Tasuku Honjo, Nobel de Medicina, confía en que premio impulse investigaciones contra el cáncer
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La inmunoterapia se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del cuerpo humano, el sistema inmunitario, para combatir y eliminar las células cancerosas.
El inmunólogo molecular y químico japonés Tasuku Honjo, galardonado hoy con el Nobel de Medicina, expresó su deseo de que el premio pueda animar a más investigadores a ampliar los estudios y mantener la lucha contra el cáncer.
"Espero que este tratamiento siga salvando más vidas", afirmó el investigador, de 76 años, en una rueda de prensa que ofreció en la Universidad de Kioto (centro), donde continúa ejerciendo como profesor invitado.
Honjo ganó hoy el Nobel de Medicina junto al estadounidense James P. Allison por sus descubrimientos "de la terapia contra el cáncer por la inhibición de la regulación inmune negativa”.
"Espero que este premio motive a otros investigadores a continuar en su camino", dijo el japonés.
"Durante este siglo -añadió Honjo- llegará el día en que el cáncer ya no será una amenaza, al igual que las enfermedades infecciosas”.
Nacido el 27 de enero de 1942 en Kioto, Honjo descubrió en 1992 la proteína PD-1, un inhibidor de las células inmunitarias T que ayuda a controlar las respuestas inmunitarias del cuerpo.
El descubrimiento de esta proteína contribuyó al desarrollo de un fármaco inmunoterapéutico contra el cáncer más efectivo, el Opdivo, empleado en tratamientos contra el cáncer de pulmón y el melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel.
El inmunólogo molecular nipón explicó durante su comparecencia que cuando hizo su hallazgo no se imaginó que una investigación "tan básica como ésta" fuera a aplicarse de forma tan amplia.
Honjo recordó el impacto que tuvo en él la muerte prematura de un compañero de universidad, al que dijo seguir teniendo presente, y que fue uno de los motivos que hizo querer contribuir en la lucha contra esta enfermedad.
Al ser preguntado por Allison, junto al que fue galardonado hoy, Honjo dijo que este premio le es “merecido".
"Lo que él y yo hacemos se complementa. (...) Creo que es la mejor combinación posible, desde mi punto de vista", dijo el nipón.
El químico japonés tuvo que interrumpir la rueda de prensa al recibir una llamada del primer ministro, Shinzo Abe, quien lo felicitó "por haber salvado muchas vidas" gracias su investigación, palabras ante las que Honjo se mostró agradecido.
Honjo ha recibido numerosos galardones, entre los que destacan el Premio Tang de Biotecnología Farmacéutica en 2014 (que ganó también junto a James P. Allison), la Orden de la Cultura de Japón en 2013, el Premio Robert Koch en 2012 y el Premio Imperial de la Academia de Japón en 1996.
* Allison, Honjo y la inmunoterapia contra el cáncer
La inmunoterapia se basa en potenciar la capacidad del sistema de defensa del cuerpo humano, el sistema inmunitario, para combatir y eliminar las células cancerosas. Ya se han desarrollado fármacos basados en ese principio para combatir algunos tipos de cáncer.
Durante décadas se intentó aplicar sin éxito esta estrategia, que no ofreció resultados hasta que llegaron los trabajos del inmunólogo estadounidense James P. Allison (Texas, 1948) y del japonés Tasuku Honjo (Kyoto, 1942), galardonados hoy con el Premio Nobel de Medicina.
Sus avances se basan en eliminar los frenos que impiden que el sistema inmune responda y desatar una respuesta contra las células tumorales.
La principal característica del sistema inmunológico es su capacidad de diferenciar lo "propio" de lo "extraño", para que las bacterias, virus u otros peligros puedan ser atacados y eliminados.
Las células T forman parte de los glóbulos blancos y son capaces de reconocer sustancias exógenas y combatirlas. Hasta cierto punto, esto también funciona para la lucha contra las células cancerosas producidas por el propio cuerpo, que son difíciles de identificar para el sistema inmunológico.
Hacen falta unas proteínas que funcionan como aceleradores de las células T para desencadenar la respuesta inmunológica. Pero también existen proteínas que actúan como frenos e impiden la activación del sistema inmune.
En los años 90, Allison investigó en la Universidad de California la proteína CTLA-4, que funciona como freno para la activación del sistema inmunológico. El inmunólogo estadounidense estudió si bloqueando esa proteína se podía desactivar el freno de las células T y desencadenar el sistema inmune para atacar células cancerígenas.
Allison y su equipo realizaron con éxito sus primeros experimentos en ratones a finales de 1994. A pesar del escaso interés de la industria farmacéutica, siguió trabajando para desarrollar una terapia aplicable en humanos. Varios grupos de investigadores mostraron pronto resultados prometedores en pacientes con melanoma avanzado, un tipo de cáncer.
Allison participó en el desarrollo del fármaco Ipilimumab, que bloquea las moléculas CTLA-4 y que salió al mercado en Estados Unidos en 2011. El Ipilimumab mostró una alta eficacia contra los melanomas, con tasas de supervivencia de hasta 10 años en alrededor de un 20% de los pacientes.
En 1992, pocos años antes del hallazgo de Allison, Honjo descubrió la proteína PD-1. Sus investigaciones en la Universidad de Kyoto mostraron que también esta proteína frena las células T, aunque utiliza un mecanismo diferente al de la proteína estudiada por Allison. Un importante estudio mostró en 2012 la eficacia de la inhibición de la proteína PD-1 para tratar a pacientes con distintos tipos de cáncer.
Las terapias basadas en los avances de Allison y Honjo se conocen como inmunoterapias o de inhibición de puntos de control inmunitarios.
Estas terapias -al igual que otras- han mostrado efectos secundarios que puede ser graves aunque normalmente manejables, explicó hoy el Instituto Karolinska en Estocolmo, que concede el Nobel de Medicina. De ahí que la investigación se centre ahora en descubrir como funcionan los mecanismos, para así mejorar las terapias y reducir esos efectos no deseados.
* Los Premios Nobel de Medicina de los diez últimos años
El Premio Nobel de Fisiología o Medicina se concede desde 1901. La primera distinción fue para el bacteriólogo alemán Emil Adolf von Behring por el descubrimiento de una seroterapia contra la difteria. A continuación, los galardonados desde 2008:
- 2017: Los estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que regulan el ritmo circadiano.
- 2016: El japonés Yoshinori Ohsumi por sus descubrimientos sobre el mecanismo de la autofagia, un proceso fundamental para la degradación y el reciclaje de componentes celulares.
- 2015: El irlandés William C. Campbell y el japonés Satoshi Omura por sus investigaciones en torno a infecciones causadas por parásitos y la china Youyou Tu por su novedosa terapia contra la malaria basada en la medicina tradicional china.
- 2014: El estadounidense John O'Keefe y los noruegos May-Britt Moser y Edvard Moser por "el descubrimiento de un sistema de posicionamiento, un GPS 'interno' en el cerebro que nos hace posible orientarnos en el espacio".
- 2013: Los estadounidenses James Rothman y Randy Schekman y Thomas Südhof, nacido en Alemania, por sus investigaciones sobre el sistema de transporte de las células.
- 2012: El británico John Gurdon y el japonés Shinya Yamanaka por el descubrimiento de que las células adultas se pueden reprogramar y volverlas al estadio embrionario.
- 2011: El estadounidense Bruce Beutler y el francés Jules Hoffmann por sus trabajos sobre la activación de la inmunidad innata. El canadiense Ralph Steinman, quien descubrió células que activan el sistema inmune innato, murió unos días antes del anuncio del galardón y recibió el premio de forma póstuma.
- 2010: El británico Robert Ewards por el desarrollo de la fecundación in vitro.
- 2009: Los estadounidenses Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak por sus investigaciones sobre el envejecimiento celular.
- 2008: El alemán Harald zur Hausen por el descubrimiento de los virus del papiloma que provoca cáncer de cérvix y los franceses Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier por el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).