Recomendaciones para garantizar un viaje sin pleitos con tu familia ampliada

Vida
/ 8 agosto 2024

‌Para que las salidas juntos sean tan placenteras como sueñas, independientemente de la edad de los viajeros, basta planear un poco y platicar desde que comiencen a preparar el viaje.

Por: Emily Goligoski

Organizar unas vacaciones con miembros de tu familia ampliada puede crear enormes expectativas y darte una gran felicidad. La ilusión de disfrutar tiempo con tus seres queridos en un lugar hermoso o emprender juntos un paseo emocionante puede llevarte fácilmente a idealizar estos viajes cuando comienzas a planearlos.

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‌Sin embargo, nunca faltan contratiempos, como retrasos en los viajes o personas que te dan un mal servicio, que pueden estropear un viaje... y estos ejemplos solo se refieren a factores externos. Unas vacaciones en un lugar paradisiaco pueden transformarse en un instante en situaciones desagradables si los familiares pelean, se faltan al respeto, expresan algún desacuerdo político o se da un choque por los distintos estilos de crianza de los hijos.

Pero no te preocupes, porque aquí te presentamos algunas recomendaciones para evitar las dificultades que pueden llegar a surgir.

‌Para que las salidas juntos sean tan placenteras como sueñas, independientemente de la edad de los viajeros, basta planear un poco y platicar desde que comiencen a preparar el viaje.

Modera tus expectativas desde un principio, en especial si tú pagas.

Para empezar, prepárate mentalmente.

Becky Kennedy, psicóloga clínica que trabaja con la empresa Good Inside, señaló que los adultos que se encargan de planear el viaje pueden cometer el error de esperar que, si invierten en unas vacaciones caras, tendrán garantizado un viaje sin contratiempos con acompañantes bien portados, en especial los niños. Es esencial que identifiques si esta es tu conjetura.

“Sentimos que van a recompensar nuestro esfuerzo y el dinero que hemos invertido portándose bien. Así que es muy importante darnos cuenta de lo ridícula que es esta expectativa”, explicó Kennedy. “Porque si no lo hacemos, todo el tiempo vamos a sentirnos frustrados con nuestros hijos”.

Sarah Janowsky, de 38 años, quien trabaja en el campo de las operaciones comerciales, en julio tomó un vuelo de seis horas de su hogar en la ciudad de Nueva York a Portland, Oregón, con sus tres hijos, de edades entre los 2 y los 8 años. Tenía claro y aceptó que el día de viaje no iba “a ser el mejor de nuestra vida” en cuanto al comportamiento de los niños. Janowsky sabía que podía recurrir a bocadillos y juegos para calmarlos un poco cuando se agitaran; además, decidió dejarlos usar sus dispositivos electrónicos mucho tiempo y relajó algunas reglas habituales. Pero les dejó muy clara la línea que no debían cruzar: esperaba que sus hijos fueran respetuosos con los demás pasajeros.

Conoce lo que cada quien quiere desde un principio

Quizá tu tío quiera pasar un día entero en un museo de arte; tu pequeño de 6 años necesita ir a los juegos por la tarde para quemar algo de energía.

‌Niro Feliciano, psicoterapeuta de adultos y adolescentes que trabaja en Connecticut, insta a quienes van a viajar a comunicar sus expectativas desde un principio.

‌“Si las expectativas no se cumplen o no son realistas desde un principio, las personas regresan descontentas, frustradas y enojadas”, dijo.‌

Para saber qué quiere cada quien, es necesario escuchar qué espera del viaje cada persona, incluso los niños. Algunos querrán pasar tiempo de calidad juntos y otros, probar una aventura nueva o conocer una gastronomía distinta. También es importante hablar de los puntos no negociables, por ejemplo, si quieren fijar un límite de gastos, acordar horas regulares para comer e irse a dormir y decidir si quieren habitaciones privadas o separadas.

Prepárate para las dificultades inevitables

Mollie Chen, cofundadora de la minorista de maquillaje en línea Birchbox y encargada de operaciones en la firma de estrategias Acora, comentó que a su familia de cuatro, con dos hijos de 5 y 7 años respectivamente, radicada en Brooklyn, también le ha servido hablar de las posibles dificultades.

“Además de hablar de todo lo divertido que vamos a hacer, es importante recordarles a los niños (¡y a nosotros también!) las cosas que podrían ser difíciles”, comentó Chen, de 41 años, quien puso estos ejemplos: “el desfase horario puede hacer que su cuerpo se sienta extraño, estar con tantos familiares puede ser emocionante y también abrumador, pueden añorar su casa”.

Si bien hablar con anticipación sobre los posibles problemas no evita que se presenten momentos desagradables, Chen recalcó que ayuda a la familia a manejarlos mejor.

Estas pláticas pueden incluir información sobre los traslados del aeropuerto o sobre sabores e ingredientes que pueden encontrar o no ver por un tiempo. Pero tener conversaciones no es la única forma de prepararse para situaciones inesperadas. Independientemente de la edad de tus acompañantes, puedes compartir fotos del lugar de Airbnb que van a rentar o videos de YouTube sobre su destino, o ver películas o espectáculos situados en ese lugar.

Planea actividades que todos puedan disfrutar‌

Algunas atracciones, como el museo de ABBA en Estocolmo, el Park Güell lleno de esculturas en Barcelona, España, o incluso una playa en Florida, pueden deleitar a los miembros de la familia de 7 y 70 años por igual. Este tipo de destinos los exponen a actividades que quizá no buscarían en otro lugar y fomentan oportunidades para maravillarse juntos.

También puedes pedirle a cada viajero que proponga una actividad que le interese para el grupo.

Emily Schreter, psicoterapeuta radicada en Nueva York, indicó que delegar la planeación crea una atmósfera de responsabilidad compartida.

“Cada generación tiene su propio tipo de sabiduría, así que tu objetivo debe ser encontrar maneras creativas de aprovecharla y compartirla”, aseveró.

Algo que también es importante recordar es asignar horarios de descanso. Equilibrar las actividades con tiempo de reposo o esparcimiento individual puede ayudar a relajar los nervios y revitalizar a todos.

Toma en cuenta los problemas de movilidad

El pasado diciembre, Joy Wong Daniels, quien tiene 46 años y vive en Milán, viajó a Suiza e Italia con su familia nuclear de cuatro, la familia de tres de su hermano y sus dos padres, que tienen más de 70 años. En Bormio, un pueblo de la región de Lombardía en Italia, Wong Daniels, diseñadora de productos, reunió a todos para hablar sobre las limitaciones de movilidad de sus padres, que no habían sido evidentes de inmediato, pues la gran energía de los niños había sido la principal preocupación de todos.

“Necesitamos ir más despacio, tenemos que tomar descansos”, les dijo. La familia reconoció que algunas de las ambiciones del grupo no concordaban con lo que era físicamente posible, así que ajustaron algunos planes.

‌Claro que cuando vas a la mitad de unas escaleras muy empinadas hacia la catedral no es el mejor momento para percatarte de que algunos de tus acompañantes no deberían haber participado en esa salida. Para evitar situaciones de este tipo, ten conversaciones honestas sobre la aptitud física y resistencia de la familia antes de reservar boletos o contratar recorridos; además, es conveniente checar por anticipado si hay elevadores y cuáles son las políticas aplicables a las carriolas.

Wong Daniels ahora incluye en su presupuesto servicios de automóviles, taxis y otros métodos que le permiten evitar momentos tensos.

Cuando viajas solo o quieres ser ahorrativo, “puedes aprender mucho si pasas incomodidades”, reconoció. “Pero ahora que viajo con mis padres, prefiero gastar un poco más para garantizar que todos estén cómodos”.

Respeta tus propios límites

Comunicar qué te resulta imposible puede ayudar a ponerles los pies en la tierra a tus familiares entre sus numerosas exigencias, reales o imaginarias.

Ya sea que decidas no participar en una salida en grupo o comprarles a tus hijos un tentempié que no tenías planeado, “el único permiso que necesitas es el tuyo”, afirmó Kennedy.

Chen hizo énfasis en que no hay por qué convertir los problemas inevitables que surgen entre los familiares en una crítica de todo el tiempo que han pasado juntos.

“En especial cuando se trata de un viaje importante con la familia, en lo personal tiendo a convertir los momentos turbulentos en lo que marca todo el viaje”, reconoció Chen. “He aprendido que es importante tomarme un minuto para recordar que, sea lo que sea (un desastre, alguna fricción con la familia), pasará y no será el recuerdo que se quede en la mente de ninguno de nosotros”.

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