Luz a la ceguera de los ríos

Vida
/ 16 noviembre 2015

A veces la medicina también se acuerda del tercer mundo

La oncocercosis (ceguera de los ríos) y la elefantiasis son dos enfermedades parasitarias del mundo subdesarrollado. Para su erradicación, existe un medicamento del que, afortunadamente, ya se han donado más de mil trescientos billones de pastillas gracias a un compromiso con alma de Premio Nobel. A veces la medicina también se acuerda del tercer mundo.

Esta es una historia de compromiso. Un compromiso con vidas truncadas por la picadura de una mosca o un mosquito que se ocupan de propagar enfermedades raras y olvidadas en el contexto de un entorno desfavorecido. Una historia de donación, sin fecha de caducidad, del medicamento que puede erradicar las patologías, y, por tanto, las dificultades que añaden a unas vidas duras de por sí.

La oncocercosis (ceguera de los ríos) y la elefantiasis  (filariasis linfática) son dos enfermedades que afectan sobre todo a países subdesarrollados. Desde hace 28 años, un proyecto de la farmacéutica MSD, “Programa de Donación de MECTIZAN”, dona este medicamento con un objetivo en mente: la erradicación. Medicamento que ha hecho aWilliam Campbell, descubridor de su principio activo, ser Premio Nobel de Medicina 2015.

La oncocercosis, conocida como “ceguera de los ríos” es una enfermedad parasitaria que puede causar picazón intensa y lesiones en la piel, ganglios linfáticos y ojos, y, finalmente,ceguera. De su propagación tienen la culpa las moscas negras que viven en ríos y afluentes de corrientes rápidas y que traspasan los parásitos de unas personas a otras con sus picaduras.

El director del proyecto, el doctor Adrian Hopkins, explica que además de los problemas en los ojos se dan lesiones en la piel porque hay enfermos “que están durante años rascándose” debido al picor.

La ceguera, consecuencia fatal de esta enfermedad, se trata de un problema generalizado en comunidades que viven cerca de ríos. Es el caso de un poblado en Sudán, en el que, cuando el doctor llegó en 1994, “de 5 mil habitantes 800 estaban ciegos” debido a la enfermedad. 

Situaciones dramáticas que hicieron pensar a Hopkins en la imposibilidad de alcanzar el objetivo propuesto. Hasta que un hombre ciego, que años después reconoció al doctor por la voz, le contó que tras la donación del medicamento, no había ni un ciego nuevo en el poblado.
Aproximadamente 40 mil casos de ceguera prevenidos cada año.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha certificado oficialmente la erradicación de la enfermedad en Colombia, Ecuador y México; y Guatemala está a la espera de confirmación. Según el director del programa, en América Latina el foco está puesto ahora en “la frontera entre Brasil y Venezuela”, donde se está trabajando duro para acabar con la enfermedad. EFE

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