Fantasmas y demonios acechan en las carreteras de México... cuatro espeluznantes historias (videos)
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Las carreteras de México esconden grandes misterios y una serie de relatos escalofriantes sobre fantasmas, demonios y otros seres misteriosos
Los viajes por carretera son, sin duda, una oportunidad perfecta para convivir en familia y relajarse, pero también pueden ser un buen momento para conocer más sobre ciertos lugares y rincones del país, esto incluye las leyendas de la localidad.
La oscuridad de la noche y los largos trayectos por carretera han propiciado que surjan diferentes leyendas, las cuales pasan de generación en generación, ya que en algún momento alguien conocido fue testigo del hecho, o bien, se tiene uno o varios familiares que confirman la historia.
A lo largo y ancho de la República Mexicana se cuentan un sinfín de leyendas que las personas aseguran haber experimentado en diversas vialidades del país.
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Aquí cuatro historias terroríficas de los caminos de México:
El kilómetro 31 de la México-Toluca
En la carretera México-Toluca han existido incontables muertes y accidentes debido a sus curvas peligrosas, neblina, entre otros factores naturales, sin embargo hay una leyenda oscura que dice que la verdadera y espeluznante razón de las tragedias, es que el kilómetro 31 está embrujado por espíritus que tuvieron la desdicha de morir asesinados en ese tramo de la carretera.
Se cuenta que constructores de la carretera fueron asesinados en el kilómetro 31 de una forma atroz, por lo que sus espíritus se quedaron atrapados en el siniestro lugar.
Así como se habla también de unos monjes que habitaban en el muy cercando ex convento de “El Desierto de los Leones”, donde seguramente algunos fallecieron y por algún motivo desconocido, ellos no han podido trascender.
La veracidad de estas antiguas historias podría confirmarse con los testimonios de personas que han sobrevivido a los accidentes de coche.
Comentan que hombres vestidos de civiles y monjes de negro se aparecen de pronto caminando sin rumbo en la carretera, desconcentrando a los conductores en la oscuridad de la noche, provocando que pierdan el control del auto y se estrellen.
El espíritu del niño maldito
Y aunque estos fantasmas son aterradores, se cuenta de otro espíritu que vive en el kilometro 31, pero a diferencia de las almas perdidas, este es un ente maligno, se trata de un niño maldito.
Se ha dicho que este niño murió ahogado y asesinado por su madre, por lo que su espíritu quedó condenado a vivir entre el mundo de los vivos y los muertos.
Es tanta la furia de este espectro por no poder descansar, ni olvidar, que quiere causar el mal como a él se lo causaron, así que de manera mal intencionada el busca que otras almas se unan a él, en el frío lado de la muerte.
Los desafortunados testigos que se han topado con este espíritu malvado, cuentan que el niño se cruza de repente en la curva, y ellos pueden sentir como lo arrollan, como si se tratase de una persona de carne y hueso.
Sin embargo, cuando ellos se bajan nerviosos y asustados para ver donde esta el cuerpo del niño, no lo pueden encontrar, pero se escuchan pisadas que corren del otro lado del carro, como si alguien estuviera jugando con ellos a las escondidas.
Cuando se agachan a buscar debajo del carro, es cuando pueden ver que el niño es un espectro, pues su rostro es pálido como el de los muertos y sus ojos rojos como los de un demonio.
Una mirada difícil de olvidar
El ente observa a la víctima profundamente a los ojos, para que la persona nunca pueda olvidar aquella perturbadora mirada, hasta que de pronto el niño desaparece.
Los conductores se suben al carro y continúan su camino, pero debido a su angustia y terror por lo que pasaron, suelen accidentarse poco más adelante, los sobrevivientes aseguran que después el niño los acompaña en sus pesadillas.
Son tantas las paranormales y tétricas historias que se cuentan respecto a este kilómetro, que se filmó una película dedicada a este terrorífico lugar llamada: Kilómetro 31, en donde en una de sus grabaciones se puede escuchar la voz de un niño que no estaba en la filmación.
El camino hacia La Rumorosa
Hace mucho tiempo, sobre la carretera de La Rumorosa, un trailero manejaba a toda velocidad rumbo a Mexicali, pues su esposa estaba a punto de dar a luz y quería llegar rápido a su casa, ya que llevaba dinero para lo que se ofreciera, mas cuando iba a tomar una peligrosa curva perdió el control y se estrelló contra unas rocas.
El chofer se bajó del tráiler todo aturdido, se miró el cuerpo y se alegró al darse cuenta que no le había pasado nada. Entonces esperó a que pasara alguien para que le ayudara o lo llevara a la ciudad, pero durante mucho tiempo nadie cruzó aquellos cerros. El hombre se quedó dormido y cuando despertó se sorprendió al ver todo oscuro; no entendía qué pasaba así que decidió caminar, caminó y caminó, avanzó una buena distancia, sabía que la salida de La Rumorosa estaba cerca y sin embargo, cuando se dio cuenta se encontró en el mismo lugar del accidente...
A los tres días hallaron el camión pero no al conductor; de él no se supo nada. Hasta que en una ocasión, años más tarde, un muchacho que manejaba un tráiler se detuvo porque un hombre le hizo señas.
—Amigo, me llamo Francisco Vázquez y necesito con urgencia que mi mujer reciba un dinero porque va a tener un niño. Yo no puedo ir, mi tráiler se descompuso y no lo puedo dejar aquí.
—Sí, señor, con gusto se lo llevaré —contestó el muchacho— sólo dígame dónde vive su señora.
El hombre le entregó un papel en el que anotó la dirección y el nombre de su esposa. Al despedirse, el joven sintió que un escalofrío le recorría la espalda, pues al darle la mano, el señor estaban tan frío como un muerto. El muchacho no le dio importancia, subió a su trailer y se encaminó a la ciudad de Mexicali.
Al día siguiente, fue a buscar a la señora pero no la encontró; alguien le dijo que ya no vivía ahí, que hacía tiempo se había cambiado. Sin darse por vencido, preguntó en varios lugares hasta que, por las señas del papel, una anciana le indicó dónde vivía. Al llegar dio unos golpes en la puerta y esperó a que le abrieran.
—¿Dígame joven? —le preguntó la señora.
—Perdone, ¿aquí vive la esposa del señor Francisco Vázquez?
—Soy yo —contestó ella— ¿qué se le ofrece?
—Ayer en la carretera, su esposo me pidió que le trajera este dinero, porque se le descompuso el trailer...
—¡No puede ser! —lo interrumpió la señora tapándose la boca—. Mi marido murió hace cinco años.
Al muchacho le temblaron las piernas, le dejó el dinero a la señora, que se puso a llorar, y se fue para su casa todo asustado. Cuando llegó, apenas había cerrado la puerta cuando descubrió frente a él al trailero de la carretera y brincó espantado; sentía que una fuerza extraña lo invadía.
—¡Gracias, amigo! —le dijo el muerto con voz cavernosa, mientras desaparecía.
El joven podía escuchar los latidos de su corazón y tardó un buen rato en recuperarse de la impresión. Tiempo después, al platicar con unos amigos, se enteró de que el trailero ya se les había aparecido a otros hombres, mismos que no habían cumplido el encargo del muerto, por eso se les fue secando el cuerpo hasta quedar como esqueletos.
La novia que se aparece en la carretera México-Cuernavaca
Dicen que, si vas manejando a altas horas de la noche, cerca de donde se encontraba el monumento a Morelos, en el Kilómetro 49 de la México-Cuernavaca, una novia bañada en sangre se te aparece pidiendo ayuda. Lo más escalofriante es que, aunque no te detengas a ‘auxiliarla’, su fantasma se aparece dentro de tu auto. ¡Qué miedo!
Cuenta la leyenda que, una mujer, minutos antes de ir hacia el altar el día de su boda, se entera de que su pareja la engañó. Sin embargo, ella decide continuar con la ceremonia y disfrutar de la fiesta. Ya entrada la noche, los novios parten hacia Cuernavaca, donde sería su noche de bodas.
Pero en el trayecto, justo en el Kilómetro 49, la novia furiosa comienza a reclamarle a su esposo sobre la traición. Sin saber qué responder, este para el auto y se baja para tranquilizarla.
La pareja continúa discutiendo y cada vez el conflicto se hace más grande.
El marido, lleno de ira, apuñala varias veces a su esposa y la deja a su suerte en la carretera, pues pensaba que había muerto. Ella, con las últimas fuerzas que le quedaban se para a pedir ayuda; un trailero la acoge y se dispone a llevarla hacia el hospital más cercano, pero muere en el camino. Se dice que ese fantasma aún se sigue apareciendo en la carretera en busca de ayuda.
El carro rojo del infierno
Se dice que, también en la carretera México-Cuernavaca, un lujoso auto de color rojo carmín pasa a toda velocidad. A bordo, hay cinco chicas hermosas que conquistan a los hombres.
Por alguna extraña razón, este vehículo solamente es visto por ellos. Tal es su encanto, que hay conductores que se bajan de sus autos para subirse al flamante auto rojo y acompañarlas.
Una vez que ellos se suben, nunca se vuelve a saber de ellos. La leyenda dice que estas mujeres, en realidad, son demonios que están buscando almas para llevarlas al infierno.
Otros dicen que son brujas que buscan hombres para sacrificarlos en sus rituales.