“La familia es la metáfora del mundo y la sociedad”: Miguel del Arco

Vida
/ 22 octubre 2016

El dramaturgo Miguel del Arco dío el gran salto al largometraje con "Las Furias", que hoy inaugura la 61 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

El dramaturgo Miguel del Arco (Madrid, 1965) tiene en sus estanterías varios de los premios de teatro más importantes de España pero ha decidido dar el gran salto al largometraje con "Las Furias", que hoy inaugura la 61 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

El amor, la muerte, los egos o el teatro se dan cita en esta tragedia coral protagonizada por una familia que durante un fin de semana pierde la cabeza de forma colectiva. Todo ello de la mano de un elenco de la talla de José Sacristán, Mercedes Sampietro, Carmen Machi, Bárbara Lennie, Enma Suárez, Alberto San Juan o Gonzalo de Castro.

dpa:¿Cómo se ha sentido al pasar de las tablas a la gran pantalla?

Del Arco: Ha sido una experiencia fabulosa. Un rodaje es una experiencia de una intensidad espectacular, en teatro la intensidad es más tranquila, más artesana, hay más tiempo de modificar, de reflexionar. En el cine todo va a una velocidad brutal y se fija para siempre, y eso es la gran diferencia pero también la gran excitación al cabo del rodaje. Y luego llega el momento del montaje, que disfruté enormemente. No puedes buscar el plano que no has rodado pero sí existe esa capacidad de quitar una respiración, o montar una mirada de otra toma, hay algo realmente creativo en el montaje que he disfrutado muchísimo.

dpa: ¿Cómo surgió el proyecto?

Del Arco: Fue un encargo del productor Fernando Bovaira después de que viera (la obra de teatro) "Veraneantes", sobre el clásico de Makxim Gorki que habla de una reunión de amigos. Me pidieron que hicera una cosa parecida y yo les dije que me apetecía más hablar de otro universo que por momentos es más tremendo, que es el universo familiar. Luego no nos entendimos, porque tenían otra idea y el proyecto se quedó guardado hasta que llegó el productor Pedro Hernández.

dpa: ¿Qué tiene la familia que genera todas esas emociones?

Del Arco: Lo tiene todo, tiene la vida y la muerte, es la descripción de la casualidad que es la vida, de que nosotros estemos aquí y de que des en ese clan (familiar) que no eliges y que tengas que entenderte con él. Me interesaba porque al final es la metáfora del mundo y de la sociedad: que estamos obligados a entendernos. Es una película intensa porque cuenta un momento muy particular. Pero yo creo que si cualquiera nos paramos a pensar, todas las familias tenemos algún momento en el que hemos perdido los papeles. A un amigo siempre cabe decirle "no te quiero ver nunca más", pero eso no se le dice a un hermano. Y si se le dice es una tragedia. La tragedia griega en el fondo siempre es familiar, nunca son amiguetes que se pelean.

dpa: Ya había trabajado en teatro con muchos de los actores protagonistas de la película, ¿eso lo ha hecho más fácil?

Del Arco: Estos actores además son amigos, son brillantísimos y todos tenían una experiencia brutal en cine, eso me hace a mí ser un director muy listo (sonríe). Hicieron cosas prodigiosas a nivel técnico. Con la velocidad a la que trabajábamos, si yo no hubiera contado con el talento y la maestría técnica de estos actores no hubiéramos podido sacarla adelante.

dpa: Con tantos protagonistas y conflictos, ¿qué es "Las Furias"?

Del Arco: En las conversaciones con los productores siempre me decían: "¿Cuál es tu película? ¿Quién es el protagonista?", y yo decía que el tono de mi película es el de una família. En la familia entran en colisión todas las historias, porque todos queremos ser protagonistas y ese equilibrio entre el amor y las furias se da permanentemente en nuestras vidas. El protagonista de mi película es la familia, el difícil equilibrio que es buscar tu sitio en el mundo.

$!“La familia es la metáfora del mundo y la sociedad”: Miguel del Arco

dpa: El ego juega un papel importante en la película, ¿es indisociable de las artes escénicas y de la vida?

Del Arco: Se habla mucho del ego de las artes escénicas porque nosotros lo hemos contado mucho, pero también existe el ego del médico, del dentista, del panadero... Yo creo que ese ego es importante porque es lo que te permite levantarte día a día y poder seguir viviendo. Y es lo que entra en colisión cuando crees que ese ego es demasiado grande o cuando sientes que el ego de los demás es una amenaza para ti.

dpa: En la película hay una historia de amor entre una mujer mayor (Sampietro) y otra más joven (Lennie), ¿por qué ese enfoque?

Del Arco: La gente me decía: "¿y esta relación?" Y yo estaba completamente convencido de que si contaba la historia de Pepe Sacristán liándose con una chica mucho más joven nadie me habría dicho nada. Quería contarlo todo: es el encuentro de una mujer deslumbrante no con otra mujer de su edad sino con un pibón y necesitaba poder leer en la parte más joven que era un amor profundo.

dpa: La situación política de España, sin gobierno desde hace casi un año, ¿es una tragedia griega?

Del Arco: Es una tragedia que raya lo absurdo. Al final de las tragedias griegas hay un punto de decir: hay que hacer algo, entendámonos, bajemos el tono, vamos a intentar construir juntos. Eso en política no se construye ahora mismo, estamos en un país en el que nos están vendiendo que eso es imposible. Eso es muy triste, es una tragedia, pero es algo mucho peor, es una función casi nihilista.

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