10 síntomas que pueden decirte si tu hijo tiene problemas de visión en la escuela
¿Su hija entrecierra los ojos cuando levanta la vista hacia el pizarrón o el profesor? ¿A su hijo le duele la cabeza después de hacer los deberes?. Estos son algunos de los indicios que indican que su hijo pueden tener un problema de visión.
¿Sabía que la miopía (percepción visual borrosa de los objetos lejanos), la hipermetropía (mala visión de cerca) y el astigmatismo (visión lejana y cercana borrosa y distorsionada) son las patologías oftalmológicas que aparecen con más frecuencia en los menores?.
La detección precoz y el tratamiento adecuado de estos tres trastornos de la vista son claves para resolver los desórdenes en sí y para evitar los problemas derivados, que a menudo se hacen patentes durante las clases, por ejemplo la falta de atención de los escolares a causa de una mala visión que les impide seguir las explicaciones de los docentes.
El uso de dispositivos electrónicos es cada vez más frecuente, entre los menores, que durante los días de escuela, pueden pasar casi 4 horas diarias frente a una pantalla y más de 6 horas los fines de semana, lo cual ha hecho que sus problemas de visión aumenten a edades cada vez más tempranas, según de la aseguradora médica Sanitas.
“Mantener una buena salud ocular es imprescindible para los niños en edad escolar ya que es esencial para puedan efectuar un correcto aprendizaje”, explica el doctor Emilio Dorronzoro, jefe de servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja (HUSLM).
Los problemas de visión de un alumno pueden conducir a que tenga un menor rendimiento académico, además de dificultar el desarrollo del aprendizaje, la lectura y la escritura, según Dorronzoro.
Añade que este tipo de desórdenes también pueden perjudicar la psicomotricidad fina, es decir aquellos movimientos del cuerpo que requieren más destreza y precisión y se realizan coordinando los músculos, huesos y nervios más pequeños, además de afectar negativamente la coordinación ojo-mano.
Pero no siempre es sencillo detectar posibles problemas de visión en los menores ya que ellos no son capaces de comunicar sus dificultades o de relacionarlas con la vista, por lo que es imprescindible que sus padres puedan detectar los indicios de este de dolencia a través de la observación.
El doctor Dorronzoro describe diez síntomas que pueden corresponder a problemas de visión en niños, cuyas posibles causas explica a EFE, la doctora Vanessa Gerena, oftalmóloga del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Estos médicos recomiendan acudir lo antes posible al especialista para que valore el posible problema y lo trate adecuadamente si se detecta alguno de los siguientes síntomas en las niñas o niños de entre 3 y14 años de edad:
Uno. El niño entrecierra o guiña los ojos cuando levanta la vista hacia la pizarra o atiende a las explicaciones del profesor.
Este síntoma puede ser una manera de compensar la molestia que siente el niño, al mover los ojos o exponerse al sol o a una mayor luz, y se asocia a ciertos tipos de estrabismo, aunque también podría relacionarse con problemas de la superficie ocular como pequeñas erosiones corneales, según Gerena.
Dos. Se queja de dolores de cabeza o visión borrosa, sobre todo, al final de la jornada escolar o al hacer los deberes.
Para descartar problemas graves de salud los dolores de cabeza en niños deben ser siempre guiados por el pediatra, que normalmente indicará una prueba oftalmológica para descartar una de sus causas principales: la baja visión, señala la médica.
Cuando este síntoma se asocia a la oftalmología, puede ocasionarlo defectos refractivos tales como la miopía o la hipermetropía. El uso excesivo de pantallas también puede generar este síntoma, señala.
Tres. Tiene demasiada sensibilidad a la luz y le cuesta adaptar la visión en los ambientes oscuros.
Este síntoma se debe mirar con bastante precaución pues puede ser un síntoma de varias patologías oftalmológicas, como problemas de la superficie ocular, por ejemplo erosiones corneales y ‘ojo seco’, según Gerena.
También es importante valorar posibles inflamaciones intraoculares tipo uveitis, que pueden ser signos indirectos de enfermedades autoinmunes y del glaucoma infantil, puntualiza.
Cuatro. Se sienta demasiado cerca de la televisión.
Normalmente los niños tienden a sentarse muy cerca de la tele o cualquier otra pantalla por lo llamativo de las imágenes expuestas, pero si junto con esto, el niño refiere que no ve bien, es necesario acudir a la consulta de oftalmología, señala Gerena.
Explica que este síntoma puede deberse a problemas como la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía que pueden ser corregidos con gafas de manera particular.
Cinco. Parpadea con mucha frecuencia y le lloran los ojos.
“El parpadeo es un reflejo del ojo para producir más lágrima, y hacer que le lagrimeen los ojos. Normalmente en los niños este síntoma se debe a que sus lágrimas se evaporan muy rápido y es como si no las tuvieran”, señala Gerena.
El uso de pantallas, mascarilla y las altas temperaturas pueden ser causante de este fenómeno, y conducir al denominado ‘ojo seco evaporativo’. El oftalmólogo también debe valorar si no hay ninguna herida superficial que cause también lagrimeo, apunta.
Seis. No enfoca la vista de manera precisa hacia lo que se le señala
Cuando se le señala algo a un niño, y éste no tiene ningún problema y es algo que le interesa, fijará la vista en el punto señalado en el momento. Si no lo hace puede deberse a que no puede verlo, de acuerdo a Gerena,
Señala que si el pequeño presenta estrabismo, un problema que puede ser de tipo muscular y/o refractivo, solo podrá enfocar el objeto señalado, con un solo ojo o con ninguno, explica.
Siete. Falta de atención y concentración
Estos síntomas pueden deberse a múltiples factores, por lo cual siempre es necesaria la guía del pediatra o del neurólogo. Ante la sospecha, siempre es importante descartar que el niño tenga problemas oculares, apunta la oftalmóloga de Sanitas.
A nivel oftalmológico, pueden ser indicios de problemas refractivos, pero siempre hay que hacer una valoración completa del ojo para descartar problemas de retina o nervio óptico, añade.
Ocho. Gira la cabeza de una forma no natural cuando mira hacia algún punto concreto.
Este comportamiento puede ser un modo de compensar el déficit que el niño tiene al rotar los ojos hacia el lado donde se presenta un problema oftalmológico.
Puede ser un indicio de que tiene alguna restricción en el movimiento ocular, que normalmente es congénita, y habría que tratar para que no termine conduciendo a una tortícolis crónica, según Gerena.
Nueve. Se salta palabras o letras al leer
Los problemas de lectura en niños pueden deberse a patologías como la dislexia, pero también a problemas refractivos, como la hipermetropía y el astigmatismo, que se puede solucionar mediante una adecuada corrección con gafas, evitando retrasos en el aprendizaje escolar, explica Gerena.
Diez. Descoordinación en el movimiento de los ojos, que no se mueven alineados.
“Normalmente este síntoma no es voluntario, por lo cual siempre es importante realizar una valoración oftalmológica”, puntualiza esta oftalmóloga.
Por ello, en la consulta oftalmológica se deben descartar posibles problemas musculares que dificulten la coordinación entre los dos ojos, pero también descartar que exista un desorden denominado ‘nistagmus’ o problemas neurológicos, que requieran una valoración por parte de un neurólogo, indica.
DESTACADOS:
+ Mantener una buena salud ocular, la cual se ve afectada por el uso de pantallas y dispositivos electrónicos, es imprescindible para que los escolares puedan efectuar un correcto aprendizaje, según el doctor Emilio Dorronzoro, jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja (HUSLM).
+ Dorronzoro recomienda acudir lo antes posible al especialista para que valore el posible problema y lo trate adecuadamente si se detecta en las niñas o niños de entre 3 y14 años de edad, síntomas como dolores de cabeza, visión borrosa, falta de atención y concentración, o hipersensibilidad a la luz.
+ Si el pequeño gira la cabeza de forma no natural cuando mira hacia un punto concreto, puede ser indicio de alguna restricción congénita en el movimiento ocular, que habría que tratar para que no termine conduciendo a una tortícolis crónica, según doctora Vanessa Gerena, oftalmóloga del (HUSLM).
Por Pablo Gutman EFE/Reportajes