Hay tres fármacos y un extracto natural en México que podrían tratar COVID-19: UNAM
El estudio preclínico propone reposicionar medicamentos antivirales o antiinflamatorios que ya se venden a un precio accesible
MÉXICO.- Un estudio encabezado por el Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomienda el reposicionamiento de tres fármacos ya disponibles para el tratamiento temprano de COVID-19, se trata de limeciclina, famotidina, e ivermectina, estos dos últimos en terapias combinadas con curcumina, una sustancia de origen natural extraída de la planta medicinal cúrcuma, por lo que se iniciará un ensayo clínico como profiláctico en trabajadores de la salud, para probar su efectividad.
"El artículo es un trabajo de investigación preclínica. En este estudio buscamos fármacos de uso actual que podrían ser útiles contra el SARS-CoV-2, para dar pie a ensayos clínicos en México. A esto se le llama reposicionamiento de fármacos. Queremos enfatizar que el estudio permitió plantear un ensayo clínico, pero que hay que seguir una serie de etapas antes de emitir una recomendación para uso general", dijo a MILENIO Karina Martínez, investigadora del Instituto de Química de la UNAM, líder de la investigación publicada en la plataforma ScienceDirect.
En el estudio “Unión es fuerza: medicamentos antivirales y antiinflamatorios para covid-19” también participaron investigadores de los institutos nacionales de Enfermedades Respiratorias (INER) y Rehabilitación, la Escuela Superior de Medicina del IPN, el Hospital General de Culiacán y de Laboratorios Senosiain.
Tras realizar modelado molecular de los fármacos, al analizar la información farmacológica, la experiencia clínica, así como disponibilidad y costo en México, determinaron que entre una treintena de posibles fármacos candidatos, dos son particularmente atractivos para el tratamiento de covid-19: limeciclina y famotidina.
“Sabíamos que la única solución que íbamos a tener a corto plazo, en lo que llegaba la vacuna, es un reposicionamiento de fármacos, utilizar fármacos que ya están disponibles, aprobados ya sea por la FDA o por Cofepris, con algún antecedente como antivirales; posteriormente por medio de química computacional que lo hicieron Karina Martínez, Abraham Madariaga y Jesús Naveja en el Instituto de Química, vieron si podríamos tener algún fármaco que lograra bloquear alguna de las estructuras o proteínas del virus que se publicaron desde el inicio de la pandemia”, explicó Julio Granados, investigador del Instituto Nacional de Rehabilitación.
“Encontramos una lista grande de fármacos, sin embargo –aquí es donde entró la parte de la clínica–, escogimos fármacos que tuvieran un perfil, que estuvieran disponibles en el mercado mexicano y que el costo fuera asequible. El otro criterio de selección de estos fármacos, fue que tuvieran un alto perfil de seguridad que no tuvieran muchas interacciones medicamentosas, esto es que interfiriera con fármacos para la hipertensión, diabetes, epilepsia,pensando en que esta terapia se va a dar en pacientes con otras enfermedades”, añadió el experto en medicina regenerativa.
La limeciclina es una tetraciclina –utilizada en el tratamiento contra el acné– que aunque no hay evidencia directa de actividad antiviral, se ha informado que otras tetraciclinas tienen propiedades antivirales y antiinflamatorias; además, en México está disponible en precios bajos, se administra una sola vez al día y se han reportado pocos efectos adversos.
La famotidina, es un bloqueador H2 –capaz de reducir la cantidad de ácido producido en el estómago–, un agente antiulceroso con perfil de seguridad óptimo.
El artículo científico reporta que en estudios “in silico”, la famotidina actuó como un agente terapéutico potencial contra el SARS-CoV-2, mientras que otro estudio indicó que su efecto no es el resultado de una actividad antiviral, sino de una acción antiinflamatoria, por lo que recomiendan realizar ensayos clínicos controlados para medir su eficacia como terapia contra covid-19.
El estudio destaca que una vez que el SARS-CoV-2 invade el cuerpo, las células inmunitarias secretan citocinas para iniciar la respuesta inmunitaria; sin embargo, éstas se continúan secretando incluso después de que se ha generado suficiente respuesta inmunitaria, proceso que se conoce como "tormenta de citocinas" y que conduce a una respuesta inflamatoria excesiva y destructiva en el organismo que produce manifestaciones clínicas graves, como el síndrome de dificultad respiratoria grave.