‘Flexiworking’: Llega el trabajo elástico
Práctica laboral habitual en las grandes empresas de Silicon Valley, el ‘flexiworking’ permite que el trabajador tenga cierta libertad al decidir cómo va a trabajar y en qué horarios, siempre y cuando cumpla con sus obligaciones eficientemente
MÁDRID.- Obtener mejores resultados con el horario flexible en vez de cumplir horarios rígidos. Así podría resumirse esta nueva filosofía laboral con la que una persona puede elegir su hora de entrada y de salida al trabajo, mientras que la empresa establece un mínimo y un máximo de horas que deben trabajar los empleados cada semana, y las fechas en las que todos deben estar presentes.
“Según un estudio de la consultora Ernst and Young, algunos de los países que tienen mayor rendimiento en el ámbito laboral ofrecen a sus trabajadores un horario flexible, como Alemania, donde un 70 por ciento de los empleados gozan del ‘flexiworking’, seguido por Estados Unidos e India, con un 61 por ciento”, según Alfonso López, de la agencia de comunicación 3AWW (http://3aww.com/es).
“Aunque las empresas todavía tienen que adaptar correctamente el ‘flexiworking’ a su política de trabajo, y en muchas ocasiones los trabajadores terminan haciendo bastantes horas de más, al no establecer un horario fijo, este nuevo método aplicado adecuadamente puede servir para que la calidad de vida de los empleados mejore considerablemente”, apunta López.
Mucho se ha escuchado hablar sobre esta forma de trabajo habitual en las grandes empresas de Silicon Valley y que comienza a expandirse por todo el mundo, pero ¿en qué consiste exactamente el “flexiworking”, “trabajo flexible” o “flexitrabajo”?.
“Es una nueva forma de trabajar, una vuelta de tuerca al tradicional horario fijo e inamovible. Es el concepto de flexibilidad laboral que busca mantener el talento en la empresa sin dejar de conseguir los mejores resultados”, explica a Efe Laura Carro, directora de Recursos Humanos de 3AWW.
“Esto se efectúa en base a una mayor libertad de los trabajadores para conciliar su vida personal y laboral, y administrar su tiempo sin que merme su efectividad”, añade.
Según Carro, el “flexiworking” consiste en que el trabajador “pueda acudir un día a las nueve de la mañana y salir a las seis, y al siguiente entrar a las 11 e irse a las ocho. La mayoría de las veces es la relación con clientes lo que marca la agenda y a la que hay que amoldar nuestra gestión diaria de actividad”, explica.
LA EMPRESA: ESPACIO FÍSICO COMÚN
El “flexiworking” contempla el teletrabajo, o trabajo a distancia por medios electrónicos desde el domicilio o cualquier otro lugar, “aunque siempre es necesario acudir a la empresa para recibir a clientes, realizar gestiones o mantener reuniones con jefes y compañeros de una manera más directa”, señala esta experta.
Carro enfatiza que “la empresa tiene su sede y permite con este sistema de trabajo mayor libertad. Pero tampoco hay que perder de vista ciertos códigos necesarios en la relación empresa-cliente-empleados que te otorga un espacio físico común”.
“El ‘flexitrabajo’ es una forma de trabajo adaptada, pero sin libertad absoluta. En ocasiones se permite el trabajo desde casa, pero no como norma. Es una variedad mayor de menú, a través del que se puede elegir un plato u otro, pero no es un bufé libre”, indica.
“Google, Facebook, Yahoo o Apple son ejemplos claros de este modelo que defiende la libertad horaria de los suyos, y varios estudios han demostrado que esta flexibilidad aumenta la productividad de manera notable”, de acuerdo a Carro.
“Al trabajador se le juzga por cómo desempeña su labor, en qué plazos y con qué tasa de éxito. Eso puede hacerlo a la manera tradicional y el otro camino es el ‘flexiworking’, senda que cada uno elige y adapta a sus necesidades personales y profesionales, y que trata de una forma más madura a los trabajadores”, enfatiza.
Según Carro, las obligaciones son las mismas que con un horario tradicional: cumplir la tarea de la manera más eficiente posible, porque los resultados mandan. El “flexitrabajador” sigue sometido a una disciplina de empresa, aunque sea más cómoda, por lo que debe rendir cuentas a sus superiores y aceptar ciertas restricciones.
EL CLIENTE SIEMPRE MANDA
“Si un cliente requiere que el empleado esté disponible a las 9 de la mañana, amoldar su horario por la mañana será más complicado, pero sí que puede modificar la hora de comer, la hora de salida… Es el trabajo y la gestión del mismo el que permite modificar ciertos hábitos y no al revés”, matiza.
“Para el trabajador los beneficios de esta modalidad son: mayor implicación, mayor conciliación entre vida laboral y familiar, mayor compromiso con la empresa y mayor productividad. Además, permite a las compañías poder realizar mejores ofertas a personas talentosas y evitar que los mejores se sientan tentados por ofertas más atractivas”, según Carro .
“Así desaparecen también las miradas ‘asesinas’ de jefes y compañeros cuando alguien llega tarde o sale antes de tiempo. La mayoría de trabajadores, preguntados en una encuesta de Ernst &Young sobre esta fórmula de trabajo, dijeron que estaban dispuestos a cambiar de trabajo e incluso de carrera para lograr un mejor equilibrio entre vida laboral y profesional”, destaca.
Según este mismo estudio, un 9 por ciento de empleados sufrieron consecuencias negativas como resultado de esta libertad de horario.
“Esta situación se puede cambiar con un diálogo fluido con los superiores. Por un lado hay mandos que aún no ven con buenos ojos esta forma de trabajar, y por otro hay empleados que asocian el término ‘flexiworking’ a hacer lo que le viene en gana. Ni una cosa ni la otra, en el término medio y en el resultado está la clave para que funcione”, explica Carro a Efe.
“Aunque las empresas tecnológicas, agencias de comunicación o publicidad, o incluso el sector bancario , son las más propensas a adoptar estas medidas, todas las compañías pueden hacer un esfuerzo por implementar el ‘flexiworking’ de una u otra forma, y ofrecer una mayor libertad de elección de vacaciones ya es una forma de aplicarlo”, ejemplifica.
“A aquellas compañías que no vivan esclavas del contacto directo con el cliente les resultará más fácil aplicarlo”, señala.
NO SOLO EL DINERO NOS MOTIVA
> Los empleados se desempeñan y trabajan mejor, y cometen menos fallos si los incentivos financieros, como un salario orientado a estimular el rendimiento, se acompañan de palabras que los motiven, de acuerdo con un estudio con cerca de 140 participantes, efectuado por el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (KIT), en Alemania.
> Las pequeñas señales de aprecio y las palabras de motivación tienen una influencia decisiva en la producción y en la calidad del trabajo de los empleados, aumentando la productividad en un 20 por ciento y reduciendo la tasa de error en un 40 por ciento, de acuerdo al trabajo liderado por la economista Petra Nieken, del KIT (www.kit.edu).