Hambre de Abrazos (Apartado 500)
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Quiero contarle algo que me ha dejado la pandemia, creo que esto es algo bien importante y yo ahora soy consciente de ello. Soy una mujer muy expresiva, risueña o llorona, con mucha facilidad para ambas cosas, pero si algo hacía antes era abrazar a la gente que quiero. Entre las cosas más duras que me ha dejado este confinamiento es el dejar de abrazar a la gente que quiero, ahora nos videollamamos, pero yo añoro los abrazos, me hacen mucha falta, ese contacto, yo le decía champú de cariño y lo necesito. Solo lo quería externar, gracias por leerme.
Hambre de Abrazos
Estimada Hambre de Abrazos:
Así como tú, a millones de personas les están pasando factura los meses sin contacto físico, sin besos ni abrazos. Y no siempre porque estén solos. Muchos se ven periódicamente con familiares y amigos, pero ¡eso de no tocarlos! Echan de menos besar y abrazar a sus padres, a sus nietos, a sus hermanos... Las caricias, los apretones de mano, los “chócala”. Desde el ámbito de las neurociencias, Ignacio Morgado catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona explica que hay componentes biológicos en ese echar de menos los besos y los abrazos. “El tacto juega un papel muy importante en nuestras vidas; entre otras cosas, genera encefalinas y endorfinas, unas sustancias que producen placer. Lo que más ha estudiado la ciencia sobre el contacto es que con la proximidad afectivo-material, con los besos y abrazos, se libera oxitocina, que es una hormona prosocial, es decir, que aporta un plus a nuestra relación, que potencia los sentimientos que tengamos”.
apartado500v@gmail.com