En México, 10% de transferencias de recursos fiscales a estados son “discrecionales”: BID
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Criticó además que las transferencias llegan a realizarse sin considerar las necesidades explícitas de gasto ni los criterios de capacidad fiscal de los estados, con lo cual se debilita el objetivo de reducir las desigualdades fiscales entre regiones
Ciudad de México. En México, un 10 por ciento de las transferencias de recursos fiscales que hace el gobierno federal a los gobiernos estatales son obtenidas de manera “discrecional” a partir de la capacidad de negociación que tienen éstos, aseveró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si bien aclaró que las transferencias fiscales en general fueron creadas para combatir la disparidad de ingresos que existen entre los distintos estados, regiones o provincias de los países de América Latina y en lo que va del siglo han servido para reducirla hasta en una tercera parte, destacó que se han incrementado las de tipo discrecional.
“En años recientes algunos países han atestiguado el crecimiento de transferencias discrecionales, que varían en función de las capacidades de negociación política del centro y las regiones. En Argentina, las transferencias discrecionales pasaron del 0.5 al 1.5 por ciento del PIB entre 2000 y 2012, en Perú, pasaron de ser ínfimas en los gobiernos locales en 2008 a 0.7 por ciento del PIB entre 2009 y 2014 y en México ya alcanzan el 10 por ciento de las transferencias”, precisó el organismo en un análisis comparativo sobre los sistemas de transferencias vigentes en la región.
Criticó además que las transferencias llegan a realizarse sin considerar las necesidades explícitas de gasto ni los criterios de capacidad fiscal de los estados, con lo cual se debilita el objetivo de reducir las desigualdades fiscales entre regiones.
Los resultados indican, refirió, que si bien las interferencias intergubernamentales disminuyen en un tercio en promedio las disparidades en capacidad fiscal de los gobiernos subnacionales, “el nivel de desigualdad en ingresos públicos remanente después de su repartición es aún considerable, presentándose diferencias entre los gobiernos intermedios con mayor y menor capacidad fiscal que superan el 300 por ciento”, por lo que advirtió que la medida “parece estar perdiendo potencia”.
En el caso de México, el BID precisó que es uno de los países latinoamericanos, al igual que Colombia y Perú, donde se ha reducido la disparidad económica porque el gobierno federal entrega mayores niveles de recursos a los estados con necesidades más agudas, superando incluso a Brasil, Argentina, Brasil y Uruguay a los que da una calificación intermedia al respecto.
“El sistema de transferencias fiscales de México presenta el mayor grado de igualación de la capacidad fiscal entre sus estados, con una reducción de hasta dos tercios en las disparidades, mientras que los de Brasil, Colombia y especialmente Argentina son menos potentes”, precisó.
Sin embargo, el BID remarcó que persisten “grandes” disparidades económicas territoriales en América Latina, al grado que el nivel de renta per cápita del gobierno local o estatal más rico puede resultar hasta 9 veces mayor que el del gobierno más pobre y que en promedio el nivel de disparidad económica de la región cuadriplica el registrado en los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En Estados Unidos esa disparidad entre los gobiernos locales más pobres y más ricos es de 5 veces y es la mayor entre los integrantes de la OCDE, pero en México y Argentina se triplica porque la diferencia llega a 16 veces, en contraste con la diferencia de 3 veces que se registra para Uruguay.
El BID consideró que “esas diferencias aumentan de acuerdo con el tamaño y nivel de desarrollo económico de cada país.