Vaccarello lleva su minimalismo erótico a Saint Laurent

Sin embargo, su consagración definitiva llegó al frente de Versus Versace, el emblema “rebelde” de la firma italiana, adonde llegó en enero del año pasado precedido por el éxito de la colección que presentó para esa misma marca en la Semana de la Moda de Nueva York en 2014.

Su marcha de la casa italiana fue lamentada por la propia Donatella Versace en el comunicado hoy que abrió la puerta a todos los rumores.

Para Vogue, Vaccarello extrae parte de su inspiración del “pintor del negro”, el francés Pierre Soulages, que le lleva a crear siluetas oscuras en las que combina una “desnudez vulnerable con estructuras radicales”, y también está influido por el fotógrafo Herb Ritts y su uso de colores vivos como el naranja y el amarillo.

Diplomado en escultura por la prestigiosa escuela belga de arte y diseño La Cambre, ganó en 2006 el gran premio del Festival Internacional de Moda y Fotografía de Hyeres con una colección inspirada por la actriz porno Cicciolina.

Atrajo la atención de Lagerfeld, quien se lo llevó a trabajar la piel -y a obtener sus primeros reconocimientos profesionales- en Fendi.

En 2009 se lanzó con su primera colección homónima prêt-à-porter en París, en la que apostó por el cuero y la organza, con la que obtuvo grandes elogios a la pureza y la sutileza de sus diseños.

Dos años más tarde, obtuvo el premio ANDAM de la industria de la moda para talentos emergentes, que generalmente allana el camino para prolíficas carreras en el mundo de la moda.

El ojo clínico de Donatella Versace, quien vio en el joven creador el potencial para actualizar su marca joven Versus, colocó definitivamente en la plataforma para los grandes nombres a Vacarello, quien deberá ahora hacer olvidar a Slimane en Yves Saint Laurent.

Quién sabe si tras el paso del huracán Slimane -que reclamó plenos poderes desde su misma llegada-, la “maison” busca en Vacarello un perfil menos altisonante, pero que consiga mantener el nivel de excelencia al que la llevó el francés.

Su llegada se produce en momentos de gran convulsión en la alta costura francesa: en los últimos meses, Dior, Balenciaga y Lanvin han cambiado a sus responsables artísticos.