5 tipos de padre: ¿Cuál eres tú?

Vida
/ 24 marzo 2016

Cualquiera puede ser padre, pero no todos saben serlo. Este artículo te ayudará a reconocerte y, si es necesario, a reinventarte.

Parece mentira, pero es verdad: entre los hombres sigue prevaleciendo la idea de que, como padres, con dar el apellido basta. Afortunadamente, esta creencia comienza a quedar en desuso, aunque a paso lento, tal como ocurre con todos los procesos evolutivos.

Mientras tanto, se sigue hablando de las mujeres como responsables de la educación de los hijos, siendo que ellos, al igual que nosotras, son tinta indeleble cuando se trata de la influencia que dejan. Es cierto que sobre las madres recae gran parte de la responsabilidad, pero hay que subrayar que “gran parte” no es toda la responsabilidad.

Un padre ausente, negligente o abusivo tira por tierra todos los esfuerzos del resto de la familia; es responsable de proveer de armonía, estabilidad y afecto a los hijos. Pese a su importancia, nadie educa a su hijo varón para que sea un buen padre. Si acaso se lanza un escueto, “Cuando tengas hijos entenderás”, que llegado el momento hace evidente que no entendemos nada.

La paternidad no es un objeto que se acomode en una caja, ni un discurso que se lee o se pronuncie ante un auditorio. Es más una experiencia que se vive. Aun así, existen estilos de ser padre, y casi todos marcarán para mal la personalidad de los pequeños. Pensando en que te reconozcas –y si fuera necesario te reinventes– con uno de ellos, enlisto cinco estilos para ayudarte a descubrir qué tipo de padre eres.

1. Padre por compromiso

O lo que es lo mismo, el que no va más allá de las obligaciones económicas como alimentación y ropa. Estos padres no se preocupan por establecer un vínculo, ni por formar parte de la estructura educativa de la familia. El peligro de esta categoría es que se replica con facilidad en los padres que en algún momento llegarán a ser los hijos.

2. Padre objeto

Puede confundirse con la anterior, pero no es lo mismo. En la primera, son padres que no les interesa serlo y cumplen con lo imprescindible; el padre objeto, en cambio, está convencido de que ser padre se trata únicamente de abrir la cartera. Ambos emocionalmente provocan un vacío en la crianza de los menores.

3. Padre “macho”

Estos padres son irrespetuosos, violentos e indiferentes con sus esposas y con los hijos. Delegan la responsabilidad de educar en las mujeres, pues la mentalidad es que para eso están ellas y para castigar y ejercer autoridad, ellos.

4. Padre ambivalente

Estos padres son una cosa ahora, y otra al rato. Lo mismo son padres inflexibles, que padres permisivos. El problema es que envían señales que confunden a los niños y no les permite tener certezas de nada; eso es dañino para su desarrollo emocional.

5. Padre plural

Cuando se trata de ser un papá de 10, la opción correcta es la cinco. Alguien capaz de intercalar las necesidades del niño como niño y como sujeto que debe ser educado; un padre que cambie la palabra "rígido" por la de "flexible". Alguien dispuesto a hablar, pero sobre todo a escuchar.

Cualquiera puede ser padre, pero no todos saben serlo. Podrán existir muchas formas de ejercer la paternidad, pero sólo una de ser un papá verdadero. Y es aquel que se preocupa y se ocupa, que reconoce la importancia de su persona en la vida de sus hijos, que sabe ser fuerte sin ser violento. Que guía sin amedrentar, que acompaña sin opacar y que ama sin acaparar.

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