Sergio Pitol, un hombre que con palabras ‘hizo oír, sentir y ver’
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El ensayista, diplomático y traductor originario de Puebla falleció ayer en su domicilio en Xalapa, Veracruz, tras complicaciones por la afasia progresiva que padecía
El escritor poblano Sergio Pitol Demeneghi, Premio Cervantes de Literatura 2005, falleció ayer en su casa de Jalapa, como confirmaron sus allegados. Había nacido en aquella ciudad, pero era veracruzano por decisión propia, por autoadopción.
Pitol, que sentía un amor infinito por un género, la novela, que supo recrear, construir y reconstruir, padecía una afasia progresiva que poco a poco fue apagando al escritor quizá más cosmopolita, irónico, políglota y que ha escrito algunas de las frases más largas en nuestro país.
El autor de “El Arte de la Fuga” y “Domar a la Divina Garza” tenía 85 años de edad y fue su primo, Luis Domeneghi quien confirmó el deceso y añadió que “ya no hubo oportunidad de llevarlo al hospital”.
Pitol obtuvo el Premio Juan Rulfo en 1999, el Premio Miguel de Cervantes en 2005 y el Premio Alfonso Reyes en 2015, entre otros reconocimientos a su trayectoria.
El escritor, diplomático, viajero y promotor de la literatura universal, tiene entre su obra novelas y libros de cuentos. Como traductor, trajo a nuestra lengua obras del chino, inglés, húngaro, italiano, polaco, y ruso.
Su textos han sido traducidos al italiano, ruso, inglés, húngaro, chino, polaco y árabe. La enfermedad degenerativa que padecía en el último año le impidió caminar, moverse y hablar.
La narración, para Pitol, era un fascinante rompecabezas, una colección insólita y maravillosa de cajas chinas e intrigas acumuladas y diversificadas en función de los distintos puntos de vista. O, si se prefiere, de los traslados de cada uno de los personajes, con paisajes y ciudades que se infiltran y penetran en lo más profundo, como le sucedía a Billie Upward, una de sus más míticas creaciones.
Sus novelas sin duda ponen a mano de los lectores una vista desencarnada de lo cotidiano. Cabe mencionar su “Trilogía del Carnaval” formada por “El Desfile del Amor”, “Domar a la Divina Garza”, “La Vida Conyugal” y de sus volúmenes de cuentos es imprescindible “Nocturno de Bujara”.
La obra de Sergio Pitol tiene influencia de Henry James y no tiene relación alguna con los movimientos literarios hispanoamericanos de su generación, un rasgo de su trabajo es su carácter irónico.
Su paso por Saltillo
> Hace diez años ofreció una conferencia magistral en la Feria del Libro.
> Recordó que antes había visitado la ciudad en compañía de Álvaro Mutis y en otra ocasión con Andrés Henestrosa.
> Aquel septiembre del 2008 vio que este desierto es muy distinto al que vivió en su exilio voluntario en el extranjero, pues el narrador consideraba -como relató- que él escribió “en el desierto, porque estuve aislado de lo que mis contemporáneos leían en México, de lo que se escribía”.
> Ese día también retomó las palabras de Joseph Conrad para describir su labor a través de las letras, “La tarea que me he propuesto realizar a través de las palabras es hacer oír, hacer sentir y sobre todo hacer ver. Sólo y todo eso”.
> En abril de 2009 presentó en la ciudad su libro “Ícaro”.