En Semana Santa: Guarda silencio
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Solo en el silencio es posible hacer un alto en el camino, enfrentarse con los propios pensamientos y recapacitar sobre lo vivido.
“En un lugar silencioso una persona está consigo misma, sólo ella y su mente, su corazón y su cuerpo. Es ahí donde debes aprender a escucharte”, expresó en una entrevista Anthony Strano, director del centro espiritual Brahma Kumaris en Hungría y Turquía.
“Apaga el televisor, la radio, el teléfono y acompáñate de silencio externo, y pregúntate
cada final del día: ¿Qué hice de bueno hoy? ¿Qué podría haber hecho mejor? ¿Qué aprendí hoy? ¿Qué realmente quiero hacer?”, aconsejó.
Da gracias “Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”.
Jean de La Bruyere, escritor francés.
La mayoría de la gente vive quejándose. Se queja de la política, la economía, los problemas en el trabajo o la escuela, el clima, el tráfico, las filas en el súper y hasta de los vecinos. ¿Cuánto tiempo le dedica a agradecer las cosas buenas de la vida? Aunque en la época actual existen graves problemas y dificultades globales, siempre habrá algo por lo cual agradecer.
En tu tiempo de reflexión, tómate unos momentos para dar gracias.
Pide perdón “A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho”. Jacinto Benavente, dramaturgo español.
Es común escuchar que debemos perdonar a todos los que nos han hecho algún daño, pero tan importante es hacer esto, como arrepentirnos y pedir disculpas cuando somos nosotros los que ofendemos.
La publicación recomienda dos cosas para que el acto de pedir perdón sea sincero: humildad al reconocer el error y valentía para admitirlo y afrontar las consecuencias.
Perdona “Puedo perdonar, pero no olvidar’, es sólo otro forma de decir `No puedo perdonar’”. Henry Ward Beecher, religioso estadounidense.
Comparte con la familia “Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia”.
Mahatma Gandhi, político y pensador indio.
Antes de escapar de casa durante todas las vacaciones, reflexiona sobre la importancia de convivir con tu familia. Cuando eres estudiante y vives con tus padres y hermanos, la convivencia diaria puede perder calidad y convertirse en una relación de peleas, gritos y venganzas; en un verdadero terreno de guerra.
Pero al crecer, independizarte y formar tu propio hogar, el tiempo con la familia comienza a valorarse de manera diferente. Muchos hijos, ya grandes, se arrepienten de no haber hecho mejor las cosas en casa en su época estudiantil. ¿Por qué esperar a que eso suceda?
Ayuda “Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia”. San Agustín.
“En el psicoanálisis, prácticamente todo lo que hacemos está motivado por el `yo, yo, yo’. Si intentas ser bueno, es a costa de algo que no es demasiado bueno para tu estado mental. ¡Esta negación del lado bueno de la naturaleza humana me parece terrible! Y es que cualquiera con sentido común vería que los datos sociológicos demuestran que el altruismo verdadero existe”, dijo el biólogo y monje budista Matthieu Ricardla, asesor del Dalai Lama, en una entrevista en 2009. “Existe un potencial para el bien que siempre está ahí”. Thomas Fuller, escritor británico.
Orar no sólo significa aventarse de corrido el rosario en las levantadas. La oración es una acción personal que no es exclusiva de ninguna religión, sino de cualquier ser humano que desee conectarse con su propia espiritualidad.
Según el doctor Deepak Chopra, autor del libro “Conocer a Dios”, se han realizado estudios que han confirmado el poder de las oraciones..
“La plegaria es un viaje a la conciencia que conduce a un lugar diferente de aquel al que llevan los pensamientos ordinarios. Nos unimos a ella en un lugar en que no cuentan las ataduras corporales. La intención de hacerla bien tiene un efecto sobre las ataduras espacio-tiempo; en otras palabras, la plegaria es un suceso cuántico ejecutado por el cerebro”, sostiene el médico y reconocido autor.