Adultos gastan hasta 20 mil pesos en productos dirigidos a adolescentes
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El término Kidult surge de la unión de las palabras en inglés: kid (niño) y adult (adulto) pero formalmente no se tiene un registro de su origen, señala la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Los Kidults pueden llegar a gastar desde 699 hasta más de 20 mil pesos en adquirir juguetes de colección, videojuegos, cómics, consolas de videojuegos y gadgets electrónicos, artículos o servicios dirigidos en su mayoría a adolescentes.
El término Kidult surge de la unión de las palabras en inglés: kid (niño) y adult (adulto) pero formalmente no se tiene un registro de su origen, señala la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Explica que se les llama así a las personas, en su mayoría profesionales, que tienen un buen trabajo y poder adquisitivo medio-alto, y gastan en productos y servicios dirigidos en su mayoría a adolescentes como: dispositivos MP3, consolas de videojuegos, celulares de última generación, juguetes de edición especial, relojes vistosos, viajes, entre otros.
En un artículo publicado en su portal, la Condusef precisa que los Kidults adquieren principalmente juguetes de colección, videojuegos, cómics y gadgets electrónicos, artículos en los que destinan la mayor parte de su sueldo.
Ejemplificó que un Kidult puede comprar una consola de última generación IPSA, Xbox One, la cual puede fluctuar entre los seis mil 999 hasta los siete mil 999 pesos; o bien un videojuego de línea AAA, la cual puede rondar los 699 pesos hasta los mil 300 o un dron Star Wars que puede ir desde los dos mil 499 pesos hasta 10 mil 800 pesos, o quizá un iPhone 7, el cual va desde los 15 mil 499 hasta los 22 mil 899 pesos.
Productos diversos que varían en sus precios, dependiendo el lugar en donde se adquieran o si se trata de una edición especial, refiere.
La Condusef destaca que en la psicología a algunas de estas personas se les diagnóstica con el Síndrome de Peter Pan, que se aplica para individuos que se rehúsan a madurar, aunque ello no significa que se olviden de sus responsabilidades.