar la batería del avión, por lo que nuestro equipo en tierra debe buscar un ruta libre de tormentas y turbulencia que permita al HB-SIA volar durante las 16 horas restantes", explicó Mundwiller.

    El representante de comunicación de Solar Impulse reconoció que el objetivo de esta aeronave no es transformar la industria aeronáutica de un día para otro, sino presentar una solución de transporte sustentable y limpia en un mundo dominado por los combustibles fósiles.

    Y si bien Mundwiller aseguró que la empresa no pretende crear un avión comercial para 300 pasajeros impulsado únicamente por los rayos del Sol, afirmó en el mundo de la tecnología y la innovación no hay limitantes.

    "Charles Lindbergh, a mediados de los setenta, fue el primero en volar un avión lleno de combustible sobre el Atlántico, de Nueva York a París. En ese entonces la gente decía `eso es genial, pero si yo quiero volar de un continente a otro necesito ser piloto'. 20 años después, 200 pasajeros se subían a un avión para hacer esa misma travesía. Uno nunca sabe lo que pasará", subrayó.

    Los orígenes de un nuevo avión

    Tras 10 años de trabajo, Solar Impulse desarrolló la primera aeronave que no utiliza combustible a base de hidrocarburos

    1999 Luego de que su viaje alrededor del mundo en un globo aerostático falló por falta de combustible, Bertrand Piccard se interesó en el desarrollo de un vehículo aéreo que no dependiera de combustibles fósiles.

    2004 Bertrand Piccard se une con André Borschberg, y en junio de ese año fundan Solar Impulse, firma que tiene el objetivo de desarrollar el primer avión solar del mundo.

    2006 La empresa Omega se une al proyecto para apoyar en el desarrollo los paneles solares, sistema de propulsión y prototipo del avión.

    2007 Tras cuatro años de desarrollo, esquemas, cálculos y cientos de propuestas, Piccard y Borschberg presentan el prototipo final, una aeronave con un peso de 1.6 toneladas y un alerón de 63 metros, bautizada como HB-SIA.

    2008 Un sistema de cómputo, permite que los pilotos del HB-SIA realicen un viaje virtual durante 25 horas, con la finalidad de comprobar la durabilidad y fortaleza del avión y sistema.

    2009 Luego de seis años de trabajo, pruebas, simulaciones y prototipos, el HB-SIA es presentado al público y se prepara para su prueba de fuego: un viaje de 36 horas continuas.

    El HB-SIA, fabricado por la empresa Solar Impuse, utiliza energía solar para desplazarse.

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