‘Mis lectores no saldrán intactos’, dice Alma Delia Murillo
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La escritora charló en excluvisa con VMÁS sobre su columna en Sin Embargo, en donde nos habla de todo y de todos, además adelantó detalles de su nueva novela y su participación en el programa de Tv ‘Calle 11’
A los 19 años se salió de su casa, agarró “sus pinches libros” y se fue a un depa. Siempre tuvo en la panza ese hambre por escribir, pero por azares del destino se hizo una Godínez, luego se arrepintió. Y para muchos que la leen en Sin Embargo es la mejor decisión que pudo tomar, tomar la pluma y escribir, escribir de todo y de todos. Se trata de Alma Delia
Murillo, una escritora a la que solemos confundir con periodista, porque nos habla de las cosas que suceden en el México clasista, racista e injusto, y siempre lo hace con el corazón en la mano, ella misma dijo para VANGUARDIA que es muy emocional y que no podría escribir de otra manera.
Ahora también participa al lado de Ricardo Rafael en el programa de Canal Once, “Calle 11”, en donde es una Dudante. Así, en una charla cargada de humor, Alma Delia nos adelanta sobre una nueva novela que espera se publique este mismo año, en la que tres amigos viven en un internado, como ella lo hizo de pequeña.
Su primera novela es “Noches Habitadas”, la que publicó con editorial Planeta en el 2015: “Es un texto que me pedía salir, es la historia de estas cuatro mujeres que yo abordo desde un lugar muy animal, son mujeres muy de ahora y está hecha de pasiones humanas”, añadió. La escritora confesó además que “me gusta insistir en la mirada más humana, más instintiva, más humorística y cuestionarnos mucho como colectivo”.
-Nos hablas de todo en Sin Embargo, ¿cómo creas esta columna, a partir de qué?-
“La de Sin Embargo es una columna con la que tengo cinco años y cuando nació fue como un acto de libertad, lo digo con todo desparpajo, escribo francamente de lo que me da la gana (risas). Desde el principio me puse esta puerta ancha donde lo mismo puedo hablar de política que de temas más personales, pero sobre todo intento mantener una salida de una mirada ya sea con sentido del humor o más humana a los temas, y lo que pasa es que los temas son inagotables, ‘Postmodernos y Jodidos’ así se llama, y esa era la idea burlarnos de algo que llamamos postmodernidad y las locuras que hacemos y cómo hemos perdido el sentido común en muchas temas”.
-¿Qué tanta empatía metes en tus textos?, porque se nota, eres emocional.-
“Donde hay consenso en que todos atacan a alguien por lo que hizo o lo que dijo por un deliz, siempre me detengo a mirar qué hay detrás, siempre pensando desde este lugar de condición humana y soy alguien que expone mucho sus emociones, en los temas que escribo aunque no tengan que ver conmigo siempre llevan un acervo emocional, y la verdad es que no me sale intencional, es que no me sale de otra manera (risas). Necesito escribir así, incorporando un poco la emoción a lo que voy relatando”.
-A los 19 años te fuiste de tu casa y te dedicaste a otras cosas, ¿cómo te fuiste metiendo en el mundo de las letras?-
“Yo creo que lo que ocurre cuando tienes en la panza la pasión de escribir, es que no puedes parar y eso te va empujando a tomar decisiones, sí yo me fui de mi casa a los 19 años con mis pinches libros a vivir yo sola a un depa, pero luego no me dediqué a escribir, me aventé casi 20 años siendo una Godínez (risas), una oficinista y realmente me decidí a dar este salto por ahí del 2011 que publiqué mi primer libro de cuentos, ‘Damas de casa’. “El costo de la amargura por no hacer lo que quiero hacer, imagínate. Por fortuna siempre he tenido la oportunidad de detenerme y decir no, y decir sí elijo eso que traigo en la panza que es vocación”.
-¿Qué crees que hubiera pasado si no te hubieras decidido, te lo has preguntado?-
“¡Sí! yo creo que estaría frustradísima (risas), no es que ahora sea yo un dechado de felicidad, tengo un carácter de la chingada, pero por lo menos sé que estoy haciendo lo que quiero. Entonces es empeñarte en escribir una novela, terminarla, buscar quien te la publique, mantener colaboraciones en un medio y en otro, ahora ya terminé mi segunda novela, está en valoración por las editoriales… obligarte a la disciplina de no dejar de escribir, arriesgarte a sentir todo lo que se siente cuando escribes, porque es un atentado contra tu autoestima, siempre digo que en cinco minutos piensas escribir algo buenísimo y los siguientes cinco minutos te escribiste la cosa más mala del mundo, pero prefiero esa batalla que otra que no fuera la de mi vocación”.
-¿De qué trata esta nueva novela?-
“Se llama ‘El Nido, el Principio’ y es una novela muy muy distinta a ‘Noches Habitadas’, la escribí con el punto de partida de tres amigos, tres niños pequeños que se conocen en un internado, donde hay situación de orfandad o de pobreza, y hay una serie de aventuras en donde hacen algo muy malo digamos, es una especie de novela expiatoria, y luego se reencuentran 30 años después, ya de adultos y viene todo un proceso. La escribí así porque yo estuve en un internado de los siete a los 14 años y viví cosas que valen la pena contarse”.
-¿Cómo eliges las historias que escribes, como la de Sira?.-
“Escribo temas salidos de la realidad, de la historia de Sira que es una persona que lleva más de 30 años trabajando como trabajadora del hogar, y que por supuesto tiene detrás una incesante vivencia de abusos y de discriminación… lo que me ocurre con esas historias es que yo creo que nunca va a ser suficiente y no hay que quitar el dedo del renglón para contar lo que muchos no cuentan, entonces me da por querer escribir de los ‘homeless’, estas personas a las que llamamos coloquialmente ‘los loquitos’, toda ciudad, todo pueblo tienen a su loquito que anda por ahí hablando solo vestido de cierta manera. Me gusta eso, esas historias donde se me van los ojos y que puedo contar y la otra es que como no estoy tan joven (risas) me gusta escribir como era antes de las redes sociales, la Navidad sin selfies, vivir el terremoto del 85, y es que las historias te llegan por donde te llegan tus inquietudes”.
-Acompañas en Canal Once a Ricardo Rafael en ‘Calle 11’, ¿cómo llegaste a participar en ese programa y cuál es la función de los ‘Dudantes’?-
“Pues este programa es de revista, es decir que tiene un contenido diverso, una parte orientada hacia el entretenimiento, con contenido musical, artístico, etcétera, y otra sí de análisis pero con una lectura que sin ser frívola tampoco se limita a manifestaciones de sentido del humor, o sea queremos entrarle como con más sabrosura a los temas que a veces nos dejan muy angustiados y darles una salida menos pesimista quizá.
“Yo tengo dos participaciones, una es la que efectivamente llamamos ‘Dudantes’, y nos llamamos así porque decía Atahualpa Yupanqui cuando le preguntaron ‘¿usted es creyente?’ y dijo ‘no, yo soy dudante’. Y estos Dudantes tenemos una mesita de discusión en donde estamos Ricardo Rafael, Carlos Bravo, Antonio Marvel y yo, y luego tengo una cápsula editorial yo solita de unos dos o tres minutos donde abordo algún tema humorístico, cotidiano, literario, en fin. Y Ricardo Rafael me invitó a partir de mis temas en la columna de Sin Embargo y nos divertimos como enanos”.
Conócela
> Alma Delia Murillo escribe la columna ‘Postmodernos y Jodidos” para Sin Embargo.
> Es una escritora que publicó su primer novela llamada ‘Noches Habitadas’.
> En la actualidad espera publicar este año su segunda novela, ‘El Nido, el Principio’, en la que aborda la historia de tres niños que viven en un orfanato.
> También participa en “Calle 11”, programa conducido por Ricardo Rafael todos los jueves a las 23:00 horas.
> Twitter: @AlmaDeliaMC