El coronavirus confrontó la enseñanza presencial con la educación virtual

Politicón
/ 19 junio 2020

En días pasados la ANUIES convocó a una reunión virtual con la presencia del secretario de Educación, Esteban Moctezuma, donde nos presentó el senador Rubén Rocha, presidente de la Comisión de Educación del Senado, la propuesta de Ley General de Educación Superior. Es una ley que lleva un proceso de discusión incluyente, participativo y abierto, pero que se hizo en un marco donde imperaba la educación presencial. Hoy, después de poco más de tres meses, la pandemia provocada por el COVID-19 nos obligó, de golpe y porrazo, a un proceso de enseñanza-aprendizaje online. Esta situación nos ha acarreado nuevas problemáticas y escenarios radicalmente diferentes, por lo que se requiere una discusión de esta ley desde una “perspectiva de pandemia”. Dado que el mundo bimodal, como el coronavirus, llegó para quedarse.

La pandemia nos colocó de un día para otro, con el “quédate en casa”, a una enseñanza desde fuera de las aulas, a una formación virtual para terminar el semestre. Este esfuerzo de enseñanza virtual nos obliga, a estudiantes y a profesores, a una reconceptualización de los principales aprendizajes de estas nuevas experiencias de educación desde lo digital.

Debemos reconocer que durante cientos de años hemos sobrellevado la educación en el aula, esto es la práctica de educar desde un modelo educativo inflexible, inventado e impuesto desde un escritorio y, en muchos casos, apoyado por políticas sin real vocación de servicio ni espíritu de innovación.

El proceso de enseñanza-aprendizaje debemos replanteárnoslo de tal forma que éste pueda recobrar su carácter formativo y su eficacia como palanca de transformación de la realidad, para ello se requiere promover la participación y capacitación de los profesores y estudiantes, de cara a los desafíos actuales que nos plantea la pandemia del coronavirus.

Por otro lado, ahí están las aulas vacías, campantes ante el paso de la pandemia, a la espera de alumnos y profesores, y también la incertidumbre de cómo va a ser el regreso, ¿presencial, online o bimodal? Mientras tanto las plataformas digitales se apropian del espacio escolar. Desde luego, estamos ante un desafío, pleno de incertidumbre y riesgos, pero también es la oportunidad planteada desde la educación 4.0. La acumulación de pruebas y datos científicos a favor de los nuevos espacios y entornos online, obligados por la pandemia, son cada vez mejor comprendidos y desarrollados, gracias al esfuerzo de los profesores, los estudiantes y de las autoridades educativas, que en el caso de la UAdeC estamos respondiendo a estas nuevas circunstancias.

El aula nació en un contexto de escasez de la información y conocimientos escolares, que sólo unos pocos profesores podían llevarlos a muchos alumnos, las bibliotecas eran pocas y los libros debían llegarles vía lecciones, que sólo podía impartir el profesor. Hoy el aula que sigue siendo una especie de templo –donde se enseña con base en sermones–, el centro de trabajo y la oficina, se sustituyeron por un espacio virtual improvisado en el hogar.

Ahora los estudiantes obligados a estudiar desde sus casas, sin la ayuda presencial de los profesores y sus compañeros de salón, se dan cuenta que la información no es escasa sino, al contrario, sobreabundante, y el conocimiento mismo está disponible, igual y mejor, en “san Google”.

La contingencia sanitaria nos está llevando a la ruptura de la vieja ecuación de un docente a un grupo y a un aula, o bien, una asignatura a una hora, para ir a espacios y tiempos más amplios y flexibles, variables y reconfigurables, con un sólo estudiante o en grupos muy numerosos, con el uso de la tecnología digital.

Todas las universidades con el uso de las plataformas digitales transitan hacia ambientes innovadores. Estos medios ofrecen recursos de aprendizaje cada día más valiosos y amigables, y a la vez revelan las posibilidades del aprendizaje colaborativo entre iguales. Es en estas circunstancias impuestas por la pandemia donde se abren paso a los nuevos espacios digitales, como complementos y en algunos casos sustitutos de la educación tradicional. En la UAdeC los profesores y los estudiantes han mostrado un gran compromiso de adecuación a esta nueva realidad. Un ejemplo, los estudiantes de Medicina de Torreón eligieron a su mesa directiva por vía digital.

@SalvadorHV

jshv0851@gmail.com

 

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