Humanos, apenas una milésima parte de la biomasa en la Tierra
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La Tierra pertenece a las plantas, que son 80% de la biomasa. Las bacterias representan casi 13 por ciento y los hongos como 2
Washington. Cuando pesas toda la vida en la Tierra, los miles de millones de humanos no representamos mucho comparado con los árboles, los gusanos o incluso los virus, según un censo global de la huella de la vida en el planeta, el primero en su tipo.
Los humanos sólo representamos cerca de una milésima parte de la vida en la Tierra, medida por el peso seco del carbono que conforma la estructura de todas las cosas vivientes, conocida como biomasa.
Los verdaderos pesos pesados del planeta son las plantas. Superan a la gente en proporción de 7 mil 500 a uno, y representan más de 80 por ciento de la biomasa del mundo, según el estudio publicado el lunes en Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Las bacterias representan casi 13 por ciento de la biomasa del mundo. Los hongos como 2 por ciento. Estos cálculos no son muy exactos, los números reales pueden ser mucho menores, pero dan un sentido de proporción, señaló Ron Milo, biólogo del Instituto de Ciencia de Israel y autor principal del estudio.
El hecho de que la biomasa de los hongos supere la de los animales nos pone en nuestro lugar, sostuvo el profesor de biología evolutiva James Hanken, quien no formó parte del estudio.
Aun así, los humanos tienen una influencia muy grande en las otras criaturas. Desde que comenzó la civilización, los humanos ayudaron a reducir el peso total de las plantas a casi la mitad, y el de los mamíferos silvestres en 85 por ciento, indica el estudio.
Ahora, el ganado vacuno y porcino domesticado superan al de los mamíferos silvestres por 14 a uno, mientras las gallinas del mundo triplican el peso de todas las aves silvestres. En lugar de cuentos infantiles sobre elefantes y leones, una representación más apegada a la realidad de los animales terrestres sería una vaca junto a otra, junto a otra vaca junto a una gallina, aseguró Milo.
El científico y sus colegas realizaron investigaciones previas que analizaban la biomasa en diferentes tipos de vida, los combinaron, incluyeron el clima, geografía y otros temas ambientales, para obtener una visión global de la escala de la vida en el planeta. Al sacar al agua de la ecuación y medir sólo el peso del carbono seco, es más fácil para los científicos comparar especies. Alrededor de una sexta parte del peso de un humano es carbono seco. Los humanos son como dos terceras partes de agua.
Por otra parte, otro estudio reveló que en términos de diversidad genética, los 7 mil 600 millones de humanos no tienen nada de especial en el reino animal. La pequeña diferencia promedio en las secuencias mitocondriales entre dos personas en el planeta es casi la misma que la diferencia genética promedio entre un par de gorriones comunes, palomas o petirrojos.
La diferencia típica dentro de una especie, incluidos los humanos, es 0.1 por ciento o uno de mil de las letras que componen una secuencia de ADN.
Con información extraída de big data de las bases de datos genéticos de rápido crecimiento, y al revisar gran cantidad de literatura en teoría evolutiva, investigadores de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, Estados Unidos, y el Biozentrum, en la Universidad de Basilea, en Suiza, publicaron este lunes varias conclusiones en la revista Human Evolution.