Arquidiócesis cuestiona los propósitos de la Cartilla Moral de AMLO

Nacional
/ 14 julio 2019

La iglesia católica cuestionó al gobierno de López Obrador la distribución de la Cartilla Moral. La preocupación por fortalecer los valores en la familia y la ética en el campo laboral “sin duda es positiva, pero la tarea primordial de todo gobernante es el establecimiento auténtico y estable de un estado de derecho”, afirma

Ciudad de México. Ante la iniciativa del gobierno federal de distribuir la Cartilla Moral, la Arquidiócesis de México que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes indicó que la preocupación por fortalecer los valores en la familia y la ética en el campo laboral “sin duda es positiva, pero la tarea primordial de todo gobernante es el establecimiento auténtico y estable de un estado de derecho”.

La Iglesia católica en la capital del país destacó que “el fomento de valores y la promoción ética debe reconocerse y alentarse como tarea principal de los padres de familia, y de las instituciones o grupos que ayudan en su responsabilidad. Al hacerlo desde una instancia de gobierno se corre el peligro de la banalización y puede tomar el derrotero de la demagogia”.

Agregó que “la creación o manejo de documentos con nombres llamativos, ocupando palabras que después serán devaluadas o manipuladas, o que sean utilizadas para justificar una política pasajera, sólo conducirá a quitarles importancia y peso: terminarán desechadas de nuestro diccionario familiar o usadas sin propósito real. Cuidado, entonces, con el uso de la palabra ‘moral’, y más cuando a las vistas es anticipo de otro documento que recibirá el nombre de Constitución Moral”.

En la editorial que publicó en el Semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis recordó que la Cartilla Moral es un texto, recuperado de los años cincuenta, escrito por Alfonso Reyes, “en el que se invita a los ciudadanos a dialogar con sus familias acerca de la moral, la ética y los valores que necesitamos para construir una sociedad mejor”.

Destacó que si el gobierno federal busca alentar una documento de este tipo, “bien haría en seguir respaldando la institución familiar natural, debidamente constituida, pues ningún otro ambiente sería más propicio y eficaz para que el ciudadano adquiera los valores que le acompañen de por vida”.

Agregó que imaginar que “con un texto típico se solucionen nuestros problemas éticos, sería como mostrarle una receta al enfermo esperando –sólo con eso– su pronta curación”, expuso.

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