‘Mi esposo es descuidado en su aseo personal… ¡apesta!’

ESTIMADA ANA:
Tengo unos cuantos meses de casada y me estoy arrepintiendo de haberlo hecho. Esto ya llegó a tal grado, que no soporto ni siquiera ver a mi marido.

En el noviazgo todo era miel sobre hojuelas, como cualquier otros noviazgo con pleitos y también con muy buenos momentos, él siempre muy apuesto, arreglado y perfumado, pero ahora resulta que mi novio se ha convertido en un hombre sucio, asqueroso en cuanto a higiene personal se refiere.

A diario deja su ropa interior manchada, tanto, que tengo que lavarla a mano, con jabón blanco y agua caliente y a veces ni así se blanquea. Es algo realmente humillante, en verdad.

Dejó de lavarse los dientes después de cada comida, cuando él sabe perfectamente que yo tengo una obsesión por mantener mi boca siempre limpia. Es como si lo hiciera a propósito. Obviamente su aliento es tan asqueroso que se me quitan las ganas de acercarme a él, mucho menos besarlo.

Cuando entra al sanitario, deja todo absolutamente lleno de orina, tanto el piso como el inodoro, aquello apesta a baño público y por lo mismo, lo tengo que estar lavando a diario.

Ahora trae la costumbre de estarse mordiendo las uñas y los callos que se forman alrededor y luego los escupe. Eso me provoca un asco que prefiero retirarme de donde él esté. De la misma manera, se la pasa rascándose los pies, las uñas y entre cada dedo.

Las fundas, sábanas y almohadas las tengo que lavar varias veces a la semana porque al señor se le ocurre comer cuanta cosa se le ocurre cuando está acostado. Mancha todo de salsa valentina, deja las cáscaras de los cacahuates y me encuentro semillas de naranjas por todos lados. Es un verdadero caos.

Si acaso tenemos algún compromiso ni siquiera se peina, es más, ¡no se baña! Cree que con ponerse loción se arregla el problema, lo que no sabe es que sale peor, pues se juntan los olores y aquello resulta de lo más asqueroso.

Cuando sale del baño (no de bañarse), se sale desnudo argumentando que adentro hacía calor y así se sienta en mi cama. Ay no, esto es el extremo y yo ya me estoy hartando y a la vez confundida si realmente me casé con un humano. Perdón por la expresión pero me causa un verdadero estrés.

Sus pies huelen horrible y se niega a usar talco, por más que se lo pongo cerca, en su buró. Yo no sé si así sean todos los hombres, yo hablo por el mío. Afortunadamente no tenemos hijos porque si no, ya hubiera salido corriendo con la criatura de allí. Jamás permitiría que estuviera en un hogar sucio con personas que no cuidan su higiene. 

NAOMI
 
ESTIMADA NAOMI:
Uff, creo que tu esposo rebasó todos los límites y estándares de higiene personal, es algo verdaderamente exagerado, fuera de realidad. No comprendo cómo haces para soportarlo, sobre todo después de que en su noviazgo esos pequeños “detalles” no sucedían.

Tú sabes hasta cuándo seguirás soportándolo, hasta cuando serás capaz de ponerle un alto o de plano irte y dejarlo solo entre sus raras costumbres. Lo más que había escuchado es que el marido deja su ropa tirada en el baño o que no recoge su plato después de comer, pero de eso a que no se bañe, no se lave los dientes y camine desnudo y además sucio por su casa, sí hay un largo trecho.

Cada quien aguanta hasta que quiere. Suerte.

ANA