Haz esto si quieres comer como local cuando viajes

Viajes
/ 4 octubre 2024

Antes de ir, investiga un poco sobre los tipos de gastronomía por los que se conoce a tu destino, sus ingredientes locales y sus platillos más apreciados.

Por: Rebecca Holland

Cuando buscamos recomendaciones de restaurantes en donde vivimos, dependemos de amigos, revistas y sitios de reseñas. Sin embargo, cuando estamos en el extranjero, solemos pensar en un “lugareño” místico que nos guíe a los mejores platillos de nuestras vidas, de preferencia en algún sitio “auténtico” y “fuera de lo común”. No es una expectativa que tendríamos si se tratara de un extraño en las calles del lugar donde vivimos, pero es lo que esperamos encontrar en el extranjero por medio de ciudadanos iguales a nosotros.

Chicago, donde vivo, tiene un entorno gastronómico fantástico. Eso no nos convierte en expertos a todos los que vivimos ahí. Si les preguntaras a cien personas al azar dónde comer, recibirías decenas de respuestas distintas.

Así que si no esperamos que los lugareños de nuestra propia ciudad sean expertos culinarios, no hay motivo para asumir que sea así en otros lugares.

Entonces, si el lugareño sabelotodo no existe y no queremos ir a restaurantes de cadenas y franquicias usualmente sobrevaloradas, ¿cómo puedes encontrar la mejor comida local cuando viajas? Estos son algunos consejos.

Antes de ir, investiga un poco sobre los tipos de gastronomía por los que se conoce a tu destino, sus ingredientes locales y sus platillos más apreciados. Después haz una búsqueda rápida de lugares dónde comer, teniendo en mente que los sitios de reseñas no siempre son precisos (más adelante ahondamos en ello). Eater generalmente es una fuente confiable, y lugares como Bon Appétit, Saveur, Roads & Kingdoms y, desde luego, la sección culinaria de The New York Times son buenas opciones que se basan en lugareños o periodistas internacionales experimentados que han hecho toda la búsqueda por ti.

Curiosity Magazine, una publicación que comencé específicamente para ayudar a los viajeros a encontrar su camino y obtener consejos como este, contrata exclusivamente a escritores locales dispuestos a compartir la cultura culinaria de su ciudad con los visitantes. Los blogs de comida local, que a menudo puedes encontrar con una búsqueda rápida en Google, también son grandes recursos. Si ves algunos lugares que aparecen una y otra vez en una gran variedad de publicaciones y fuentes, esa es buena señal.

Los recorridos gastronómicos son una de mis actividades favoritas cuando viajo. Les dan a los fuereños un gran panorama de los lugares imprescindibles de una ciudad y son fáciles de encontrar. Pregúntale al conserje de tu hotel, busca en internet paquetes vacacionales que incluyan recorridos gastronómicos, pídele información a un agente de viajes o visita una oficina turística regional o local.

Claro, puede que las porciones disponibles en el recorrido sean pequeñas y probablemente estarás con un grupo de turistas, pero también aprenderás algo y probarás una gran variedad de platillos sin mayor esfuerzo. Lo más importante es que tu guía será un lugareño que obviamente ama la comida. Pregunta dónde come cuando no está trabajando y te dará muchos consejos que podrás probar en cuanto acabe el recorrido.

Mi lema para beber en todo el mundo es: “Quienes trabajan en los bares son quienes saben”. Trabajan y beben con colegas que trabajan y beben en otros bares. Entonces ya sea que busques un bar casual o un sitio de cocteles elegante, quien trabaja detrás de la barra —ya sea de tu hotel o de algún sitio que ya hayas visitado— te dirá adónde ir.

Pasa lo mismo con los meseros en los restaurantes, quienes trabajan toda la noche con gente del mundo culinario. Los consejos del personal en bares y restaurantes son algunos de los mejores que escucharás. Deja que tu propina refleje ese servicio adicional.

Pasé algunos años viviendo en Roma y a menudo me sorprendían algunos de los restaurantes mejor puntuados en sitios web como TripAdvisor o Yelp. “Esta es la mejor pizza que he comido en mi vida”, escribía alguien acerca de un restaurante mediocre afuera del Vaticano, mientras que mi pizzería favorita (una muy popular entre los lugareños) estaba mucho más abajo, en el lugar número 200.

Sin embargo, ten en mente que quienes escriben las reseñas de TripAdvisor son turistas y no lugareños. Quizá es la mejor pizza que esa persona ha probado, porque está de vacaciones y el ambiente es importante cuando se trata del sabor. Eso no significa que sea la mejor pizza de Roma. Las reseñas pueden ayudarte a encontrar sugerencias en una región o si tienes necesidades o preferencias alimentarias específicas, pero eso es todo.

Y si vas a leer las reseñas, ve más allá del número de estrellas. Si alguien le dio a un lugar dos estrellas a causa de “un tenedor mal puesto” o algo más que no sería un problema para ti, ignora la reseña. La velocidad en el servicio, por ejemplo, es cultural y suele ser objeto de sesgos. Busca reseñas de lugareños, sobre todo los que hacen comentarios sobre ciertos platillos. “Esta boloñesa es tan buena como la de mi abuela”: eso es lo que estás buscando.

La comida en la calle generalmente es barata y está por todas partes, además de que puede darte un panorama de la cultura culinaria local. Al igual que como pasa con los lugares de hotdogs en Chicago, la mayoría de la gente puede decirte adónde ir. No obstante, aunque la comida en la calle puede ser deliciosa, sí puedes correr el riesgo de enfermarte.

Observa cómo la preparan y la manipulan y sigue nuestros consejos: si algo no te inspira confianza, ya sea la ubicación o los ingredientes, o si estás en un país donde las enfermedades provocadas por la comida son un problema común para los viajeros, no te arriesgues. Pero si ves filas de lugareños que esperan afuera de un carrito de comida, esa es buena señal de que tienen muchos clientes regulares y de que la comida es popular y de buena calidad.

En los restaurantes, fíjate si hay largas filas de turistas que esperan para entrar en el lugar con mejor calificación en TripAdvisor, pero también busca sitios en las calles donde veas multitudes de lugareños comiendo felizmente, como restaurantes locales o cafeterías donde las filas son largas incluso antes de que abran las puertas. Hay algunas experiencias gastronómicas por las que vale la pena esperar, pero, en general, un lugar cómodamente concurrido siempre es mejor que una fila larga.

Si vas a preguntar, hablemos de cómo hacerlo bien. Ten en mente que, por ejemplo, cuando se visita un país no occidental, a los turistas estadounidenses a menudo los dirigirán al lugar más “occidental”, que también tiende a ser el más costoso. Con frecuencia sus intenciones son buenas —suponen que querrán evitar sabores extraños o picantes, por ejemplo—, pero los resultados suelen ser decepcionantes.

Mejor sé específico. Pregunta dónde probar cierto tipo de comida. Aquí es donde pones en práctica tu búsqueda preliminar. Habla del rango de precios y de la atmósfera que estás buscando, y convéncelos de que quieres probar los platillos locales, sin importar sus ingredientes. Además, siempre existe la probabilidad de que tengas suerte y te topes con un lugareño comidista. De ser así, vivirás una gran experiencia.

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