911 registra más muertes por posible COVID-19 que las reportadas oficialmente

Entre el 23 de marzo y el 27 de mayo, la línea de emergencias del 911 de la Ciudad de México registró un total de mil 179 muertes por posible COVID-19 en hogares o lugares distintos a un hospital, sin embargo, esta cifra es al menos 258% más alta en comparación a las 329 defunciones registradas por la Secretaría de Salud de la capital.

En una investigación hecha por Quinto Elemento, explica que, en 62 días, solo contabilizaron, de manera oficial, la muerte de a aquellas personas a quienes se le había realizado la prueba y que dieron positivos a Coronavirus.

Sin embargo, el 911 recibió una serie de llamadas que derivo en el registró de mil 179 personas que fallecieron por síntomas al COVID-19, pero que no contaban con un diagnóstico.

La cifra de la línea de emergencia “es alta, considerando que el conteo total de personas fallecidas por COVID-19 en la capital para ese mismo periodo fue de 2 mil 879, de las cuales 2,050 eran residentes de la capital que murieron dentro de hospitales y otros 329 que murieron en calidad de “ambulatorios”, es decir, gente que acudió a recibir atención médica pero que regresaron a sus casas”.

La cifra que da como oficial el gobierno capitalino de aquellos que murieron en sus hogares, la calle o algún otro sitio, es apenas el 28% de los que el 911 registró y que el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) registró como llamadas verdaderas, pues un servicio de atención acudió al lugar de los hechos y confirmó la emergencia reportada, aunque no la causa del deceso.

Los investigadores que consulto la investigación de Quinto Elemento coinciden en que esta diferencia en los datos refuerza la desconfianza que ha prevalecido sobre los datos dados a conocer por el gobierno federal, a lo cual se suma el hecho de que la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, reconociera que hay más muertes por COVID-19 que las registradas oficialmente.

"Si quienes murieron en sus domicilios, la vía pública o cualquier otro lugar extrahospitalario no contaban con una prueba confirmatoria de COVID-19 entonces no ingresaron automáticamente a las estadísticas oficiales, sino hasta que tuvieran un certificado donde se asentara que la causa de la muerte fue por coronavirus”, señala la investigación.

Vida Ruiz Herrera, infectóloga de la Universidad de Guadalajara, dijo que es importante registrar con precisión los fallecimientos ambulatorios, pues eso permitiría estudiar la calidad de la atención de salud, además de que se podría ayudar a resolver problemas sanitarios, sociales y de seguridad.

Son necesarios servicios de desinfección, brindar apoyo a los deudos, o tranquilizar a vecinos en barrios donde haya inquietud, temores, o incluso violencia y discriminación”.