Coahuila en rupestre: El arte de los primeros pobladores
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Don Rufino Rodríguez, un aficionado a la arqueología, habló con nosotros sobre los vestigios históricos que ha encontrado
Las pinturas rupestres son una de las manifestaciones más primitivas del arte, en todo el mundo hay muestra de ello excepto en la Antártida. En nuestro estado, incluso en áreas muy cercanas a Saltillo hay ejemplos de estos dibujos o escenas como las llama don Rufino Rodríguez, ingeniero de profesión, pero por pasión, aficionado a la arqueología.
Conversar con don Rufino es adentrarse a un cúmulo de experiencias, todas ellas de campo, o de monte porque él anda por los montes y por las bocas de sapo (cuevas de poca profundidad), y por lo caminos poco transitados, y las carreteras y los llanos, y en todo aquel terreno en el que pueda encontrar vestigios de los primeros pobladores coahilenses.
Cuando le pregunto sobre el arte de estos pueblos, me da un significado como sacado del Larousse “el arte rupestre son esosvestigios geológicos que nos dejaron los antiguos pobladores del estado, que estuvo poblado por cientos de tribus. Las tribus no eran muy grandes, por que tampoco no hay mucho de donde mantener una tribu grande”.
De acuerdo a las investigaciones, los españoles a su llegada lograron registrar más de mil tribus, también se sabe que tenían un intelecto bastante desarrollado debido al proceso de adaptación que lograron en estas latitudes donde la manera de sobrevivir era bastante difícil.
Su inteligencia se muestra también en la serie de señales o mensajes en las rocas o pintados en algunos aleros, o concavidades donde podían guarecerse o hacer rituales. Curiosamente, a pesar de ser nómadas, solo tenían movilidad dentro de un mismo territorio; sus viajes no se extendían a lugares muy lejanos, sino que la búsqueda de alimento y agua se hacía dentro de una misma área.
En las pinturas dejadas por estos habitantes se utilizaron colorantes de la naturaleza: rojo, azul, blanco, verde, etc. El rojo es el más común porque se encuentra de forma abundante, y su conservación hasta nuestros días se debe al tipo de fijador que usaban, podía tratarse de orina, sangre e incluso la baba de nopal.
Según apunta don Rufino, no todos los integrantes del grupo pintaban y grababan, solo los chamanes quienes practicaban la “magia simpática”, es decir, reproducían en las paredes lo que deseaban cazar. Con estas representaciones atraían la suerte para que no murieran en el proceso y que regresaran bien los integrantes del grupo o simplemente para que el ejemplar fuera localizado de forma rápida.
Precisamente, los chamanes utilizaron estas pinturas a manera de mensajes que dejaban en caminos transitados por otras tribus. Algunas de estas señales están en el suelo y reciben el nombre de geoglifos; a simple vista no son fáciles de percibir, solo desde las alturas, ya que tenían como objetivo comunicarse con sus dioses a través de ellas.
Según don Rufino Rodríguez, quien se ha acercado a estas formas de arte primitivo, son composiciones hechas de líneas, algunas de ellas incluso paralelas y o concéntricas. En los hallazgos hechos por él, es admirable la exactitud con la que están elaboradas.
En cuanto a los grabados, explica a VANGUARDIA que se clasifican en dos tipos, naturistas y abstractos; entre los primeros se encuentran los que podemos reconocer, huellas, animales, plantas y los segundos son las líneas quebradas, rectas, parrillas, espirales y que sólo podemos intuir lo que quieren decir.
En algunos grabados se manifiestan escenas de guerras, algunos pertenecen al siglo 16. Estas imágenes muestran a indios caídos o atacando a los españoles. A pesar de que pocos conocen esta lado de la historia de Coahuila, existen muchos vestigos de los primeros pobladores y don Rufino se ha encargado de tomar coordenadas, dibujar y anotar.
A pesar de advertirme que los indios de nuestra región eran acerámicos, es decir que no hacían vasijas; el aficionado a la arqueología, me mostró una serie de pedazos de barro que estaban finamente grabados, quizá con algunos palitos finísimos que dejaron una dibujo preciso, seguramente allí guardaban algunos granos, el mezquite y raíces para alimentarse.
Con lo que ha visto y recuperado el ingeniero, queda demostrado que el hombre ha nacido con el arte en las manos.
Coahuila tiene el tercer lugar en descubrimientos de arte prehistórico, aunque de acuerdo a lo que don Rufino ha encontrado y documentado, dice que debería estar en segundo lugar. Manos pintadas en un muro; escenas de cacería; arte móvil, piedras grabadas del tamaño de un puño; pedazos de vasijas grabadas; puntas de flecha; chamanes; parrillas y enigmáticos puntos que suman 28, es la historia de nuestros antepasados, recogida por un aficionado a la arqueología: don Rufino Rodríguez.