¿Desempleada? 8 consejos que pueden ayudarte en este tiempo

El desempleo es uno de los problemas de mayor alcance en el mundo. A causa de las severas crisis económicas que se viven en la actualidad, es que millones de personas se enfrentan al desafío de pasar meses, e incluso años, sin tener una fuente de trabajo. 

Por absurdo que resulte, hoy en día, estar sin empleo se ha vuelto una moda bastante común, para ser lejana.

Debido a esto, es probable que tú —mí estimada lectora— hayas experimentado por propia experiencia o la de otra persona, la gran desesperación que deriva del desempleo. Quizás, en más una ocasión, hayas sido testigo de los estragos económicos, físicos y emocionales que genera la falta de trabajo a nivel personal y familiar. Incluso, es posible que, ahora mismo, estés pasando por este tipo de desafíos.

Sin embargo, comprender que encontrarte sin trabajo, más allá de ser un problema, puede convertirse una oportunidad para aprender cosas nuevas y replantear tus metas profesionales, te motivará a aprovechar este valiosos periodo de tiempo.

Por lo tanto, a continuación te comparto 8 consejos que te ayudarán —a ti y a todo aquel que no tiene trabajo— a mantener la calma mientras estás desempleada.

1. Mantente ocupada
La depresión puede ser uno de los principales males que te sobrevengan al quedarte sin empleo, por lo que, es de suma importancia que te mantengas activa. Salir a caminar, poner en orden tu casa, visitar a aquellos amigos que has dejado de ver por mucho tiempo o resolver aquellos pendientes que has postergado, puede ser una manera de mantenerte ocupada y no dar paso a la tristeza.

2. Haz ejercicio
Dedicar una hora de tu día a ejercitarte físicamente es una excelente forma de que tu cuerpo y mente se mantengan relajados, a pesar de las preocupaciones que puedas tener. Aunque no lo creas, durante esta etapa tu mente está expuesta a mayores crisis de estrés que cuando tienes trabajo. Esto, en razón de que tu cerebro está buscando constantemente la manera de resolver dicha dificultad.

Por ello mismo, salir a correr o a caminar, pueden ser actividades que te ayuden a mantenerte tranquila y con la esperanza de que todo irá bien.

3. Medita sobre el tipo de trabajo que realmente te hará feliz
La meditación es una actividad poco valorada, pero necesaria para todos los seres humanos. Además de beneficiar la salud emocional y mental de las personas, ayuda a que éstas tomen mejores decisiones en los momentos de desesperación.

Así es que, date el tiempo de meditar con tranquilidad cuál es el tipo de trabajo que te hará feliz y progresar, tanto profesional como personalmente.

4. Disfruta de tu familia
Aprovecha estas semanas o meses que tengas libres, para pasar tiempo con tus hijos, pareja, padres y demás seres queridos. Permítete conocerlos mejor y disfrutar con ellos de bellos momentos. 

5. Tómate un tiempo para hacer aquellas cosas que te gustan
Ahora es el momento de retomar todos aquellos pasatiempos o intereses que, por razones de trabajo, habías dejado de lado. Ya sea que continúes con el aprendizaje de algún idioma que te interese o que decidas estudiar algo nuevo, el punto es que explotes al máximo cada minuto de tu tiempo libre.

6. Dedica determinada número de horas a buscar trabajo y ponte metas
Establece un número de horas que emplearás a lo largo de tu día para buscar las opciones de trabajo que más te convenzan y establécete metas al respecto. Por ejemplo, cuántas entrevistas de trabajo debes conseguir a lo largo de una semana. Esto sin duda, te mantendrá animada.

7. Aprende un oficio
Estar sin trabajo es una buena oportunidad para aprender algún oficio que te interese y, a través del cual, puedas subsistir durante esta etapa y en ocasiones futuras.

8. Ayuda a aquellos que están necesitados
Finalmente, una de las mejores maneras de mantenerte en calma al enfrentar el desafío del desempleo, es brindando servicio a aquellas personas que pasan por situaciones mucho más complejas que la tuya. De alguna manera, ésto te servirá para darte cuenta que, estar desempleada, es una condición que tarde o temprano pasará y, por lo cual, debes considerarte realmente afortunada.