Banxico sube a 4.25% su tasa de referencia

Dinero
/ 30 junio 2016

El Banco de México decidió elevar en medio punto su tasa

Ciudad de México. En lo que constituyó el segundo incremento en el año, el Banco de México decidió este jueves elevar en medio punto porcentual su tasa de interés de referencia, el indicador que determina el costo del financiamiento para empresas y en algunos créditos personales, informó la institución.

La tasa de interés del banco central se elevó a 4.25 por ciento, en una decisión sustentada en el deterioro “importante” de las condiciones financieras externas, explicó el Banco de México.

“Si bien la información disponible todavía sugiere un escenario central para la inflación para el corto y mediano plazo congruente con la meta permanente de 3 por ciento, las condiciones externas se han deteriorado de manera importante, situación que puede afectar adversamente el comportamiento futuro de la inflación”, expuso en un comunicado.

Es en la expectativa de que el entorno externo afecte el comportamiento de la inflación –que durante 14 meses seguidos ha estado debajo de la meta de 3 por ciento anual—que la junta de gobierno del banco central sustentó la decisión de elevar la tasa de referencia.

Con el incremento de la tasa, agregó, “se busca evitar que la depreciación de la moneda nacional observada durante los últimos meses y los ajustes de algunos precios se traduzcan en un desanclaje de las expectativas de inflación en el país”, apuntó la junta de gobierno del banco central.

En febrero pasado, el Banco de México elevó en medio punto porcentual, de 3.25 a 3.75 por ciento su tasa de interés de referencia, durante una reunión extraordinaria de su junta de gobierno.

La medida fue tomada como parte de un paquete, que incluyó un recorte al gasto de 132 mil millones de pesos, para hacer frente a movimientos especulativos contra el peso y a un entorno financiero externo volátil. En esa ocasión también fueron suspendidas las subastas de dólares de la reserva internacional de divisas, mecanismo que fue sustituido por el de intervenciones discrecionales por parte del banco central.

En el comunicado de este jueves, después de una reunión programada de su junta de gobierno, el banco central advirtió sobre un deterioro de la dinámica de crecimiento de la economía mexicana y la eventualidad de que la depreciación del peso se traslade a la inflación.

La economía mundial continuó presentando atonía durante el segundo trimestre de 2016, al registrarse un crecimiento menor al esperado en las economías avanzadas y un estancamiento de las emergentes en niveles bajos, comentó el banco central.

En Estados Unidos, el principal destino de las exportaciones mexicanas, se estima que en el segundo trimestre del año el crecimiento económico fue superior al observado en los dos trimestres previos, como consecuencia del fortalecimiento del consumo y del gradual avance del sector de la vivienda.

Sin embargo, persiste la debilidad de la inversión en equipo y estructuras y de las exportaciones netas. Además, el desempeño del mercado laboral ha sido mixto, mientras que la inflación se ha mantenido por debajo de la meta de la Reserva Federal, apuntó.

En este entorno, uno de los riesgos para la economía global se ha materializado, dada la reciente decisión del Reino Unido de dejar de pertenecer a la Unión Europea. Ello ha tenido consecuencias negativas sobre los mercados financieros internacionales y sobre las perspectivas del comercio y el crecimiento globales, con sus correspondientes efectos en la confianza de los negocios y consumidores, agregó.

Así, el balance de riesgos para el crecimiento mundial se deterioró respecto de la decisión anterior, por lo que se espera que los principales bancos centrales de países avanzados continúen con posturas monetarias acomodaticias por un periodo aún más prolongado de lo previsto hasta hace poco.

Será necesario mayor ajuste fiscal

La volatilidad de los mercados financieros internacionales se exacerbó, lo cual también fue notorio en los nacionales, planteó el Banco de México. Esto resalta la necesidad de perseverar en el mantenimiento de fundamentos macroeconómicos sanos en el país.

En ese sentido, planteó que el ajuste fiscal anunciado el viernes pasado por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, por 31 mil 715 millones de pesos, “es un paso en la dirección correcta, pero dada la incertidumbre externa y el desempeño durante los últimos años de los requerimientos financieros del sector público, acciones adicionales de consolidación en las finanzas públicas serían deseables, tal como procurar un superávit primario a partir de 2017”.

Por su parte, el Instituto Central ajustará su postura monetaria cuando sea requerido, con el afán de mantener la inflación y sus expectativas bien ancladas, lo que a su vez coadyuvará a una mayor estabilidad financiera.

Menor crecimiento

Después del elevado crecimiento que presentó la actividad económica de México durante el primer trimestre de 2016, los indicadores disponibles sugieren que a principios del segundo trimestre exhibió un menor dinamismo, anticipó el banco central.

En particular, en abril de 2016 se acentuó la atonía de la producción industrial, en parte como reflejo del comportamiento adverso de las exportaciones manufactureras, a la vez que los servicios se desaceleraron.

Por otra parte, siguió, los indicadores oportunos del consumo privado mantienen un elevado ritmo de crecimiento, mientras la inversión fija bruta siguió registrando un desempeño débil.

La inflación general anual se mantiene en niveles inferiores a la meta de 3 por ciento, si bien la variación anual del índice subyacente ha continuado mostrando una tendencia al alza, situándose en la primera quincena de junio en niveles cercanos a 3 por ciento. Esto último se explica, principalmente, por el ajuste en los precios relativos de las mercancías respecto de los servicios, en parte derivado de la depreciación cambiaria.

“Al respecto, cabe destacar que, hasta el momento, no se han presentado efectos” de contagio de la depreciación del peso a los precios promedio de la economía. Las expectativas de inflación provenientes de encuestas y las extraídas de cotizaciones de mercado, tanto para horizontes de corto como de mediano y largo plazo, continúan ancladas. Para los siguientes meses, se espera que la inflación general anual aumente gradualmente para cerrar el año ligeramente por arriba del 3 por ciento.

“No obstante, es pertinente señalar que recientemente ha sido notoria la aceleración del crecimiento de los precios de las mercancías alimenticias, alcanzando un nivel de alrededor de 3.8 por ciento”.

En el comunicado, la junta de gobierno del banco central anticipa que hacia adelante seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor.

En este contexto, anticipó, se mantendrá vigilante de la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos y del comportamiento del déficit de la cuenta corriente, que mide la diferencia entre las divisas que entran y salen del país.

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