Violeta Parra, la mujer de la rebeldía a 100 años de su natalicio
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Su obra pudo llegar al público gracias a la efectiva relación que tuvo la artista con la industria musical, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la industria y el arte pueden tener una relación armoniosa.
SANTIAGO DE CHILE. Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta artística se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica, artista plástica y poeta.
Su obra pudo llegar al público gracias a la efectiva relación que tuvo la artista con la industria musical, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la industria y el arte pueden tener una relación armoniosa.
Hija de una familia tradicional del sur de Chile, Violeta vivió su infancia en distintas localidades de la zona de Chillán, y fue allí donde tuvo sus primeras experiencias artísticas.
Tempranamente se inició en el canto. Ello le permitió que a los 17 años cantara en restaurantes acompañada de su hermana Hilda. Luego de su traslado a Santiago, en aquel mismo ambiente, conoció al ferroviario Luis Cereceda, con quien contrajo matrimonio en 1938. Su matrimonio terminó 10 años después. La desilusión provocada por este amor dejó huella en gran parte de la vida y obra de la artista.
Su existencia estuvo marcada por los constantes viajes en el interior del país y hacia el extranjero.
Todas las experiencias obtenidas le otorgaron un notable bagaje cultural y el conocimiento tanto de la realidad chilena, como del acontecer universal, constituyéndose en un testimonio de identidad de su país natal.
Gran parte del movimiento musical chileno generado desde la década de 1950, tuvo en Violeta Parra y su familia un punto de partida.
Violeta estrechó lazos con el movimiento conocido como Nueva Canción Chilena y reflejó también la evolución del canto popular a través de los distintos espacios en que la artista tuvo que desenvolverse.
Sus composiciones y recopilaciones fueron un punto de referencia para el posterior desarrollo de la música chilena, transformándose en la principal figura de la historia de su folclor.
Pero toda esa sensibilidad que plasmó en su obra, tuvo un triste desenlace en su vida. Su intensidad hasta en las cosas más sencillas, sus fracasos amorosos y sus dificultades económicas, le generaron una gran depresión que la condujo al suicidio el día 5 de febrero de 1967.
Su prematura desaparición dio vida a una figura mítica, cuyas composiciones continúan siendo recreadas tanto por músicos populares como doctos e inspirando las creaciones de nuevas generaciones de artistas.
La irreverencia de su discurso y su apasionada defensa de los derechos de los sectores más postergados la han convertido en un referente para diversos movimientos sociales y su vida ha inspirado varios libros biográficos y una película.
Con información del portal http://www.violetaparra100.cl