La 'bendición' no esperada; Críticas del papa Francisco impulsaron a Trump
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El Pontífice señaló que el empresario republicano no era "cristiano". Luego de esas declaraciones, el magnate del real estate se mostró fortalecido en la carrera hacia la Casa Blanca
Las durísimas declaraciones del papa Francisco contra Donald Trump parecen haber sido una paradójica "bendición" a la candidatura del precandidato republicano. Es que luego de que el Pontífice calificara al empresario como "no cristiano", el ex conductor de televisión, magnate del real estate y verborrágico postulante ganó las dos contiendas siguientes en distritos clave de los Estados Unidos.
En principio, Carolina del Sur y Nevada se mostraban como estados complicados para las aspiraciones del republicano, uno de los precandidatos más resonantes y polémico de las últimas carreras electorales de los Estados Unidos. Sin embargo, las palabras de Francisco parecen no haber influido en el ánimo de los electores, quienes se volcaron masivamente por el magnate de Nueva York.
En las primarias de Carolina del Sur, Trump se mostró fortalecido con un asombroso 32.5% de los votos, consiguiendo los 50 delegados que allí se encontraban en juego. En esa contienda, Marco Rubio consiguió el segundo lugar (22,5%), seguido de Ted Cruz (22,3%). En Nevada, donde hay una creciente inmigración mexicana, el multimillonario neoyorkino sorprendió. Sus números treparon al 45,5%, pero allí (por el sistema de votación de ese estado) deberá repartir con los demás candidatos los 30 delegados que estaban en disputa.
Luego de su histórica visita a México y en el vuelo de regreso al Vaticano, el Papa realizó explosivas declaraciones que sacudieron al Partido Republicano. Al ser consultado sobre el proyecto de Trump tendiente a amurallar la frontera sur para evitar el paso de inmigrantes, Francisco indicó que quien proponía ese tipo de soluciones no era "cristiano". "Una persona que piensa sólo en construir muros -donde sea que fuera- y no en construir puentes, no es un cristiano", remarcó en su encuentro con los periodistas.
De inmediato, otros precandidatos republicanos salieron al cruce de lo que consideraron una intromisión del Pontífice en asuntos internos norteamericanos y en especial del Partido. Rubio, Cruz y Jeb Bush -ya retirado de la carrera presidencial- fueron los primeros en señalar sus reparos en relación con las palabras hechas por el jefe de estado vaticano. Los dichos fueron interpretados como un tiro por elevación para el resto de los candidatos que están a favor de endurecer la política inmigratoria.
Al día siguiente de las declaraciones del Papa, el Vaticano debió salir a aclarar sus dichos y a poner paños fríos. Es que el malestar en algunos sectores norteamericanos se hizo evidente y fue reflejado en los principales diarios y cadenas de televisión. Federico Lombardi, vocero de la Iglesia, defendió a Francisco y aclaró: "De ninguna manera fue un ataque personal, ni una indicación de cómo votar", manifestó el cura en declaraciones a Radio Vaticana. "Esta es su visión general, que es muy coherente con las indicaciones de coraje seguidas en el Evangelio en ofrecer solidaridad y acogida", agregó el sacerdote.
Hoy, Trump -un experto en declaraciones y en los medios de comunicación- podría estar agradeciendo la imprevista "ayuda" papal. Una bendición inesperada y que consiguió ponerlo nuevamente en el centro de la escena.