Con claroscuros, los tenistas mexicanos se despiden de Acapulco

Renata Zarazua y Lucas Gómez, los dos representantes mexicanos del Abierto de Tenis realizado en Acapulco, fueron eliminados el lunes en la primera ronda del torneo.

Aunque las circunstancias no pudieron ser más diferentes. Tanto Gómez, ubicado en el lugar 560 del ranking de la ATP, como Zarazua, 295 de la clasificación de la WTA, habían recibido “wild cards“ para participar en la competición.

El público abarrotó las pequeñas gradas de la cancha auxiliar donde ambos tenistas jugaron sus partidos de manera sucesiva. Una larga fila de gente se tuvo que quedar fuera. El ambiente fue inmejorable.

Zarazua, que jugó con personalidad y ofreció una resistencia notable durante casi tres horas, cayó 7-5, 6-7 (1-7) y 6-1 en su cruce con la belga Kirsten Flipkens (76), de quien la separan 219 puestos en la clasificación.

La mexicana cometió ocho dobles faltas, defecto que la alejó de la clasificación. A pesar de ello, su actuación dejó un buen sabor de boca. Fue altamente competitiva durante los primeros dos sets, pero se quedó sin fuerzas suficientes para el tercero y definitivo.

Gómez, en cambio, perdió sin presentar batalla por un doble 6-1 contra el croata Borna Coric (64 de la clasificación) en 57 minutos.

“La balanza se inclinó a favor de mi rival desde el principio. Hoy por hoy, los jugadores de ese torneo tienen más nivel, solo queda trabajar el doble o el triple”, explicó Gómez.

“Los tenistas mexicanos no tenemos grandes ejemplos ni un camino ya hecho que todos puedan seguir, contrario a España y Argentina. Aquí cada uno va por su lado y se las arregla como puede“, añadió.

Pero, para Gómez, la situación del tenis mexicano no depende sólo de los jugadores. “Todos somos parte, la Federación también tiene responsabilidades, nosotros tenemos siempre todo en contra”, puntualizó.