Crisis catalana se cuela en el arte, censuran la obra "Presos Políticos"

Vida
/ 21 febrero 2018

La galería Helga de Alvear retiró esta mañana a instancias de los organizadores y sólo unas horas antes de la apertura de puertas de ARCOmadrid, la cita más relevante del mundo del arte en España la obra “Presos Políticos en la España Contemporánea”.

Los artistas siempre tienen la libertad de expresarse como quieran. Cada estand de ARCO es un mundo; es la galería la que decide ponerlo o quitarlo"...

ARCOmadrid, la cita más relevante del mundo del arte en España, arrancó hoy con polémica marcada por el desafío independentista de Cataluña, tras la retirada de la obra "Presos políticos", del artista Santiago Sierra, que desató encendidas críticas y denuncias de censura.

Lejos de centrarse en el debate sobre el futuro del arte, como prometía el eje central de esta 37 edición, la crisis catalana volvió a copar todos los titulares el primer día de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, que se celebra hasta el próximo domingo.

La galería Helga de Alvear retiró esta mañana a instancias de los organizadores y sólo unas horas antes de la apertura de puertas la obra “Presos Políticos en la España Contemporánea”, un conjunto de 24 fotografías pixeladas y en blanco y negro que identificaban a sus protagonistas no por su nombre, sino por la descripción del motivo de su encarcelamiento.

Entre ellos se encontraban algunos de los imputados por el proceso independentista catalán: en concreto, Oriol Junqueras, el "número dos" del Gobierno regional catalán destituido a finales de octubre por el Estado español, y los presidentes de las asociaciones civiles Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, popularmente conocidos como "los Jordis", que movilizaron al independentismo en las calles catalanas.

Aunque el texto del artista habla de ellos como "condenados", en realidad se encuentran en prisión preventiva.

Lo problemático de la obra es su consideración de "presos políticos", un estatus que sólo les otorga el sector independentista y que les niegan organizaciones como Amnistía Internacional. El propio artista tematiza ese concepto en la pieza, en la que se refiere a una falta de definición "más confusa aún en España debido a la tradición franquista y la prolongación de conflictos nacionales más allá de la Transición”.

La galería accedió a retirar la obra para evitar fricciones con Ifema, que organiza ARCOmadrid, y que justificó la medida en un comunicado señalando que la polémica suscitada estaba "perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos", al tiempo que manifestaba su respeto a la libertad de expresión.

La galerista Helga de Alvear accedió a la petición de Ifema. "Nos llamaron y nos pidieron que la obra no se viera en ARCO para evitar polémicas y así lo hemos hecho", dijo la propia De Alvear en declaraciones a los medios, negando sin embargo cualquier censura y quitando hierro al asunto. "Ríanse un poco, esto es arte", espetó.

No lo ve así el propio artista Sierra (Madrid, 1966), que reaccionó denunciando la "censura" por parte de la feria y denunciando un "clima de persecución al que se ven sometidos los trabajadores culturales en los últimos tiempos”.

El artista expresó su "relativa sorpresa y decepción" por la decisión, que consideró "daña seriamente la imagen de esta feria internacional y del propio Estado español”.

El director de la feria, Carlos Urroz, tampoco comparte la decisión, que calificó de una "idea malísima". "Los artistas siempre tienen la libertad de expresarse como quieran. Cada estand de ARCO es un mundo; es la galería la que decide ponerlo o quitarlo", señaló.

La situación es ahora tensa dentro de la institución organizadora, sin que esté aún claro si Urroz podría presentar su dimisión, según supo dpa de fuentes internas.

La controversia saltó también al ruedo de la política, donde el Ayuntamiento de Madrid, una de las instituciones que componen el consorcio de Ifema -junto a la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Montemadrid- manifestó su oposición a la decisión, que sin embargo fue ratificada en una junta de urgencia celebrada a instancia suya.

Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, reiteraba la postura que ha defendido hasta ahora el ejecutivo de Mariano Rajoy, que niega la existencia de presos políticos en España, pero se desvinculó de toda responsabilidad en la retirada de la obra fotográfica.

En la oposición, el Partido Socialista respaldó la retirada de la obra para evitar polémicas y rebajar la tensión, dijo la portavoz en el Congreso Margarita Robles. Sí la criticaron Ciudadanos y Podemos.

El líder de este último, Pablo Iglesias, denunció una "regresión" de las libertades civiles incompatible con la democracia. "No es compatible con la democracia que determinados temas no se deban tocar”.

Joan Tardá, el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el partido que lidera Junqueras, fue más allá al comparar la España de Rajoy con la Turquía de Recep Tayyip Erdogan. "Bienvenidos a Turquía", dijo al ser preguntado por el tema.

No es la primera vez que Santiago Sierra siembra la polémica. Considerado un artista de denuncia social y conocido por rechazar el Premio Nacional de las Artes en 2010, saltó a los titulares la edición pasada por llevar a ARCO "El bebedero", que representaba una esvástica que se disputaba un grupo de ratones.

En 2003, cuando fue artista invitado del pabellón español de la Bienal de Venecia, presentó una incómoda obra en la que tapaba el nombre de España y obligaba a entrar por la puerta trasera sólo previa muestra del DNI, en una reflexión sobre las fronteras.

Y mientras tanto, en plena polémica de desenlace abierto, la galería Helga de Alvear se muestra tranquila: ya hay interesados en la compra de las 24 fotografías de Sierra, que sólo se venden juntas a un precio de 80.000 euros, señalan sin desvelar la identidad de los posibles compradores.

Eso sí, en su estand en ARCO se siguen vendiendo las fotografías de los "presos políticos" de Sierra, que incluyen también a presos vascos, activistas del movimiento indignado 15-M o los titiriteros que exhibieron una pancarta con un mensaje vinculado al terrorismo durante la presentación de una obra teatral en Madrid, entre otros. Están en venta en forma de posters individuales a un precio mucho más módico: 10 euros la unidad.

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