Incierto el futuro para la casa de Thomas Mann en EU
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Desde 1995 la casa es un lugar de intercambio de culturas alemana y estadounidense.
Pacific Palisades en la zona oeste de Los Angeles es una dirección muy exclusiva: estrellas como Steven Spielberg, Arnold Schwarzenegger, Ben Affleck o Nicole Kidman se compraron una casa en este barrio de lujo. Y en San Remo Drive hay una nueva propiedad en venta desde hace semanas por casi 15 millones de dólares: el número 1550.
Las inmobiliarias animan a comprar la vivienda con frases como "en venta por primera vez desde hace más de 60 años", "en una de las calles más codiciadas de la Rivera Pacific Palisades" o en un barrio "ultra exclusivo".
Se trata de una casa de dos plantas con cinco dormitorios y seis baños, informan los vendedores, que muestran en fotografías una villa rodeada de árboles altos con una piscina. "Creen la casa de sus sueños, renovándola o ampliando la casa actual", recomiendan.
Pero en ningún momento mencionan quién era su histórico anterior propietario: el Nobel de Literatura alemán Thomas Mann.
La familia Mann vivió durante diez años, desde que emigraron en 1942 de la Alemania nazi, en esa vivienda en San Remo Drive. El escritor le encargó el diseño al arquitecto de la Bauhaus de origen alemán Julius Ralph Davidson. Y allí escribió obras como "Joseph, der Ernährer", "Doktor Faustus" o "Der Erwählte".
La agente inmobiliaria especializada en casas de lujo Joyce Rey no quiere hablar sobre la venta. "La propiedad sigue en el mercado y la mostramos continuamente", se limita a contar a dpa su empleado Stephen Apelian. Sin embargo, sólo a compradores "apropiados", es decir, interesados que dispongan de los medios financieros correspondientes.
"¿Será demolida la casa de Thomas Mann?", titulaba la prestigiosa revista estadounidense "The New Yorker" recientemente en un artículo. Y es que la casa no está protegida bajo la denominación de monumento y su futuro propietario podría decidir derribarla y construirla de nuevo.
Algo que quiere impedir una petición online impulsada por la sociedad de investigación sobre el exilio que ya han respaldado más de 2.500 personas, entre ellas muchos escritores, editores y artistas, con la Nobel de Literatura Herta Müller a la cabeza. Exigen a Alemania que compre la vivienda y que la convierta en un lugar de encuentro y de recuerdo al escritor.
Sin embargo el futuro es incierto. Del Gobierno alemán se limitaron a decir recientemente que se estudiaría una posible adquisición, pero señalaron que con la Villa Aurora ya existe un centro cultural de este tipo en Los Angeles.
Thomas Mann calificó esa Villa Aurora, a sólo unas millas de su vivienda, de "un verdadero palacio junto al mar". Junto a otros emigrantes era invitado con frecuencia a la casa del escritor Lion Feuchtwanger y su mujer Marta, convertida en un punto de encuentro de famosos huidos de los nazis como Bertolt Brecht, Arnold Schönberg, Kurt Weill, Theodor Adorno o Albert Einstein. También Aldous Huxley y Charlie Chaplin pasaron por allí. Pacific Palisades se había convertido en un "Weimar junto al Pacífico".
Desde 1995 la casa es un lugar de intercambio de culturas alemana y estadounidense. Aquí es donde el cine alemán celebra su tradicional recepción de los Oscar. Cada año se conceden más de 12 becas trimestrales para artistas, compositores y cineastas, financiadas en gran parte por el Ministerio de exteriores alemán.
En el pasado, Villa Aurora ya estuvo bajo la amenaza de la venta durante un tiempo. Tras la muerte de su marido en 1958, Marta Feuchtwanger transfirió la residencia a la Universidad del Sur de California. Y cuando ella falleció en 1987, personalidades públicas alemanas presionaron para que Berlín lo comprara.
Finalmente, la residencia de la USC fue vendida por 1,9 millones de dólares, muy por debajo de los 15 millones de dólares que deberá abonar ahora el comprador de la residencia de Thomas Mann.
En 1952 Mann volvió con su familia a Europa, para instalarse en Suiza. El abogado californiano Chet Lappen y su mujer Jon compraron la vivienda.
"Por aquí se pasan visitantes de todo el mundo que quieren conocer la residencia de Thomas Mann en el exilio", contó la dueña en 2005 a dpa, con motivo del 50 aniversario de la muerte de Thomas Mann.
La propia dueña manifestó entonces su deseo de que la antigua vivienda de Mann, igual que la Villa Aurora, se convirtiera en un centro cultural. Su preocupación: que el próximo dueño demoliera la villa y construyera cuatro nuevas viviendas en el solar. "Sería realmente una pena", dijo entonces.
Chet Lappen murió en 2010 a los 91 años en aquella villa y dos años después se puso en alquiler. Y ahora los temores de Jon Lappen podrían hacerse realidad: la superviviencia de la histórica casa no está garantizada.