Consumo e inversión sufren desplomes sin precedente: Inegi

Dinero
/ 7 julio 2020

Ambas son las contracciones más profundas desde 1993, año en el que el organismo empezó a levantar la serie

El gasto en México de las familias en bienes y servicios nacionales e importados, así como el de empresas en construcción, maquinaria y equipo, resintieron en abril pasado desplomes sin precedente, desde que en 1993 ambos indicadores comenzaron a ser reportados, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Ambas mediciones mostraron el efecto en la demanda interna de las medidas de confinamiento adoptadas por el gobierno para hacer frente a la pandemia de Covid-19.

Respecto de marzo, el consumo privado –el que realizan las familias– tuvo una caída de 19.68 por ciento y frente al año pasado fue de 22.30 en cifras desestacionalizadas para hacer comparables los periodos.

Ambas son las contracciones más profundas desde 1993, año en el que el organismo empezó a levantar la serie. Así, el indicador está ahora en su menor nivel desde enero de 2010.

Analistas advierten que esa reducción en la medición más importante de la demanda agregada no regresará a los niveles previos a la pandemia al menos en lo que resta del año. Primero, porque ya reportaba una tendencia a la baja desde el último trimestre de 2019. Segundo, porque el miedo al contagio, las medidas de reapertura sobre las que aún hay incertidumbre y los empleos destruidos en estos meses frenarán su avance.

El confinamiento revirtió todo avance económico de la última década no sólo en consumo. El Inegi también reportó que la inversión fija bruta (IFB), es decir, la que efectúan las empresas en maquinaria, equipo y construcción para detonar los procesos productivos, fue lastrada en abril pasado a su menor nivel desde diciembre de 1997, lo cual significa un revés de más de 20 años.

La inversión cayó 28.93 por ciento en comparación con marzo, proporción nunca vista, según Julio Santaella, presidente del Inegi, para un mes. Lo hizo 37.13 por ciento frente a abril de 2019, también en cifras desestacionalizadas, con lo que mermas superiores a ésta únicamente se reportan entre marzo y octubre de 1995, cuando la crisis estalló en el sexenio del entonces presidente Ernesto Zedillo. 

La confianza La baja de ambos (indicadores) redunda en la confianza de las empresas, de los hogares y de los agentes económicos. Esa es la que tiene que recuperarse para que tengamos la esperanza de una recuperación sostenida a largo plazo, explicó Je-ssica Roldán, directora de análisis en casa de bolsa Finamex.

El Inegi reportó que todo el rubro de consumo cayó en abril. En un mes la adquisición de bienes nacionales se redujo 20.1 por ciento y el de importados 21.3. En comparación con 2019, las bajas son de 20.3 y de 30.6 por ciento, de manera respectiva. En cuanto a los servicios, el gasto en éstos bajó 17.8 por ciento mensual y 22 por ciento anual.

De hecho, el organismo evidenció que los hogares dejaron de gastar en todo tipo de bienes. Particularmente en los duraderos, la demanda se redujo cerca de 50 por ciento respecto del año pasado. Esto en cifras originales, que incluyen variaciones de calendario.

También han dejado de consumir bienes perecederos. Hay una merma de 5.7 por ciento en los de origen nacional y de 16.9 en los extranjeros.

Si bien los datos de consumo revelan los efectos inmediatos del cierre económico, la caída de la IFB tendrá secuelas a largo plazo.

La inversión es la que sienta las bases para que la economía en su potencial crezca, explicó Roldán, quien también expuso que el deterioro en ese indicador lleva algunos años, al menos desde 2016, dada la incertidumbre en la relación comercial con Estados Unidos.

El Inegi detalló que en abril la construcción cayó 30.9 por ciento en un mes y 36.2 por ciento respecto del año pasado. El énfasis de la contracción está en el componente residencial. La compra de maquinaria y equipo se redujo 25.1 y 38 por ciento, respectivamente.

Julio Santaella aseguró que de enero a abril pasados la IFB se ha contraído 15.9 por ciento en comparación con el año pasado en cifras originales, mientras el consumo privado lo hizo en 6 por ciento.

Las perspectivas de analistas para ambos componentes no reflejan una recuperación inmediata. En consumo, Ve por Más dijo a sus clientes que se prevé una lenta mejora, debido a la elevada incertidumbre y menor gasto de los hogares.

A las presiones en el mercado laboral, Citibanamex sumó el prolongado confinamiento, el deterioro de las perspectivas económicas y la menor confianza empresarial. Roldán, de Finamex, agregó que también el comportamiento de las remesas tendrá peso

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